Desde 2016 imparte la asignatura de Educación para la Igualdad en el IES Santiago Apóstol de Almendralejo. Doctor en Filosofía e investigador especializado en la Ilustración francesa y británica y los orígenes del feminismo, Ricardo Hurtado (Sevilla, 1984), usa el cine para poner sobre la mesa y abrir debate con sus alumnos sobre los temas que abordan en clase. Cansado de películas que caen en estereotipos sexistas, ha decidido poner solución con Educando en Igualdad: 30 películas feministas para ver en el aula, libro que publica este 23 de septiembre.

-¿Cómo surgió la idea de escribir el libro? 

-En asignaturas como Filosofía, Ciudadanía o Educación para la Igualdad me resultaba casi imposible encontrar películas relacionadas con temas vistos en clase que no cayesen en estereotipos machistas y sexistas que mostraban a las mujeres como sumisas, pobres intelectualmente o destinadas a atraer a los hombres. Pensé que era una buena idea transformar el cine en una herramienta útil para enseñar la igualdad en Secundaria y Bachillerato, introduciendo al alumnado en figuras y momentos clave del feminismo.

-Explique los ejes que estructuran el libro y por qué se ha centrado en ellos

-El libro tiene cinco ejes temáticos. El primer bloque profundiza en acontecimientos esenciales de la lucha por la igualdad en la historia, como el acceso de las mujeres a la educación y al mercado laboral, el sufragismo o los derechos sexuales y reproductivos. El segundo se detiene en los avances y retrocesos en la cultura occidental, haciendo especial hincapié en la influencia política, legal y social que ejercen los Estados Unidos en el resto del mundo. En tercer lugar, analiza la situación de la mujer en España del siglo XX, en momentos como la Segunda República y el franquismo, y del siglo XXI, como la situación de la mujer en la cultura gitana o la violencia de género entre adolescentes. Un bloque esencial aborda el lugar de la mujer en el mundo musulmán, en países como Turquía, Irán, India o Arabia Saudí. El último capítulo trata temas como la imagen de la mujer en las películas Disney y en los cómics.

-¿Ha habido una evolución en el cine en la presentación y representación de la mujer?

-Sin duda. Este es un cambio que se observa con claridad desde la década de 1990 como resultado de la influencia del feminismo en la cultura. Desde entonces, aparecen papeles femeninos que se salen de la mujer bella que acompaña en la sombra al protagonista o que es motivo de disputa. Aunque el cine de masas no ha cambiado mucho, es posible acceder a películas y series carentes de prejuicios machistas que muestran relaciones entre hombres y mujeres en igualdad.

-¿Conoce el test de Bechdel? ¿Lo ha usado en su libro? 

-Sí. En cierta medida, he usado el test sin pretenderlo, buscando películas con las mujeres como protagonistas y cuyas vidas no girasen en torno a los hombres. Es más, la mayoría de las treinta películas han sido dirigidas y escritas por mujeres, algo que se nota mucho en ámbitos muy masculinizados como las escenas de sexo, la dimensión psicológica de los personajes o la agresividad. El tema del sexo me parece clave porque el consumo de pornografía en los adolescentes es generalizado, lo que supone que muchos tengan una visión de la mujer como un simple objeto con el que satisfacer sus deseos.

-Desde el feminismo hay voces críticas con respecto a que los varones abanderen el movimiento, ¿se siente interpelado? ¿Cuál cree que debe ser el papel de los hombres?

-Las mujeres han sido, son y deben seguir siendo las protagonistas del feminismo. Si desde el siglo XVIII las mujeres no hubieran alzado la voz, dudo mucho que los avances actuales en materia de igualdad se hubieran conseguido. Los hombres debemos dar un paso al frente, pero manteniendo un segundo lugar. Ahora bien, creo que el movimiento se equivoca si excluye a los hombres o hace generalizaciones vagas. Los discursos radicales fragmentan al movimiento y son contraproducentes.