¿Cuál es la situación de la transición energética en Europa?

Creo que hoy en día en toda Europa somos conscientes de la necesidad de acometer una transición energética, y también de cuáles son los grandes retos que tenemos que afrontar. El primero, sin duda, es la actual dependencia energética, porque en esta transición vamos a pasar de depender de terceros para el suministro de combustibles fósiles a depender de terceros para el suministro de las materias primas críticas que son imprescindibles en esta transición verde. Hablamos de litio, pero también de cobalto y de otras tierras raras. Por eso se está avanzando en Europa en una ley de materias primas críticas que permita acelerar un proceso en el que no podemos quedarnos atrás. Hablamos de un proceso en el que países como Estados Unidos y China acaban de dar pasos muy importantes aprobando leyes y subvenciones que favorecen la extracción y transformación de estas materias primas. Si no hacemos algo similar en Europa nos volveremos a quedar fuera de esta revolución industrial y energética, como ya nos pasó en la industria de los semiconductores, donde todas las inversiones se realizaron fuera de Europa.

-¿Cuáles son los principales obstáculos para que esta transición verde sea real lo antes posible?

-El primer paso es que todos seamos conscientes de la importancia de este proceso. No solo los gobiernos y las administraciones, también los ciudadanos. Y digo esto porque hablamos mucho de luchar contra las emisiones de CO², hablamos de mejorar las energías renovables y el desarrollo de los vehículos eléctricos… pero parece que no estamos dispuestos a que las materias primas que son imprescindibles para ello se extraigan en nuestro país. Este efecto está muy estudiado, se llama “Not In My Back Yard” (no en mi patio trasero) y se refiere a cómo siendo conscientes de esa necesidad, no estamos dispuestos a asumir que sea cerca de nosotros. En el fondo es una actitud algo egoísta, en la que nosotros disfrutamos de todas las ventajas y comodidades de disponer de esas materias primas mientras en otros países se desarrollan proyectos sin las garantías medioambientales o laborales que habría en Europa. 

Ramón Jiménez Serrano, consejero delegado de Extremadura New Energies. J. VENTURA

“Nuestro proyecto ahorrará la emisión de 1,1 millones de toneladas de CO2”

Ramón Jiménez Serrano - Consejero Delegado de Extremadura New Energies

-Pero eso tendría consecuencias directas…

-En realidad es bastante sencillo de explicar. Para desarrollar el vehículo eléctrico y hacer posible el almacenamiento de las energías renovables necesitamos litio. Actualmente el litio se extrae en algunos países fundamentalmente en África, Sudamérica y Australia, y luego se transporta hasta China, donde se transforma para volver a transportarlo hasta aquí. Por ver un ejemplo fácil, el proyecto de extracción y procesado de litio que vamos a desarrollar en Cáceres supondrá a lo largo de su vida útil evitar la emisión a la atmósfera de 1,1 millones de toneladas de CO², o lo que es lo mismo, las emisiones de toda España durante cinco años. ¿De verdad creemos que es viable seguir dependiendo de los combustibles fósiles como hasta ahora? La ONU lo ha dejado claro: estamos ante una emergencia climática y tenemos que tomar medidas urgentemente.

“Para desarrollar el vehículo eléctrico y hacer posible el almacenamiento de las energías renovables necesitamos litio”

RAMÓN JIMÉNEZ SERRANO - CONSEJERO DELEGADO DE EXTREMADURA NEW ENERGIES

-En este escenario, ¿qué propone su empresa?

-Lo primero, que haya mucha información y que sea lo más veraz y lo más transparente posible, porque todavía hay quien se empeña en difundir información manipulada o falsa sobre el proyecto por motivos puramente ideológicos o personales. Lo que queremos desarrollar en Cáceres es un proyecto que responde a los más altos estándares tecnológicos y de sostenibilidad medioambiental, y no podemos olvidar que en Europa la normativa que regula la actividad minera es de las más restrictivas del mundo. Queremos que la gente sepa que Europa está mirando con mucho interés nuestro proyecto, e incluso lo estudian como un modelo de minería verde y sostenible.

