Uno de cada cinco delitos en Extremadura se comete ya a través de internet. Así lo ha asegurado este miércoles la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, durante el acto institucional de la Guardia Civil en Badajoz con motivo de la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar, que ha vuelto a contar con desfile y público tras dos años. Si la Policía Nacional ya alertó hace solo uno días del preocupante incremento de la ciberdelincuencia en la región, los datos estadísticos de la Guardia Civil dejan claro la relevancia que está adquiriendo este tipo de delitos en los municipios extremeños, donde centra su ámbito de actuación la Benemérita.

Las infracciones penales relacionadas con las nuevas tecnologías han aumentado hasta un 268% en lo que va de año con respecto al mismo periodo de 2019, antes de la crisis sanitaria, y un 21% si se compara con los primeros 10 meses de 2021. Los delitos cometidos a través de las redes constituyen el 18% del total de los investigados por la Guardia Civil. Para combatirlos, según ha recordado el general jefe de la Guardia Civil en Extremadura, José Luis Gómez Salinero, desde octubre del año pasado en la comunidad funcionan dos equipos denominados @, uno adscrito a la comandancia de Badajoz y otro a la de Cáceres, con 7 y 5 agentes, respectivamente, cuya misión es el asesoramiento, la prevención y la respuesta en materia de ciberdelincuencia. Desde su creación, estos equipos han abierto 818 investigaciones, que han dado como resultado 98 personas detenidas o investigadas puestas a disposición judicial.

Ataques informáticos y estafas a través de la red que continúan al alza y se han visto favorecidos por la extensión del teletrabajo y el crecimiento del uso de las nuevas durante la pandemia de la covid-19, que están generando en los usuarios "inseguridad" y a los que la Guardia Civil quiere poner coto con "cualificación, especialización y los medios más avanzados que nos permitan hacer frente a estos emergentes modus operandi", ha dicho Gómez Salinero.

Incendios forestales

También preocupan a la Guardia Civil los delitos contra el medio ambiente, especialmente los incendios forestales, que este verano han afectado a importantes zonas de Extremadura, que no solo han supuesto pérdidas materiales, sino que han puesto en peligro la integridad física de muchos vecinos. En lo que va de año, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han investigado 215 incendios forestales, de los que han esclarecido 53 y se ha detenido a 24 presuntos culpables. El general ha destacado la necesidad de "sumar sinergias" para hacer frente a este "terrorismo ecológico", con más prevención, investigación policial y mayor reproche penal, "dotando nuestro ordenamiento jurídico de instrumentos que verdaderamente disuadan cualquier conducta transgresora que ponga en riesgo la sostenibilidad de ese patrimonio natural tan vulnerable".

La delegada del Gobierno ha vuelto a recordar que Extremadura sigue siendo la región más segura de España, con tasas de criminalidad muy por debajo de la media del país, con 10 delitos por cada mil habitantes, "pero eso no significa que podamos bajar la guardia", ha asegurado. En este sentido, ha puesto en valor el trabajo que realiza la Benemérita, citando algunas intervenciones recientes, como la recuperación del cuerpo del joven ahogado en el pantano de Valdecañas, el rescate de cinco personas en el incendio de una vivienda en Montijo, o la actuación que salvó la vida a un niño de 21 meses que sufrió un paro cardiaco en Hervás. "No son hechos aislados, son solo un ejemplo del trabajo diario de la Guardia Civil", ha destacado García Seco.

Al acto por la patrona de la Guardia Civil en Badajoz han asistido el vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Sanidad, José María Vergeles, así como representantes de partidos políticos y autoridades militares y religiosas. La Guardia Civil ha entregado 21 distinciones por servicios extraordinarios a miembros del cuerpo, entre ellas a título póstumo a Cándido Matamoros, que ha recogido su hijo Abel, y otras cuatro condecoraciones al mérito militar, así como 13 menciones honoríficas a instituciones y personas por su colaboración.

