El Periódico Extremadura

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la situación de un sector clave del campo en extremadura

Una montanera «compleja» dejará una caída del 20% en los sacrificios

El sector habla de «crisis», agudizada por la sequía. y lastrada por los costes y los efectos de la pandemia. Dehesa de Extremadura no prevé certificar más que un tercio de las 24.000 piezas de cada año

Una piara de cerdos en una dehesa extremeña. EL PERIÓDICO

«Ha sido una montanera muy complicada en Extremadura. La sequía del año pasado ha provocado que no haya bellota y eso ha condicionado todo», dice Vidal Ramos, ganadero de cerdo ibérico de una familia con una larga tradición en el sector en Extremadura. Viendo el escenario, optó por reducir este año un 30% el volumen de animales que metía para el engorde en la dehesa y no ha pasado de las 1.500 cabezas, que han resultado ser la cifra idónea para la carga de bellota que había en la finca que tiene entre Puebla de Obando y Aliseda. En una semana enviará los últimos animales para sacrificio y solo con 60 de ellos no han logrado el engorde mínimo, por lo que se destinarán a cebo de campo. 

Los demás animales, eso sí, se han enviado al matadero este año «con una arroba (unos 13 kilos) menos de peso, pero con muy buena calidad por las pruebas que hemos hecho de infiltraciones», cuenta el ganadero. Ha contribuido a esa calidad no solo haber ajustado la cantidad de animales, sino también «haber contado con mucha hierba». «Sin la hierba habría sido una montanera aún peor», asegura.

Sin bellota suficiente por la sequía

La campaña que describe Vidal Ramos es, en esencia, la que han vivido este año los ganaderos extremeños de ibérico; con algunas diferencias entre las provincias de Cáceres y Badajoz porque en la pacense había aún menos bellota y por tanto ha sido necesario ajustar las cargas de animales por hectárea para asegurar bellota suficiente para garantizar el engorde en la dehesa. 

«La montanera ha sido altamente compleja y el horizonte no es bueno»

Elena Diéguez - AECERIBER

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En el sector hablan de «crisis» derivada de factores que van desde la pandemia y el cierre del sector Horeca y sus efectos: «Que el producto se quedara colgado sin que nadie lo consumiera generó incertidumbre en el sector y eso ha derivado en una retracción de la producción, que además se ha visto afectada este año por la falta de agua», explica Elena Diéguez, directora técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber). Eso ha provocado, en primer lugar, que la montanera sea más corta: «Ha empezado más tarde y va a terminar también más temprano», dice. Se retrasó unas dos semanas y se adelantará al menos una para terminar en febrero.

«Hemos optado por reducir un 30% los animales, porque no había bellota»

Vidal Ramos - PRODUCTOR DE IBÉRICO

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Los datos de sacrificio no están cerrados porque aún quedan por delante otras dos semanas; pero sí se espera una reducción de al menos el 20%, «aunque podría ser incluso mayor», apunta Diéguez. La razón es que han entrado menos cochinos en la dehesa y hay casos en los que no se alcanza además el engorde mínimo.

Extremadura mata cada año unos 300.000 cochinos durante la montanera, lo que supone alrededor de la mitad del ibérico de bellota (unos 680.000 animales en España). El año pasado se mataron 254.818 animales, según la Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) y para este se espera una merma de unos 50.000 cerdos como mínimo. «Ha sido una montanera altamente compleja», subraya Diéguez, que habla además de un «horizonte complicado y nada halagüeño» para el sector, a pesar de la recuperación del consumo tras la pandemia. «Mi opinión personal es que en el próximo año podremos mantener las cifras, pero dudo que se recuperen», aventura.

La caída es mayor en la DOP

La caída de la producción en esta campaña será especialmente acusada en la certificación del producto bajo el sello de la DOP Dehesa de Extremadura. En ese caso se espera un descenso que dejará las certificaciones en un tercio de lo habitual: unas 10.000 piezas, frente a las 30.000 que el año pasado quedaron bajo el sello de calidad en una campaña especialmente buena (lo habitual ronda las 24.000).

«No recuerdo una campaña tan complicada como la de este año»

Álvaro Rivas - DOP DEHESA DE EXTREMADURA

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El director técnico de la DOP Dehesa de Extremadura vincula a la climatología la caída que esperan: «El ganadero era por un lado consciente de que había menos bellota y ha metido menos animales; pero también ha habido casos en los que se han excluido en el transcurso de las visitas de los técnicos durante la campaña para comprobar que se siguen los estándares de calidad que se requieren», explica. 

«No recuerdo yo una campaña tan complicada como esta», apunta Rivas. Porque en la climatología no solo la sequía ha sido el problema («hay zonas en las que llovió cuando no tocaba o hizo mucho viento y tiró la bellota el suelo», apunta) y porque a ese factor se han unido los problemas que arrastraban ya en todos los eslabones de la cadena: «Por un lado el incremento de los costes de los piensos para los ganaderos; los costes de la energía en el caso de la industria y el producto acumulado de campañas anteriores en la distribución», relata. «Lo positivo -al menos de momento- es que el mercado no se ha resentido; pero la situación puede cambiar en cuatro o cinco meses», aventura.

El matadero de Cibex se retrasa hasta marzo

El macromatadero de cerdo ibérico vuelve a retrasar su apertura y no entrará en producción hasta el mes de marzo. Fuentes del proyecto aseguran que comenzará a operar «a mediados de ese mes», cuando se espera que se hayan completado las pruebas que se están llevando a cabo desde diciembre y en las que «se han detectado algunos fallos que se han ido solventando», explican. 

Tras varios retrasos durante la tramitación y la fase de ejecución del proyecto, la previsión de los empresarios que integran el Complejo del Ibérico de Extremadura (Cibex) era que el matadero realizara los primeros sacrificios en esta montanera; se han llevado a cabo algunos, pero únicamente dentro de la fase de pruebas. La entrada en actividad, por tanto, se llevará a cabo con animales de cebo de campo, puesto que la montanera concluirá a finales de febrero. 

El matadero entró en fase de pruebas en otoño con los primeros 70 trabajadores. La capacidad de sacrificio que se prevé allí cuando se alcance el pico máximo, en el horizonte de 2025-2026, será de 285.000 animales; 37.620 toneladas de carne procesada.

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