DATOS DEL SERVICIO EXTREMEÑO DE SALUD

El retraso en las pruebas eleva un 22% las derivaciones a la privada

En 2022 más de 65.000 pacientes fueron atendidos en clínicas por superar los tiempos legales de espera. El importe de los conciertos alcanza los 12,5 millones: 103 euros de media por prueba y 2.064 por cada intervención quirúrgica

Resonancia magnética en el Hospital Universitario de Cáceres.

Resonancia magnética en el Hospital Universitario de Cáceres. / Francis Villegas

El retraso que acumulan las listas de espera saniaria para someterse a pruebas médicas ha disparado un 22% las derivaciones del Servicio Extremeño de Salud (SES) a la sanidad privada. A lo largo del año 2022 un total de 65.607 personas fueron derivadas a las clínicas con las que la Consejería de Sanidad tiene conciertos y en el 95% de los casos fue para realizar pruebas de diagnóstico: resonancias magnéticas, TAC, ecografías, mamografías, densitometrías y endoscopias son las más habituales. El año pasado también se derivaron 2.982 operaciones a las clínicas privadas, pero sin embargo en este caso se aprecia una reducción importante respecto al 2021: 1.102 intervenciones menos. 

Son datos facilitados por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, que explica que durante 2022 se registró una menor derivación para procedimientos quirúrgicos y creció la relativa a pruebas diagnósticas como consecuencia del incremento de la actividad tras la pandemia. Así, al generarse más consultas en los hospitales, se solicitaron más pruebas diagnósticas. Y ante este incremento de la demanda, «el SES activó una mayor derivación de pruebas para evitar que se produjera un aumento de los tiempos de espera».

La ley de tiempos de respuesta sanitaria establece una demora máxima de 180 días para operarse, 60 para ir a consulta y 30 para pruebas

El objetivo de estas derivaciones es dar cumplimiento a lo estipulado en la Ley de Tiempos de Respuesta en la Atención Sanitaria Especializada del Sistema Sanitario Público de Extremadura, que establece un máximo de 180 días para someterse a una intervención quirúrgica, 60 para una primera consulta con el especialista y 30 para hacerse pruebas diagnósticas. Si el paciente en espera supera estos plazos y no le ofrecen la derivación, puede reclamársela al SES a través de la oficina de la Defensora de los Usuarios del Sistema Sanitario Público.

El 47%, fuera de garantía

A cierre de 2022 casi la mitad de los pacientes que estaban en lista de espera en Extremadura (47%) superaban esos tiempos máximos, que actualmente solo se cumplen en la demora media para operaciones: 155 días. En consultas está en 80 y en pruebas se dispara hasta los 53, aunque con grandes diferencias entre pruebas radiológicas (34) y funcionales (73). En el caso de las pruebas, el 70% de los pacientes está fuera de garantía (supera los 30 días ‘legales’ de espera), frente al 30% que lo está en la lista de espera quirúrgica o el 50% en la de las consultas externas. 

En este contexto, la Consejería de Sanidad detalla que durante el año 2022 se realizaron un total de 65.607 derivaciones a clínicas privadas, lo que supone un 12% más que en 2021, cuando se realizaron 51.544. Del total de procedimientos realizados en la privada, 62.625 fueron pruebas diagnósticas, un 32% más que en el año anterior (47.400), sobre todo resonancias magnéticas, TAC, ecografías, mamografías, densitometrías y endoscopias.

Pese al aumento en las pruebas, cae un 26% la derivación en las operaciones: son 2.982, 1.102 menos

En el caso de las operaciones, en 2022 se realizaron en clínicas privadas un total de 2.982 intervenciones quirúrgicas, un 26% menos que en 2021 (4.084). Se derivan intervenciones de prótesis de rodilla, cadera, artroscopias, reparación de deformidades de los dedos de los pies, hernias, colecistectomías, cirugías de incontinencia urinaria, cataratas y varices, fundamentalmente.

Esta atención en la privada le supuso al SES un desembolso de 12,5 millones de euros, lo que también supone un aumento de más de dos millones de euros frente al año anterior. En concreto, fueron 6,15 millones de euros por las 2.982 operaciones (una media de 2.064 euros por intervención) y 6,43 millones por las 62.625 pruebas (una media de 103 euros por cada una de ellas). 

Según indica la consejería, para 2023 las previsiones son similares a las del año anterior. Actualmente está en proceso de actualización de ambos contratos (Galeno para pruebas y Paracelso para operaciones), que se adjudicarán en el primer semestre.

Hasta cuatro meses para una endoscopia

La lista de espera para someterse a pruebas diagnósticas es la que presenta en estos momentos una situación más preocupante. Según los últimos datos facilitados por el Servicio Extremeño de Salud (SES), un total de 27.641 personas esperaban a cierre de 2022 para realizarse pruebas diagnósticas en Extremadura. La cifra cae un 30% con respecto a diciembre de 2021, pero la espera media está en 53 días, frente a los 30 que marca la ley de tiempos de respuesta sanitaria. 

No todos los pacientes a los que el SES ofrece la derivación la acepta: el año pasado se produjeron 2.567 rechazos, fundamentalmente operaciones

Son casi cuatro meses y medio de espera para una endoscopia (la mayor demora), dos meses y medio para una ecocardiografía y casi dos meses para una ecografía o una resonancia magnética. Para reducir estos tiempos de espera el SES recurre a la privada a través de conciertos, pero también este campo comienza a sentir el colapso: aunque los seguros sanitarios aún son casi residuales en la región, el aumento de las listas de espera en la pública hace que cada año la cifra aumente (actualmente está en 15%, un 18% sumando a los funcionarios) y debido a ese mayor número de derivaciones por parte del SES, hace que para ciertas especialidades y pruebas la demora sea ya de hasta dos meses.

Así las cosas, también hay que decir que no todos los pacientes a los que el SES ofrece la derivación a la privada la acepta: en 2022 fueron un total de 2.567 personas las que rechazaron esta vía y prefirieron seguir esperando pese a la demora para recibir atención en un centro público. En la mayoría de los casos, los rechazos se dan en las operaciones: los pacientes prefieren que sea realizada por los profesionales de la sanidad pública y en las instalaciones del Servicio Extremeño de Salud.

El rechazo de la oferta de derivación a la sanidad privada no supone para el paciente demora añadida en la lista de espera en la que se encuentre incluido: continúa con la misma prioridad y antigüedad que tenía antes del ofrecimiento.

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