En el siglo XVI, un extremeño puso los cimientos en Europa de un juego de estratégica, en el que se retan dos contrincantes y en el que la mente trasciende al propio juego. Desde algunos ámbitos, elevan este divertimento a la categoría de arte y ciencia, pero, además, se considera saludable, divertido y terapéutico. Un juego, considerado por el Comité Olímpico Internacional como deporte, que necesita un tablero cuadriculado de 64 casillas y 32 piezas, blancas y negras (un rey, una dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones).
Estamos hablando de Rodrigo (Ruy) López de Segura (Zafra, 1530-Perú, 1590) y del ajedrez. Pues López de Segura no sólo escribió Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez, en 1561, considerado como el primer tratado de ajedrez de Europa, sino que se trata del campeón más antiguo del mundo de este deporte (luego llegó Leonardo da Cutri, en 1575). Además, en su exitoso currículo hay que incluir que es el autor de la conocida apertura española o Ruy López (1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5).
Natural de Zafra
Ruy López de Segura era el hijo de María y Hernán López de Segura, mercaderes acomodados de Zafra, que despuntó desde muy joven por su interés por el ajedrez. Era clérigo y en 1560 se trasladó a Roma, donde se codeó con importantes ajedrecistas italianos (en el siglo XVI, Italia era el epicentro del ajedrez en Europa).
Entre sus hazañas, además de las mencionadas, también destacan el lance de la captura al paso (un peón captura a otro peón inmediatamente después de que este último se haya movido dos escaques adelante desde su posición inicial) y vencer a los mejores ajedrecistas italianos durante el pontificado de Gregorio XIII. También practicó la modalidad del ajedrez a la ciega (variedad del ajedrez clásico que se practica sin ver el tablero. Los jugadores se abstraen tanto su posición como la de su rival).
Los favores de Felipe II
Gracias a estos éxitos, nuestro extremeño recibió los honores del rey Felipe II y se convirtió en su confesor y consejero.
En 1575, el monarca convocó un torneo en su corte y reunió en El Escorial a los mejores ajedrecistas españoles e italianos. Esta prueba se considera como el primer torneo internacional de maestros y la primera vez, a juicio de estudiosos, que se juega un gambito de rey.
Se alzó con el triunfo Leonardo da Cutri, al que Ruy López de Segura, ganó en varias ocasiones.
En 1570, se trasladó a Lima porque su hermano Alonso vivía allí y en la capital peruana murió entre 1580 y 1590.