El Periódico Extremadura

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La complicada situación del campo

El olivar afronta una pésima campaña con una caída del 80% en Extremadura

La sequía y el calor agravan los datos de un año que ya se preveía complicado tras un 2021 de récord. El sector duda de que una subida de precios logre amortiguar el golpe porque apenas hay fruto

Trabajadores del campo durante la recolección de la aceituna en una campaña anterior. Fermín Cabanillas

No hay duda de que el año va a ser «malo» o «muy malo» en la campaña del olivar a punto de arrancar, con la recogida de la aceituna de mesa. Las estimaciones en el sector sitúan en un 80% la caída en la producción este año, y ahora echan números para una temporada que se quedará muy lejos de las cifras de récord que se alcanzaron en la pasada: aun con una probable subida de precios, difícilmente se logrará amortiguar el golpe porque la campaña será muy corta. No hay aceitunas, las que hay tienen un calibre muy mermado y la lluvia actual no llega a tiempo ya para la aceituna de mesa; y está por ver si contribuirá a mejorar algo en el caso de la de almazara. El panorama por delante es poco halagüeño y los datos pueden ir aún a peor en el caso de la aceituna de mesa en Extremadura, que es la seguna productora a nivel nacional tras Andalucía. La situación es igualmente mala allí.

«Hemos pasado de la mejor campaña, el año pasado, a la que posiblemente va a ser la peor campaña de la historia», dice Eusebio Pérez, presidente de la sectorial de Aceituna de Mesa de Cooperativas Agroalimentarias. Apunta a que la caída en el caso de la aceituna de mesa puede ser aún mayor y dejar la campaña prácticamente en blanco porque los precios no están en los valores «que debería», teniendo en cuenta la escasa producción que se prevé. Tiene una causa, a su juicio: «el año pasado hubo tal volumen que el precio acabó cayendo mucho», las empresas transformadoras acabaron almacenando y ahora tienen aún estocaje acumulado al que pueden dar salida este año (unas 80.000 toneladas entre entamadoras y envasadoras).

Y junto a eso, muchos productores de aceituna de aderezo van a dejarla para almazara porque los costes de la recolección son menores. Ese trasvase puede acabar mejorando los datos finales en la producción de aceite; pero también se da por hecho que la actividad en las 134 almazaras de la región no será intensa este año y que las cifras finales se quedarán muy lejos del récord del año pasado: frente a las 103.600 toneladas de aceite con las que se cerró la campaña de 2021, ahora la previsión es que se quede este año entre 25.000 y 30.000 toneladas.

La climatología y la 'vecería'

¿Qué factores determinan esas malas perspectivas? La climatología del último año es clave, pero no es la única causa. Lo cierto es que el sector ya contaba con que esta campaña sería menor, por el fenómeno de la vecería, que hace que se alternen años de grandes producciones con otros con merma en el caso del olivar. Este año tocaba a la baja, y a eso se ha unido una ola de calor en mayo que echó a perder la floración y un estrés hídrico ante la ausencia de precipitaciones que tampoco se lo ha puesto fácil al escaso fruto que se ha llegado a desarrollar. 

«Un 60% puede ser atribuible a la vecería y el 40% restante está relacionado con el estrés hídrico», recuerda Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja y olivarero. A su juicio no es solo que no haya llovido durante el desarrollo del fruto, es que el punto de partida era ya malo por la sequedad acumulada del terreno antes de que se iniciara la floración: «el árbol ha estado parado», dice.  

¿Y qué efecto tendrán estas las últimas lluvias o las que puedan venir? «Pueden mejorar algo el calibre, pero poco más y habrá que verlo», apunta Metidieri, que no duda de que será un año «pésimo, de pérdidas».

Esperaban que ‘la vecería’ mermara la producción, pero temen ya «la por campaña de la historia»

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«La situación es muy preocupante», dice Catalina García, directiva de UPA y presidenta de Fademur. Preocupa la falta de fruto y también que «aunque suba el precio, la campaña va a ser tan corta que no se van a cubrir costes», señala. Y todo eso en un contexto generalizado de escalada de precios. 

Otra incógnita más es cómo afectará también a la mano de obra en las zonas productoras. «Las explotaciones familiares no se van a resentir, pero las pequeñas producciones que necesitan contratar, lo van a pasar mal», apunta Eusebio Pérez, el presidente de la sectorial de Aceituna de Mesa de Cooperativas agroalimentarias.

La situación actual

Según los datos de la última estadística de superficies del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondientes al 2021, en Extremadura se recogieron 884.960 toneladas de aceitunas, de las que 196.168 fueron de aceituna de aderezo (de mesa) y otras 688.792 para almazara (para la producción de aceite). En la región hay 268.000 hectáreas de olivares en producción

La campaña del olivar lleva este año retraso y de hecho la recolección apenas se ha iniciado porque suele ir ligada a la de viñedo y este no se ha terminado aún. Lo normal es que la de la aceituna arranque al terminar la de la uva, porque se suelen compatibilizar ambos cultivos.

Las cifras

884.960 toneladas de aceitunas se recogieron en la última campaña. De ellas 196.168 fueron de aceituna de aderezo y otras 688.792 para almazara 

103.600 toneladas de aceite se produjeron en la última campaña. La cifra es de récord; por primera vez se rebasaron las 100.000 toneladas. 

134 almazaras hay en Extremadura. De ellas 86 están en la provincia de Badajoz y 48 en la de Cáceres. Hay además 106 entamadoras y 36 envasadoras.

268.000 hectáreas están destinadas en la región a olivar. Son 198.000 de para almazara y otras 70.000 destinadas a la producción de aceituna de mesa. 

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