El 81% de los edificios existentes en Extremadura incumplen los criterios de eficiencia energética y alrededor del 95% están lejos de los estándares más optimizados que contempla el actual Código Técnico de la Edificación (la normativa que regulan la construcción de edificios), según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Los últimos programas de ayudas han comenzado a darle la vuelta al escenario, pero la percepción en el sector es que queda mucho por hacer y que falta «concienciación». La muestra más evidente que señalan es que no aprecian que el actual programa regional de ayudas para mejorar la eficiencia energética de los edificios esté suponiendo un revulsivo «a pesar de que se trata del programa con más ayudas y con ayudas más intensas»; y también a pesar de que el contexto actual es «favorable con el precio de la energía disparado», apuntan desde Pymecon y también desde el Colegio de Arquitectos de Extremadura (COADE). Hay algo más de movimiento en el caso de las viviendas unifamiliares, pero no en los grandes edificios de viviendas que es «donde mejor se optimizan las ayudas», reconoce Lidia López Paniagua, directora de la Oficina de Asesoramiento e Impulso a la Rehabilitación del COADE. 

Los distintos programas de subvenciones en materia de rehabilitación residencial en marcha por la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda cuentan en estos momentos con 603 solicitudes, que afectan a un total de 1.060 viviendas; prevén una inversión de 17.488.356 millones y una ayuda de 7.100.423 millones, alrededor del 40% de la inversión. De esos expedientes, ya se han aprobado el 20%, 115 en total con 149 viviendas, una inversión total de más de 2,6 millones y ayudas de 1,1 millones. El paquete de subvenciones se activó en enero y está dotado con 11.180.551 euros.

«Es el momento de aprovechar las ayudas porque son muy interesantes en los edificios»

Lidia López Paniagua - Oficina de Rehabilitación del COADE

El grueso de las subvenciones corresponden a la línea que apoya las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio: son 5.737.838 euros para una inversión de 12.150.580 euros; pero es cierto que por el tipo de actuación (en un gran bloque de viviendas y no una casa aislada) son también actuaciones con presupuestos más elevados. A modo de ejemplo, uno de los expedientes que está ya aprobado dentro de esta línea es el de un edificio en Cáceres en la calle Médico Sorapán, con 68 viviendas. La actuación que prevén es de 1,6 millones y han solicitado una ayuda de 1,2 millones, que permitirá cubrir el 80% de la obra.

La intervención en este edificio es la «típica» según apuntan desde el sector, tratándose de bloques anteriores a los años 80, cuando comenzó a desarrollarse la normativa en la construcción ya empezaron a aplicarse las primeras medidas que permiten mejorar el confort y reducir también la factura energética. 

«Con la intensidad de ayudas que hay, debería haber más obras en marcha. No se nota tanto»

José Luis Iglesia - Pymecon

La intervención en ese edificio de Cáceres, del año 1977, incluye eliminar la cubierta de fibrocemento, aplicar un revestimiento exterior con aislamiento, cambiar carpinterías exteriores y sustituir la caldera de gasoil actual por otra más eficiente; la caldera no es subvencionable «pero sí puede ser tenida en cuenta para la mejora energética del edificio», precisan desde la dirección general de Arquitectura. 

Solicitudes de rehabilitación muy poco a poco

De las otras dos líneas de ayuda, la de viviendas tiene por el momento solicitudes por 4,7 millones para una previsión de ayudas de un millón; y la línea del libro del edificio tiene expedientes por 76.774 euros, con 71.902 en ayudas previstas. Este última línea es la que abre el paso a las comunidades de vecinos para tomar después decisiones en materia de rehabilitación porque señala las deficiencias y las soluciones, aunque no obliga a llevarlas a cabo. 

«Empieza a verse cómo las comunidades de vecinos se interesan por este documento», valora el director general de Arquitectura, Alfonso Gómez Goñi. A su juicio, «las ventajas de estas inversiones se ven en la calidad de la vivienda, especialmente en lo que se refiere al ahorro energético»; y además «se revalorizan los inmuebles», resalta sobre los efectos del programa de ayudas que se puso en marcha a principios de 2022. «Son una oportunidad para el impulso a la rehabilitación», subraya.

Desde el sector de la construcción también lo ven así. Tanto arquitectos como empresas constructoras destacan tanto la cuantía como «la intensidad de las ayudas» y más en el momento actual, en medio de una escalada de los precios de la energía.

«Después del verano se ha empezado a notar más movimiento con un repunte de consultas de particulares o de compañeros (arquitectos) que están gestionando las ayudas», apunta la directora de la Oficina de Asesoramiento e Impulso a la Rehabilitación del COADE. Pero es cierto que lo que le trasladan es que hay menos movimiento en el caso de los grandes bloques de viviendas «y es donde más se optimizan las ayudas». «Si la gente estuviera más concienciada, es el momento de aprovecharlas porque son muy interesantes en el caso de los edificios, y más con los precios de la energía ahora mismo», resalta. 

Menos impacto del deseado en el sector

Y lo mismo apuntan desde la Federación Regional de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción y Afines de Extremadura (Pymecon). «Estamos haciendo mucha labor pedagógica, porque vemos que las ayudas no están teniendo el impacto deseado en cuanto a carga de trabajo. Con la intensidad de ayudas que hay en los grandes edificios, debería haber más obras en marcha», señala José Luis Iglesias, gerente de Pymecon. A su juicio, en estos casos los administradores de fincas deben ser «actores indispensables» para ofrecer a los vecinos las opciones de mejora y ayudarles a tomar la decisión.