El Juzgado nº 1 de Zafra dictó ayer un auto en el que prorroga dos años más la prisión provisional comunicada y sin fianza para , Eugenio Delgado, único detenido por la muerte de Manuela Chavero, de 42 años, cuyos restos óseos fueron hallados en una finca del acusado.

Ayer lunes se tomó declaración a dos testigos más a propuesta de la acusación particular y la acusación pública, informaron a Efe fuentes judiciales.

La instrucción está a punto de finalizar y queda pendiente la comparecencia de las partes ante el juez para transformar el procedimiento para que el caso sea juzgado por un jurado popular, una vez resueltas las alegaciones presentadas.

La detención del acusado de la muerte de Manuela, desaparecida en Monesterio en julio de 2016, puso fin en septiembre de 2020 a 1.534 días de incertidumbre sobre su paradero. Desde entonces se encuentra en prisión provisional.

Respecto a lo que ocurrió aquella noche del 5 de julio de 2016 en Monesterio, la abogada de la familia, Verónica Guerrero, ha aseverado que tienen «clarísimo», y así lo han dicho desde el principio, que «la motivación de este crimen se corresponde con un móvil sexual». En este sentido, ella considera que es «un asesinato subsiguiente a un delito contrario a la libertad sexual, una detención ilegal y luego unas lesiones psíquicas y de integridad moral contra la hermana de la víctima, Emilia, y los padres».

El abogado de la defensa, José Antonio Carrasco, señaló en julio pasado que ellos mantienen desde un principio que se trató de una muerte accidental, por un golpe en la nuca. Respecto a la acusación de delito contra la libertad sexual, señala que lo cierto es que en el procedimiento no hay ningún indicio racional con base científica de que hubiera sucedido eso. «Podemos defendernos si se ha acabado con la vida de esa persona o no, pero, evidentemente, un delito de esa naturaleza es que no hay ni siquiera el más mínimo indicio ni base científica, y hay varios informes científicos de acusaciones, del instituto de medicina legal y de defensa que ninguno apunta a ello», declaró. 

Eugenio Delgado, de 28 años, escondió el cadáver de su vecina durante cuatro años en su finca, desnudo y envuelto en un albornoz y una sábana. Como publicó El Periódico Extremadura el pasado domingo, los familiares de la víctima sufren «ataques de pánico, depresión, insomnio y ansiedad» desde la desaparición y posterior esclarecimiento del paradero de Manuela.