La cesta de la compra sigue desbocada

El IPC de los alimentos no da tregua en Extremadura, con la mayor alza del país

En marzo se encarecieron un 19,3% respecto al año anterior y un 1,6% en comparación a febrero. El índice general se modera hasta el 2,9%, debido al ‘efecto escalón’ en los productos energéticos

El IPC de los alimentos no da tregua en Extremadura, con la mayor alza del país

El IPC de los alimentos no da tregua en Extremadura, con la mayor alza del país / JAVIER LIZÓN

En un solo mes, marzo, comprar legumbres y hortalizas frescas en los comercios extremeños se disparó un 9,2% respecto a lo que costaban en febrero; adquirir carne de cerdo se encareció un 5%; y las patatas y sus derivados hicieron lo propio en un 3,1%. Son tres ejemplos de cómo la inflación sigue cebándose con los alimentos. Y de cómo en Extremadura lo hace más que en ninguna otra comunidad autónoma. En el último año, el coste de llenar la cesta de la compra con alimentos y bebidas no alcohólicas ha aumentado un 19,3%, casi tres puntos porcentuales más que la media del país (16,5%) y por encima del todas las demás autonomías. En comparación al mes anterior, se elevan un 1,6%, de nuevo el nivel más alto de España, en este caso a la par que Castilla-La Mancha.

En marzo se igualó el dato de diciembre pasado, cuando se marcó el máximo de crecimiento interanual de los precios de la alimentación en más de cuatro décadas. Hay que retroceder hasta mediados de 1982 (el INE ha hecho más de media decena de cambios en la base de sus series desde entonces) para encontrar en Extremadura evoluciones de este calibre. 

Fue, además, el duodécimo mes consecutivo en el que el IPC de estos productos creció a doble dígito. Las rebajas en el IVA aplicadas por el Gobierno desde enero solo parecen haber contenido esta escalada en el primer mes del año, en el que los precios de la alimentación se mantuvieron estables en términos mensuales, pero posteriormente han vuelto a descontrolarse. 

«Lo que está produciendo esta situación es que hay muchas personas, las más necesitadas y vulnerables, que están dejando de consumir alimentos frescos»

JAVIER RUBIO MERINERO

— Presidente de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE)

En este último año, el aceite ha aumentado su precio un 35,7%; las legumbres y hortalizas frescas un 34,6%; el azúcar un 31,4%; la leche un 30,3%; los huevos un 25,7%; y la carne de porcino un 25,5%. Hasta aquí los artículos cuyo coste en los establecimientos extremeños ha subido en más de una cuarta parte, pero con una única excepción (la de frutas en conserva y frutos secos, con un 6,4% de alza), todas las rúbricas de alimentación que componen la estadística han experimentado auges de dos dígitos.

«Lo que está produciendo esta situación es que hay muchas personas, las más necesitadas y vulnerables, que están dejando de consumir alimentos frescos», lamenta Javier Rubio, presidente de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), quien se muestra partidario de «topar el precio de algunos alimentos básicos». Además, resalta, «es increíble que, siendo esta una comunidad agrícola y ganadera, el precio de los alimentos esté subiendo así».

El avance de los precios en alimentación deslució el dato del IPC general, que en Extremadura se moderó en marzo hasta el 2,9% (en febrero había sido del 5,7%) y al 3,3% en el conjunto del país. Esta ralentización se debió fundamentalmente al ‘efecto escalón’ en los costes energéticos, ya que en marzo de 2022 (mes con el que se establece la comparación ahora) la electricidad, el gas y el petróleo se desbocaron a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. En cuanto a la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) se situó en el 6,9% (7,5% en España). 

La secretaria general de CCOO de Extremadura, Encarna Chacón, apeló este viernes al Gobierno central para que ponga «límite» a los precios de los productos «básicos, fundamentales para la vida de la gente», toda vez que los costes de los alimentos están suponiendo «una auténtica burrada, una auténtica salvajada».

Asimismo, exigió de nuevo a los empresarios la «mejora» de las condiciones salariales de la clase trabajadora en Extremadura, «porque no puede ser que los beneficios empresariales se estén triplicando, cuadriplicando» y, sin embargo, a los salarios actuales de los trabajadores les lleguen únicamente «miserias». «Por lo tanto, basta ya, hay que poner límite a esto: los empresarios no se lo pueden estar llevando de esta manera descarada, y sobre todo en el sector de la alimentación como lo estamos constatando», argumentó.

En este sentido, criticó que el incremento del precio de los alimentos esté «en torno al 20%» a pesar del recorte en el IVA, «que no sabemos en qué bolsillo habrá quedado, pero que lo que está claro es que no es en el bolsillo de los trabajadores».

Desde UGT Extremadura, se insistió en la necesidad de «proteger y recuperar» el poder adquisitivo de los hogares extremeños ante el actual contexto económico, social e internacional «incierto». Por este motivo el sindicato incidió en que seguirá reclamando que las rentas salariales se ajusten al coste de vida actual, no solo para «evitar el empobrecimiento» de los trabajadores sino también para mantener y potenciar la actividad económica y la creación de empleo de calidad en la región.

Asimismo, UGT insistió en el llamamiento para la negociación de un acuerdo para el empleo y la negociación colectiva que «no deje a nadie atrás», con subidas salariales «justas» y «acorde al contexto económico actual».

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