«Es altamente recomendable seguir usándolas si se tienen síntomas compatibles con el coronavirus. Yo no sé si el real decreto incidirá en esta cuestión, pero para eso estamos las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas». Fueron las palabras este martes del consejero de Sanidad y Servicios de la Junta, de José María Vergeles, ante la nueva normativa que entra ya en vigor con respecto a las mascarillas. Estas ya no son obligatorias en el transporte público, de manera que ni usuarios ni conductores han de llevarlas ya en trenes, taxis o autobuses. Tampoco serán necesarias en el metro, aviones, barcos o tranvías. Es un paso más en la eliminación de las huellas del covid en un momento donde la incidencia está baja y estable.

Lo cierto es que Extremadura se encuentra ahora mismo en nivel de riesgo cero. Se siguen produciendo fallecimientos por el virus, pero en menor medida que por la gripe, y continúa habiendo ingresados, pero ni las plantas de los hospitales ni las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) viven momentos de colapso por esta enfermedad.

De este modo, se dice adiós a 1.010 días de mascarilla obligatoria en los transportes públicos, si bien seguirá siendo aconsejable para las personas vulnerables o en presencia de síntomas de infección respiratoria.

Además, el tapabocas sí seguirá siendo obligatorio en hospitales centros sanitarios en general y farmacias.

La nueva normativa fue aprobada este martes en el Consejo de Ministros y este miércoles se publicará en el Boletín Oficial de Estado (BOE). Justo desde ese momento estará en vigor. 

Entre los argumentos para aprobarla, que no tenía sentido que no fuera obligatoria en aglomeraciones y sí en el transporte público.