Ultimátum de los catering que gestionan los comedores escolares en Extremadura: o la Junta da una solución a la modificación de los contratos para poder cubrir el alza de los precios de los alimentos o dejarán de prestar el servicio. Tal y como adelantó este diario, en julio mantuvieron ya una reunión con el Ejecutivo autonómico y a finales de octubre se les informó de la imposibilidad de encontrar una vía legal para proceder a este cambio. Pero ellos insisten en que se busque alguna alternativa porque la situación es ya «insostenible». 

Le dan de plazo una semana; de no tener noticias, acordarán plantarse. Así lo decidieron este martes las seis empresas adjudicatarias del servicio en la región en una reunión mantenida vía telemática, que sirvió para compartir la situación en la que se encuentran y valorar una posible huelga. «Llevamos esperando noticias desde julio, vamos a dar una semana para ver si tenemos noticias», confirma a este diario Francisco España, de Mediterránea Catering. 

Se han emplazado a un nuevo encuentro la próxima semana en el que, si el Ejecutivo autonómico no ha atendido a sus peticiones, votarán la paralización del servicio. De materializar este paro, se quedarían sin comedor escolar los 13.800 los alumnos de Infantil y Primaria que los catering atienden cada día desde principios de curso. El 80%, además, recibe este servicio de manera gratuita por estar becados. En total, según los datos de Educación, hay 385 comedores (215 gestionados por la Junta de Extremadura), lo que supone que el 63% de los colegios de la región cuenta con este servicio.

Lo que piden las empresas es que se les trate como a otros sectores, como el de la construcción, al que sí se le ha aceptado esa revisión de los precios para conseguir que las obras sigan adelante. «El problema es el departamento de intervención que dice que no sabe cómo encajar la subida de los precios en el contrato actual», explica Francisco España. Ellos reivindican, no obstante, que en la ley de contratos públicos existe un artículo que permite ese cambio «por circunstancias sobrevenidas que fueran imprevisibles en el momento de la licitación». «Este es el caso, porque cuando se firmó el contrato nadie podía prever que este año iba a haber esta escalada de los precios», añade España.

Pierden un euro por menú

Los menús cuestan 4,20 euros y están perdiendo casi un euro por cada uno. «Hay catering que están con la soga al cuello, perdiendo dinero de su bolsillo, y nos quedan todavía siete meses de curso. No se puede aguantar», insiste el responsable de Mediterránea Catering. «No hablamos de márgenes o de ganar más o menos, sino de que ofrecer un servicio en garantías y de calidad se convierte en inviable», añade Roberto Barrios, de Cantueso Catering.

Para ellos, dice, la solución más fácil sería bajar la calidad y reducir la variedad de los menús, pero se niegan. O se presta el servicio en condiciones o lo dejan. «A los que nos dedicamos a esto no nos gusta hacer las cosas mal para que pague el pato quien no le toca. Trabajamos para colectivos sensibles y no tienen que ser los perjudicados», sentencia Barrios.