En Extremadura no solo encontrarás naturaleza, historia y patrimonio, sino también gastronomía. La región cuenta con unas rutas en las que descubrirás y degustarás los mejores productos que ofrece la tierra. Pero, ¿sabes qué productos no debes perderte si viajas por Extremadura o en tu lugar de procedencia?
Continúa leyendo que te ofrecemos un resumen de los delicatesen de la cocina extremeña fáciles de adquirir incluso si te encuentras en Nueva York.
Vamos a empezar con el rey de la casa: el jamón Dehesa de Extremadura. Nos referimos a los jamones ibéricos de pura raza con denominación de origen. Se trata de un producto sublime, exquisito gracias a las inigualables condiciones de la crianza de los cerdos pata negra en las dehesas extremeñas.
Junto al jamón tropezarás con los embutidos ibéricos como el lomo, el morcón, el salchichón y el chorizo, todos productos incomparables y derivados de esos cerdos criados como mimo.
Tras estos excelsos productos, te vamos a sugerir que pruebes el aceite de Monterrubio, cuya denominación de origen incluye 16 localidades ubicadas en las comarcas de La Serena, La Siberia y la Campiña Sur.
Dicen los expertos que este aceite de oliva virgen se caracteriza por su tono verdoso gracias a unas variedades muy concretas de aceitunas: Cornezuelo, Picual, Pico-Limón, Corniche, Mollar, Cornicabra y Morilla.
Al degustar este oro vegetal notarás, según catadores profesionales, un sabor afrutado, muy aromático y con toques almendrado y picante.
La sobresaliente calidad de este aceite también se debe a que en su elaboración sólo se utilizan las aceitunas recogidas directamente de los olivos, nunca las que se caen al suelo.
Además de este aceite, en las comarcas de Gata y Las Hurdes nos topamos con otro, también con denominación de origen. En este caso, este oro líquido se extrae gracias a la aceituna manzanilla cacereña. Su tono es amarillo verdoso y su sabor afrutado con aroma dulce.
Los quesos
Dejamos a un lado el aceite para aproximarnos al queso. Extremadura goza de una gran variedad apoyadas en denominaciones de origen protegida como la Torta del Casar.
La peculiaridad de este artículo se descubre en que se elabora con leche cruda de oveja y el cardo silvestre como cuajo vegetal. Su textura es cremosa y su sabor ligeramente amargo.
De la torta pasamos al queso Ibores. Un queso de cabra elaborado en la comarca de Los Ibores. Además de poseer una estructura mantecosa basada en la lecha cruda, una de sus singularidades es las escasas cantidades que se elaboran.
Hasta aquí algunos quesos de la provincia de Cáceres, pero la de Badajoz también cuenta con alguna denominación de origen como los de La Serena, cuya base es la leche de las ovejas merinas. Su textura se caracteriza por su consistencia blanda, semejante a la Torta del Casar.
Cerezas del Jerte y miel de Villuercas-Ibores
Dejamos a un lado los productos procedentes del cerdo, la aceituna y la leche, y viajamos al Valle del Jerte, donde se producen las mejores cerezas de España y, tal vez, del mundo: las Cerezas del Jerte.
Son frutos de sabor dulce y sabroso, sin pedículo porque en su recolección manual se dejan en el árbol.
La comarca de Los Ibores se une a la de Las Villuercas para crear la denominación de origen Miel Villuercas-Ibores. Esta miel posee dos variedades. La monofloral de la retama, de color ámbar oscuro, muy dulce y aromática; y la multifloral, con un sabor floral intenso y de color más claro.
El vino, pimentón de La Vera, la ternera y el cordero
El vino también conforma este listado de alimentos soberbios para paladares excelsos. Se trata de la denominación de origen Ribera del Guadiana, en la que se unen seis comarcas extremeñas de gran tradición vitivinícola.
Y, por último, pero no menos destacados descubrimos el Pimentón de La Vera, la ternera de Extremadura y el cordero.
Del pimentón mucho se puede hablar. Podrás adquirirlos en las principales tiendas gourmets del mundo y en pocas cocinas falta. El fruto maduro se seca con leña de encina y roble de manera tradicional.
En cuanto a la ternera, al igual que el cerdo pata negra, se cría en las dehesas extremeñas. La Indicación Geográfica Protegida vela por esta raza autóctona extremeña, porque su alimentación sea natural y se críe en extensivo.
El colofón de esta enumeración de productos extremeños lo pone el cordero. En este caso, el animal nace en las dehesas extremeñas, lo que aporta a su carne un sabor exquisito y un nivel de engrasamiento moderado. La indicación geográfica protegida Corderex se encarga de salvaguardar la pureza del animal y del producto final.