El lunes La Unión inició un paro indefinido en las entregas de la aceituna de mesa en la provincia de Cáceres y para este miércoles ha convocado una tractorada con la que denunciar que los industriales «no se han querido sentar con los agricultores para negociar un precio digno para la aceituna» en la campaña que acaba de arrancar. La protesta partirá desde los municipios de Hernán-Pérez, Aceituna, Pozuelo de Zarzón y Torrecilla de los Ángeles, para concentrarse en la localidad de Villanueva de la Sierra; y trata de dar un paso más en las acciones de protesta que ha emprendido esta semana la organización que dirige Luis Cortés. El resto de opas no se han sumado. 

«Hemos calculado que el precio que debe recibir el agricultor es alrededor de un euro por kilogramo de aceituna y lo que están ofreciendo los industriales es 0,70 o 0,80. No se han querido sentar a negociar», ha denunciado este martes Cortés sobre los motivos de la convocatoria. La organización ha mantenido los piquetes a las puertas de algunas de las principales industrias de la aceituna en la provincia de Cáceres (como la de Torrecilla de los Ángeles) y también han acudido a los puestos de recogida que hay diseminados por esa zona para impedir las entregas, según explica la organización. «No vamos a permitir que se abra un puesto de aceituna mientras no haya acuerdo entre la comisión negociadora con los industriales», añade Cortés. La comisión negociadora a la que se refiere pretende sentar a un grupo de productores de la zona con los industriales, para alcanzar ese acuerdo sobre el precio que se debe abonar. La reivindicación de fondo, señala Cortés, es «que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria».

La Unión pide más inspecciones en los puestos y Agricultura dice que ya se llevan a cabo como marca la ley

Desde la parte industrial se niegan en todo caso que se pueda llevar a cabo una negociación como la que piden para la recogida d la aceituna manzanilla. «La industria no puede negociar ningún precio con ninguna organización agraria; y lo que marca al industrial la ley (de la cadena alimentaria) es que está obligado a pagar el coste efectivo de cada productor, de forma individual», puntualiza Antonio de Mora, secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa). La razón que esgrime es que el fruto varía mucho en función de la finca, si es secano o regadío, o de la eficiencia del agricultor, por lo que el precio se puede adaptar en cada caso. 

«No valen costes medios o costes acordados, es el coste que determine de cada agricultor», afirma. Junto a eso, sostiene que el hecho que se ponga un precio en las tablillas a las puertas de las industrias, como se sigue haciendo, «no es más que el precio que propone le industrial, pero el agricultor puede sentarse a negociar su precio en función de su producción, de su coste efectivo», insiste.

La campaña de la aceituna acaba de arrancar con unas perspectivas a la baja, ya que se espera en Extremadura un retroceso del 80% por efecto de la vecería y la sequía. En el caso de la aceituna de mesa, con una producción media de 110.000 toneladas, no se prevé rebasar las 20.000 este año. La caída la acusará el agricultor, pero no tanto la industria, que viene de existencias muy altas de años anteriores y por tanto tiene stock de sobra. 

Inspecciones

Junto a la reivindicación por el precio, La Unión exige además al Ministerio y a la Consejería de Agricultura «que ponga inspectores en los puestos para que se respete tanto el hecho de que se realicen contratos de compraventa como un precio que cubra los costes de producción como establece la ley». Sobre esta cuestión, en la Consejería de Agricultura aseguran que «tanto la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) como la consejería ya hacen los controles pertinentes y suficientes fijados por la Ley de Cadena Alimentaria».