-Pero el proceso tradicional de transformación de litio en hidróxido de litio es altamente contaminante y precisa de grandes cantidades de ácido sulfúrico.

-Por eso hemos desarrollado un nuevo proceso innovador, en colaboración con InnoEnergy, que nos permite realizar esa transformación sin ácido sulfúrico, solo con elementos inocuos. Un proceso, por cierto, que está en fase de patente, por mucho que haya quien no quiera saberlo. Y, además, seguimos teniendo equipos de investigación trabajando para mejorar aún más ese proceso en los próximos meses. Lo que sí es seguro a estas alturas, como ya hemos dicho, es que solo usaremos ácido sulfúrico para regular el ph dentro del proceso de obtención del hidróxido de litio, y este es un procedimiento estándar, similar al que se usa para regular el ph del agua de las piscinas o incluso en el sector agroalimentario.

“Hoy en día en toda Europa somos conscientes de la necesidad de acometer una transición energética”

RAMÓN JIMÉNEZ SERRANO - CONSEJERO DELEGADO DE EXTREMADURA NEW ENERGIES

-El proyecto ha cambiado mucho desde que lo presentaron por primera vez. ¿Por qué ahora si es posible una mina subterránea y no lo era al principio?

-Es verdad que es un proyecto completamente nuevo, que no tiene nada que ver con el que se presentó en el primer momento. La primera razón de este cambio es que la empresa ha escuchado lo que demandaba la ciudad de Cáceres, y ha trabajado mucho para dar respuesta a esas inquietudes que tenían tanto la ciudadanía como las propias administraciones. En segundo lugar, hay que ser honestos, y tenemos que reconocer que este cambio ha sido posible gracias al incremento del precio de mercado del litio y las previsiones que manejamos para las próximas décadas, porque hay que tener en cuenta que este nuevo proyecto supone una inversión mucho más elevada de la inicialmente prevista. Lo que sí tenemos claro es que no hay marcha atrás. El proyecto original, el de la mina a cielo abierto, ya no existe, y de hecho el único documento que hay registrado a día de hoy es el documento de inicio que presentamos en octubre, que ya incluye todos los cambios.

-¿Qué más han cambiado?

-Le hemos dado la vuelta totalmente al proyecto, y no solamente en lo que se refiere a la extracción, que ha pasado a ser 100% subterránea. También hemos diseñado un proyecto capaz de abastecerse de energías renovables, con su propia planta de hidrógeno verde, un sistema de abastecimiento de agua en circuito cerrado y sin vertidos y maquinaria 100% eléctrica. Estamos muy orgullosos del proyecto que hemos puesto sobre la mesa, creemos que recoge todo lo que es técnicamente posible a día de hoy para que sea medioambientalmente sostenible. No es casualidad que Europa lo quiera clasificar como un proyecto de minería verde y sostenible.

-Pero sigue habiendo oposición al proyecto a través de la Plataforma Salvemos la Montaña…

-El primer día que llegué a Cáceres hace ya casi un año hablé con su portavoz y le ofrecí una reunión para explicarle las novedades técnicas del proyecto. Me dijo que se la pidiese por email, lo hice… y hasta hoy. La realidad es que todavía no han querido conocer el proyecto de primera mano, no nos han preguntado personalmente las dudas técnicas que puedan tener y siguen difundiendo información que no es real, no sé si por desconocimiento o por mala fe. En cualquier caso, mi oferta sigue ahí, y cuando quieran podemos hacer una reunión de carácter técnico para aclarar cualquier aspecto sobre el que tengan dudas. También les hemos ofrecido un debate público, donde y cuando quieran, para que la gente de Cáceres pueda conocer las dos visiones que hay del proyecto, pero tampoco quieren debatir. Así que la realidad es que siguen hablando sin conocer el proyecto.