La delegada del Gobierno y el general jefe de la Guardia Civil en Extremadura depositan la corona en homenaje a los caídos. ANTONIO HERNÁNDEZ

También se ha homenajeado al guardia civil más veterano, Eustaquio Parra, de 90 años, que estuvo destinado en la capital pacense desde 1960, a quien se ha entregado una placa. Su mujer, Consuelo García, ha sido la encargada de acompañarlo y se la ha obsequiado con un ramo de flores.

Eustaquio Parra, el guardia civil más veterano de Badajoz, recibe un homenaje durante el acto. ANTONIO HERNÁNDEZ

Decenas de personas se han dado cita en el entorno de la comandancia de santo Domingo para celebrar esta festividad, cuyo acto central se ha cerrado con un desfile de las diferentes unidades de la Guardia Civil por la avenida de Colón entre los aplausos del público.

En Cáceres

En Cáceres, la Guardia Civil también celebró a su patrona con un acto en la propia comandancia. Este año, la ceremonia contó con invitados al margen de los galardonados y con el tradicional desfile, que ha sido suspendido en anteriores ocasiones debido a la pandemia. El acto estuvo presidido por la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, y por el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García Muñoz.

Como cada año, la benemérita entregó sus tradicionales condecoraciones. En concreto, Francisco Caro recibió la cruz de oro por sus 30 años en el cuerpo. José Julio Cortés y José Manuel Telo recibieron la orden del mérito militar. Las cruces del mérito con distintivo blanco se entregaron al suboficial Calixto González Pascual por su implicación en un proyecto piloto de depósitos de armamento, a un sargento que detuvo a un integrante de la banda del Melillero, al cabo Jorge Vegas y el agente Diego Leal por auxiliar a un niño que se había atragantado, a un sargento de MIajadas por varias operaciones contra el tráfico de drogas, a un agente por la desarticulación de una banda que se dedicaba a las estafas y por último, a un agente por desarticular una banda de trata y explotación de mujeres.

En cuanto al personal civil, la Guardia Civil reconoció este año a miembros del ámbito militar, policial y de los tribunales. En concreto, a la que fuera titular del juzgado de instrucción de Logrosán, Manuela Pérez, la fiscal Eva María Grano de Oro, al coronel del Cefot, Juan Manuel Martel, la inspectora de atención a la familia y la mujer, Virginia Nieto, al oficial jefe de Policía de Malpartida de Cáceres, Alberto Moreno, la jueza del Juzgado número 1 de Coria, María José Javato, la fiscal María del Prado Izquierdo, la jueza del Juzgado de Instrucción 4 de Cáceres, Aida de la Cruz, la anterior subjefa de la jefatura de tráfico, María del Carmen Domínguez y el funcionario del juzgado de Instrucción 4, Diego Díaz.

En su intervención, el jefe de la comandancia, el teniente coronel Rafael Roldán, abrió su discurso con unas palabras en memoria de los fallecidos por la crisis sanitaria e incidió en que la ceremonia de este miércoles compartía “agradecimiento y recuerdo”.

Destacó la labor de los agentes a la hora de identificar a los autores de incendios e hizo especial hincapié en el trabajo incansable para atajar los delitos de la nueva era, las estafas bancarias, con 63 detenidos este año. También anunció la creación de la oficina de asistencia al Guardia Civil retirado.

El subdelegado, por su parte, destacó las estadísticas que colocan a Extremadura como la comunidad más segura del país y a Cáceres, como la provincia más segura. En cuanto a los datos, precisó que en 2021 se han duplicado las detenciones por ciberdelitos y por último manifestó el compromiso con la igualdad en la beneméritca e hizo pública la aspiración para que haya un 40% de mujeres en la Guardia Civil en 2030. En la actualidad, en el país representan una media de un 8,79% y en el caso de la comandancia de Cáceres, de los 1.200 agentes, solo 77 son mujeres (6,48%).