La crisis de precios que sufre el sector de la construcción ha paralizado cuatro "grandes obras" educativas en Extremadura: la construcción del nuevo colegio de Perales del Puerto, el instituto de Villafranca de los Barros, el nuevo colegio PROA de Cáceres y la sustitución de la cubierta del IES Universidad Laboral, también en la capital cacereña. En total, 14,7 millones de euros en obra pública que no se han podido ejecutar y que según confirma la Consejería de Educación y Empleo se volverán a licitar tras una revisión de precios.
Esta cifra supone más del 20% del presupuesto que ahora está en ejecución dentro del Plan de Infraestructuras Educativas, que a pesar de esta coyuntura "marcha a buen ritmo", según ha señalado el portavoz de la Junta, Juan Antonio González. Este mismo miércoles, el Consejo de Gobierno ha dado luz verde a dos nuevas actuaciones: la sustitución de carpinterías exteriores en el IES Augustóbriga de Navalmoral de la Mata por 816.000 euros y obras de eficiencia energética en el IES Cristo del Rosario de Zafra por algo más de un millón de euros.
Hasta la fecha, dentro de este plan se han realizado 1.103 actuaciones por importe de 94 millones de euros, a los que habría que sumar otros 63 millones de las 155 obras que están ahora ejecución. No obstante, González ha reconocido que en estas últimas hay dificultades por parte de las contratistas para cumplir los compromisos. La Junta «intenta renegociar si es posible, y si no busca una solución amistosa para volver a licitar», ha asegurado.
Obras paralizadas
En este contexto, fuentes de la Consejería de Educación han detallado después que son cuatro "grandes obras" las que se han paralizado por el alza de los costes y el efecto de la inflación. Son el nuevo centro educativo de Perales del Puerto, que contaba con un presupuesto de 1,2 millón de euros; el nuevo IES de Villafranca de los Barros, adjudicado por 5,9 millones; la sustitución de las cubiertas del IES Universidad Laboral de Cáceres (1,6 millones) y el nuevo centro de educación especial PROA, también en Cáceres (6 millones). Sobre este último, la Junta aclara que la empresa adjudicataria (Joca) reinició recientemente los trabajos en la parcela, pero finalmente "ha manifestado que no puede continuar con la obra" y se ha vuelto a paralizar.
Lo que ha ocurrido con estos cuatro centros educativos es un reflejo de lo que hace meses vienen denunciando las empresas: las consecuencias de la pandemia (provocó carencia de materiales por el cierre de algunas fábricas de suministros y, posteriormente, una súbita reactivación económica) y la guerra en Ucrania han encarecido desorbitadamente los precios de los materiales y las medidas de revisión que se han tomado desde la Administración no han sido suficientes. Según la patronal, tras anularse las compensaciones autonómicas, las estatales apenas cubren el 18% del incremento de los costes.
Educación recuerda que se trata de un problema global que afecta a toda la obra pública y destaca los esfuerzos para darle solución. Asegura que se han mantenido «infinidad de reuniones» con las contratistas de las obras en marcha para explicarles las medidas a las que se podían acoger y normalizar la actividad. «Si bien en numerosos casos estas medidas han resultado adecuadas y suficientes, en varios han sido infructuosas porque a las empresas no les salían las cuentas», se indica.
Quejas de los padres
La Junta se encuentra inmersa en los trámites de resolución de los contratos de las cuatro obras que no se han podido ejecutar para volver a lanzar una nueva licitación. Pero estos procesos son complejos y hay que seguir lo que marca la normativa vigente, lo que implica meses de trámites y mucho retraso.
Lo saben bien los vecinos de Perales del Puerto, un pequeño municipio de la provincia de Cáceres (941 habitantes) que lleva años esperando por su nuevo colegio. «Es la eterna promesa de la Junta con el pueblo», afirma su alcalde, Andrés Manzano. El anuncio se hizo en el año 2008, pero no fue hasta el verano de 2021 que comenzaron las obras.
Se adjudicaron por 1,2 millones de euros a la empresa Majoin. Hubo un primer parón de seis meses, la construcción se reanudó después pero al tiempo se terminó parando definitivamente. La Junta ya ha comunicado al consistorio que habrá una nueva licitación, un trámite que según Manzano podría alargarse hasta dos años. «Es una obra muy necesaria, el edificio actual es del año 1927 y no cumple las normas de seguridad», indica el primer edil.
La semana pasada el ayuntamiento, la Ampa y el propio colegio Virgen de la Peña convocaron una manifestación en señal de protesta. Han iniciado también una recogida de firmas y la presidenta de la Ampa, Alba Gómez Valle, anuncia que las protestas continuarán. «Después de la ilusión de 2021 estamos indignados», apunta Gómez, que recuerda que los 50 alumnos del centro no tienen culpa de la subida de precios.
«Queremos un colegio digno y seguro para nuestros hijos y antes de que ocurra un percance», apunta la presidenta. Según explica, la situación del centro es tal que los alumnos tienen que cruzar el patio para ir al baño porque los aseos están fuera, a lo que se suman «persianas descolgadas, canalones oxidados, socavones en el patio y ventanas que no aíslan del frío».
