El ultimo caso de violencia de género en Extremadura no solo ha sesgado la vida de una mujer de 30 años sino que deja huérfanos a dos niños pequeños, uno de 14 meses que residía con sus padres en Valencia de Alcántara y una niña de 8 años, hija de la mujer asesinada, fruto de una relación anterior. La pequeña vive con sus abuelos maternos en Marruecos, según la información que han transmitido vecinos y conocidos a los cuerpos y fuerzas de seguridad, pendiente de ser contrastada, que ha avanzado este miércoles el delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza.

El asesinato de Imane ocurrió la madrugada del pasado día 31, a manos de su pareja, de 41 años. El hombre fue quien avisó a la Guardia Civil de lo que había hecho y se autoinculpó. En el domicilio se encontraba el bebé de ambos, que permanece en estos momentos bajo la protección de los servicios sociales de la Junta de Extremadura en un centro de acogida, a la espera de que se hagan cargo del niño familiares que puedan garantizar sus cuidados. Todas las evidencias llevan a la autoría del marido, que causó la muerte de su mujer con un arma blanca. Según informaron fuentes cercanas a la investigación, le asestó al menos cinco puñaladas.

Así lo ha confirmado Francisco Mendoza, tras el minuto de silencio que se ha convocado en memoria de Imane, y como acto de condena de este asesinato machista, el primero ocurrido en la comunidad extremeña en los últimos cinco años. Mendoza ha explicado que para encontrar a los familiares de la víctima se cursó la solicitud de localización a través del Consulado de Marruecos en España, "y más o menos los tenemos identificados", aunque todavía no se han puesto en contacto oficialmente, salvo una pariente de segundo grado de la mujer asesinada.

El delegado del Gobierno desconoce los resultados de la autopsia. "Pero las evidencias son de tal calibre que permiten asegurar que la muerte fue ocasionada violentamente con un arma blanca". El presunto autor aún no ha pasado a disposición judicial y permanece en la Comandancia de la Guardia Civil. Mendoza calcula que pasará este jueves ante el juez "casi con seguridad".

Orden de protección

En cuanto a la orden de protección de la víctima, el delegado ha explicado que cuando alguien presenta una denuncia se activa el procedimiento de seguimiento. En este caso existía una denuncia por violencia machista, se hizo un seguimiento, se abrieron diligencias judiciales pero el procedimiento fue sobreseído. Esto puede ocurrir porque no se acredita que concurren circunstancias que permitan demostrar la comisión de un delito o bien porque la persona denunciante haya retirado la denuncia y se resista a ratificar los hechos que en su día denunció. Frente a una denuncia judicial se mantiene un sistema de supervisión "psicológica" para comprobar si se produce alguna circunstancia que permita adoptar alguna medida especial de protección. En este caso, "no se detectó ninguna circunstancia particular que obligara a tomar esas medidas de protección". En este caso estaba desactivada la denuncia "efectuada en primer término" desde hace casi un año y por lo tanto la denunciante "realizaba su vida con normalidad". Según ha detallado el delegado, existió supervisión psicológica, que consiste en entrevistarse con la "potencial víctima de violencia de género" para comprobar qué efectos le está causando una posible agresión o malos tratos o evidencias que permitan actuar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. "No olvidemos que incluso sin la denuncia de la víctima se puede actuar, siempre que se tenga alguna evidencia de que se está produciendo ese acto de violencia". Previamente al asesinato, no existían, según el delegado del Gobierno, evidencias "porque si las hubiese habido, les puedo asegurar que actúan inmediatamente para que se adopten las órdenes de protección".

A la convocatoria del minuto de silencio en Badajoz ha asistido el fiscal del Tribunal Superior de Extremadura (TSJEx) y representantes uniformados de los cuerpos y fuerzas de seguridad, Policía Nacional y Guardia Civil. Es el primero tras el reciente nombramiento del nuevo delegado del Gobierno. "Queremos decir alto y claro que vamos a seguir nuestra lucha por la erradicación de esta patología social que nos afecta en cualquier lugar en el que nos encontremos".

En estos momentos existen en Extremadura 1.750 víctimas con seguimiento y protección a través de los equipos Viogen de Policía Nacional y Guardia Civil, un dato que cambia de minuto en minuto. En Badajoz son 1.015 mujeres y en Cáceres, 735.