En estos momentos, el 80% de la potencia instalada en Extremadura corresponde a plantas de generación de energía eléctrica renovable. La potencia solar fotovoltaica es la tecnología líder con un peso del 47,3% sobre el total instalado, es decir, 4.691 MW, un 26% del total nacional. De esta forma nuestra región es la Comunidad Autónoma que más energía produce en España procedente de placas fotovoltaicas. 

La producción de energía eléctrica en Extremadura alcanzó en 2021 un máximo histórico con 24.677 GWh, un 15,56 % más que en 2020. Este destacado incremento de la producción de energía eléctrica fue debido al aumento del 55,86% de la generación de energía eléctrica renovable. 

La generación de energía eléctrica con tecnologías de base solar (fotovoltaica y solar termoeléctrica) supone el 134,3% de la demanda regional, lo que convierte a Extremadura en un referente como región que podría atender su demanda completamente con energía solar. 

Además, tal como recoge el Informe del Sistema Eléctrico Español 2021 que elabora REE, la producción libre de emisiones de CO² equivalente (gases de efecto invernadero) alcanzó en Extremadura el 99,7% de la producción, la cuota más alta de España. 

Del posicionamiento de Extremadura dentro del contexto nacional dan idea los siguientes datos referidos a 2021: 

  1. -La producción de energía eléctrica regional representa el 9,49 % del total del conjunto de España, ocupando el 4º lugar en el ranking nacional, subiendo dos posiciones respecto de 2020. 
  2. -La generación de energía eléctrica renovable regional representa el 7,78% del total del conjunto de España, ocupando el 6º lugar en el ranking nacional, subiendo un puesto respecto del año anterior. 
  3. -En cuanto a la comparativa entre producción de energía eléctrica renovable y demanda, Extremadura ocupa el primer lugar en el ranking nacional. 

Todo ello pone de manifiesto el afianzamiento de la posición predominante de Extremadura en el proceso de transición energética en España. El proceso de despliegue continúa a buen ritmo, específicamente del parque de generación fotovoltaica, pero también en la eólica o la biomasa. 

Los objetivos planteados en el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PEIEC) continúan cumpliéndose en tanto que se está transformando el parque de generación hacia uno cuya producción será 100% renovable al final de la presente década. 

El PEIEC representa la planificación que fija la contribución solidaria de Extremadura a los objetivos nacionales y europeos dentro de las potencialidades de la región. Por ello sería positivo que se reconociera y valorara la contribución de cada Comunidad Autónoma a los esfuerzos comunes del país y la producción de energía renovable, sin duda, lo es.

Extremadura acelera su camino hacia una transición energética equilibrada en tamaño y espacialmente, implementando un nuevo modelo de desarrollo económico no contaminante, sostenible, a la vez que rentable económicamente. Desde 2018 las instalaciones renovables han conllevado una inversión empresarial superior a los 2.200 millones de euros directos, además de unos ingresos a las arcas municipales que superan los 22 millones de euros.

El desarrollo energético renovable en Extremadura representa una palanca para el dinamismo económico, en particular, en el ámbito rural. Los impactos se están haciendo notar en términos de inversión, de empleo y como un elemento añadido de competitividad para las empresas extremeñas dado el potencial menor coste de la energía renovable, en un contexto global de turbulencias en los precios.

De igual manera la importante presencia de la generación renovable, limpia y barata, está suponiendo un factor de atracción de inversiones industriales a Extremadura, otorgándole un atractivo como destino inversor. En tiempos geopolíticos convulsos la soberanía energética toma protagonismo y es ahí donde el desarrollo renovable tiene un importante margen de crecimiento. 

El papel de la ciudadanía y de las empresas extremeñas es clave para la transición hacia un modelo energético sostenible y la generación distribuida a través del autoconsumo y las comunidades energéticas constituyen un instrumento muy importante para alcanzarlo con el apoyo público de los fondos europeos de recuperación. Extremadura también se ha unido al crecimiento exponencial en materia de autoconsumo alcanzando 5.422 instalaciones con una potencia pico instalada hasta octubre de 2022 de 63,2 MW, disponiendo aún de un gran margen de expansión en los próximos años. 

La Junta de Extremadura trabaja para que el mayor valor añadido posible del desarrollo renovable se quede en Extremadura y beneficie a sectores como la construcción, la industria del metal o los servicios de ingeniería y mantenimiento, además de incentivar la investigación y la innovación a lo que contribuirá la construcción en Cáceres del Centro Ibérico de Almacenamiento Energético. 

El que Extremadura sea un referente en materia renovable es un logro colectivo que la nueva y ambiciosa planificación eléctrica con horizonte 2026 va a impulsar en mayor medida ya que unos de sus vectores de desarrollo es la integración de energías renovables en el sistema, facilitando la evacuación del elevado recurso solar de la comunidad extremeña. De esta manera, se proyectan cuatro nuevas subestaciones de 400 kV en Fuente de Cantos, Fuente del Maestre, Llerena y Pinofranqueado. Estas actuaciones contribuirán a un mejor aprovechamiento del alto potencial renovable en zonas de bajo impacto ambiental en la región y permitirán en un futuro la integración adicional de hasta 5.200 GWh de nueva generación verde al año. 

El sector energético está siendo uno de los motores de cambio desarrollando muchas y potentes oportunidades de generación de riqueza, de empleo y de innovación. Extremadura está aprovechando esta transformación verde potenciando un sector energético propio puntero e innovador que se debe traducir necesariamente en una modernización sostenible de la economía extremeña, con unas empresas más competitivas contribuyendo, además, a ofrecer una respuesta clara y contundente a la crisis climática.