lento avance hacia la movilidad de bajas o nulas emisiones

Extremadura triplica en cuatro años las ventas de vehículos eléctricos

La región sigue a la cola, pero los híbridos despegan y la compra de electrificados se duplica desde 2018. Hay 206 puntos de recarga públicos en la comunidad, que se sitúa a la cabeza en estas instalaciones

Punto de recarga rápida para coches eléctricos situado junto a la autovía A-66 a la altura de Casar de Cáceres.

Punto de recarga rápida para coches eléctricos situado junto a la autovía A-66 a la altura de Casar de Cáceres. / lorenzo cordero

El vehículo electrificado va calando en Extremadura con el impulso de las ayudas a la compra, un cambio de mentalidad en los consumidores y el horizonte de restricciones que se ha dibujado ya desde Europa, y que se está materializando en forma de zonas cero emisiones en las grandes ciudades para todos aquellos vehículos que utilicen combustibles fósiles. El avance es lento y Extremadura aún sigue a la cola si se compara su situación con las regiones más avanzadas, pero la realidad es que las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos casi se han triplicado en los cuatro últimos años, pasando de los 1.034 que se registraron al cierre de 2018 a los 2.873 del año 2022, según los datos de Anfac (la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones); en ellos se incluyen tanto a turismos y todoterrenos como a los vehículos comerciales y autobuses, aunque son los dos primeros los que más volumen aportan a la estadística: nueve de cada diez compras de híbridos o eléctricos son de utilitarios. 

El incremento es lento pero sostenido incluso en los años de la pandemia, con el desplome que las restricciones marcaron en la venta de vehículos y se acentúa especialmente en el último año: en el caso de los eléctricos puros se registró en 2022 un incremento porcentual del 45%, con 508 nuevas matriculaciones; mientras se estancó en ese periodo la compra de híbridos respecto al año anterior. Hay que tener en cuenta en todo caso que 2021 cerró con un incremento del 60% en las ventas de híbridos, con 2.397 nuevas matriculaciones. La tendencia para el 2023 que han dibujado los dos primeros meses dan a entender al sector que la estadística seguirá incrementándose a lo largo de los próximos meses: las ventas de enero y febrero vuelven a subir en el caso de los híbridos (+20%) y se duplican en el caso de los eléctricos respecto al año anterior (114 vehículos en 2023 frente a las 66 del arranque de 2022). 

Mucho margen de mejora

«Es innegable el crecimiento de los eléctricos en el mercado extremeño; en tan solo dos meses de este 2023, ya se han registrado prácticamente el mismo número de unidades de las que se vendieron a lo largo del conjunto del año 2019», apuntan también desde la patronal de los concesionarios, Faconauto. Son 114 coches eléctricos en lo que va de año, frente a los 123 que se vendieron en todo el 2019. «No obstante, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a su implementación entre los usuarios extremeños, pues, todavía, los combustibles más tradicionales son los que continúan copando la mayoría de la cuota», apuntan también. 

En los dos primeros meses de 2023 se han matriculado tantos coches eléctricos como en todo el 2019

Esa cuestión queda reflejada en la tasa de penetración del vehículo electrificado que publica Anfac y que relega a Extremadura a la cola, solo por delante de Ceuta y Melilla. Se sitúa en 23 puntos (mide sobre 100) se ha duplicado en los tres últimos años, pero aun así está a más de 40 puntos de las regiones a la cabeza: Madrid (63) y Cataluña (51). En ambas regiones, eso sí ya hay restricciones para los vehículos de combustibles fósiles. 

También avanzan y mejoran las infraestructuras de recarga, que son esenciales para el funcionamiento de los vehículos enchufables. En ese caso Extremadura está en el vagón de cabeza, con 9,3 puntos y ligeramente por encima de la media española que se sitúa en 9 puntos, según el barómetro de Anfac. Baleares (16,4) y Cataluña (14) lideran la estadística, y en ella se hace constar el avance en los últimos años, aunque también, que incremento «viene en su mayoría del aumento de puntos de recarga lenta, que han crecido más que los rápidos».

La situación en Extremadura

Los últimos datos publicados por Anfac cifran en 206 los puntos de recarga en la región, y solo 4 de ellos están por encima de 150 kW, mientras que 146, más de la mitad, son de 22kW, los más lentos. Esos datos son de 2021. Los del portal Electromaps, que recopila todos los puntos de recarga de España con datos actualizados incluye más de 270 puntos de recarga en Extremadura (167 en la provincia de Badajoz y 117 en Cáceres), aunque hace constar también que los hay que no funcionan. Ese mapa incluye una veintena de puntos de recarga rápida , que son los de más de 100 kW y solo dos de recarga ultrarrápida, ambos en Mérida. La diferencia entre uno y otro es de apenas unos minutos y no todos los coches pueden responder a los más potentes, pero sí es importante la diferencia entre todos los que están por debajo de 100 kW: pasa de cargar más de la mitad de la batería al 50% en unos 30 minutos, ha hacerlo en varias horas.

Los puntos de recarga aumentan y son más rápidos, pero se concentran en las autovías

«Extremadura está rezagada, pero la situación ha mejorado. Ya se puede ir de Badajoz a Madrid, Sevilla o Lisboa con un vehículo eléctrico, haciendo una parada de media hora para recargarlo», dice Juan Manuel Moya, delegado en Extremadura de la Asociación de Usuarios del Vehículo Eléctrico (AUVE). El problema es que este tipo de infraestructuras dependen de la inversión privada y por tanto de la rentabilidad que vayan a tener; y eso se traduce en que están enclavadas especialmente en las principales vías de comunicación, las autovías, lo que deja al margen a los entornos rurales.

En cuanto a la evolución de la venta de coches electrificados, desde esta asociación comparten la distancia que separa aún a Extremadura del resto de regiones, y lo atribuyen más que a la situación de los puntos de recarga «a un tema económico». Los vehículos eléctricos son más caros que los de combustibles fósiles (entre 7.000 y 10.000 euros) y las ayudas del plan Moves «están bien dotadas, pero no están funcionando como nos gustaría porque son muy lentas, y eso disuade a mucha gente», considera Moya, que plantea un cambio de modelo para incentivar aún más la compra de este tipo de vehículos

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