El nuevo Plan Especial de Protección Civil ante Incendios Forestales en Extremadura (Infocaex) podrá anticipar la gravedad de un fuego en la región a través de una serie de factores que se van a tener en cuenta y que permitirán evaluar el escenario en el que se desarrolla ese fuego y con eso tomar decisiones para abordar el incendio en su conjunto; tanto en las labores de extinción y los medios necesarios como en el operativo para la población en el caso de que haya riesgo para alguna localidad. La posibilidad de anticiparse y coordinar mejor los medios disponibles es uno de los principales elementos que ha destacado este viernes la directora general de Emergencias, Nieves Villar, sobre este documento adaptado a las circunstancias y los condicionantes de cada zona de Extremadura, que sustituirá al plan con el que se trabajaba hasta ahora, un marco general inspirado en la normativa estatal. "Es una herramienta muy eficaz, que permite ser más ágiles en la toma de decisiones. Obedece a la suma de muchos factores, de riesgos y de una medición muy pormenorizada para la región", ha destacado Villar.

Para determinar la gravedad de un incendio forestal se van a tener en cuenta principalmente dos tipos de factores: factores zonales y el factor del terreno. Los factores zonales van a evaluar por un lado la topografía, la orografía, las dificultades del terreno o el combustible en las distintas zonas y la continuidad de ese combustible; además medirá factores meteorológicos como la velocidad del viento o la humedad relativa y la vulnerabilidad de esa zona concreta, que se verá a través de una fotografía pormenorizada de todo el territorio. "Estamos en disposición de conocer todas las edificaciones vulnerables, cómo hacer la evacuación y cuál es el valor añadido que afecta al patrimonio natural", ha destacado sobre la importancia de conocer esos detalles. A cada uno de esos datos se le asignará una cuantificación numérica que oscilará entre los 7 puntos y los 72, y se asignará "un índice de gravedad potencial que iría desde bajo, moderado, alto y severo", ha especificado Villar sobre el análisis de los factores zonales.

"Es una herramienta muy eficaz, que permite ser más ágiles en la toma de decisiones; con la suma de muchos factores, de riesgos y de una medición muy pormenorizada para la región"

Nieves Villar - Directora general de Emergencias

Esos datos aun así no serán definitivos para determinar la gravedad de un incendio, porque se cruzarán con los que se han incluido en lo que se ha denominado "factor terreno". "Nos aporta una información complementaria que se hace in situ", ha precisado, con información propia de ese incendio como el número de focos, la distancia entre los mismos, cómo afecta a la población vulnerable, si hay humo o no, o los medios disponibles en ese momento. Con esos parámetros y el índice de gravedad potencial del incendio ya se establecerá una correlación para determinar la situación operativa de ese fuego.

El objeto del Infocaex es "trabajar de manera más organizada y sistemática" y esto lo posibilita porque define claramente cuáles son las funciones de todos los intervinientes a la hora de trabajar en las emergencias. El plan incluye una descripción del territorio, la orografía, la climatología , la vegetación, unos catálogos con el patrimonio cultural, de los bienes que hay que proteger, y también de los municipios y los riesgos que tienen en cada caso. El documento incluye además una serie de mapas en los que se han volcado los datos analizados en cuanto al peligro estructural frente a un incendio o el índice de la frecuencia en cada territorio.

Cambios para las 203 localidades en zona de alto riesgo

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El plan recoge también la relación de los 203 municipios que están en Zonas de Alto Riesgo de incendios (ZAR) y que tendrán que adaptar al Infocaex los planes de protección que tenían ya basados en el plan estatal. Estas localidades son las que tienen más de un 10% de su territorio en zona de alto riego de incendio forestal y están fundamentalmente en la mitad norte de la región. Igualmente tendrán que implantar o adaptar su plan de autoprotección los centros o industrias que estén en zonas de interfaz forestal o en ZAR, según ha señalado Villar. "De nada sirve que tomemos una serie de medidas en el territorio si no las vamos implantando todos. Es un engranaje que va de principio a fin", ha afirmado.

Las casas aisladas y las actividades de pequeña envergadura no tienen que hacer un plan de autoprotección, pero sí deberán adoptar una serie de recomendaciones que recoge el nuevo plan regional para proteger sus propias edificaciones (una franja de limpieza perimetral, medidas de extinción, planificación de evacuación o confinamiento en caso de fuego...).