Cuenta atrás para el primer tren electrificado en Extremadura

Si con cierta frecuencia se recuerda que la primera vez que se le puso fecha a la alta velocidad entre Lisboa y Madrid, pasando por Extremadura, fue en 2003 es porque dos décadas después, en 2023, la región aún no tiene ni un solo kilómetro de vía férrea con electrificación (es la única comunidad del país en esta situación). Hace 20 años, en la cumbre hispanolusa de Figueira da Foz, los entonces presidentes del Gobierno español y portugués, José María Aznar y José Manuel Durao Barroso, colocaron sobre la mesa el famoso AVE. Pero ese gran proyecto planteado -se habló de una conexión entre Lisboa y Madrid de 2 horas y 45 minutos para 2010- sigue hoy día básicamente en su primera fase. 

En la parte española, la nueva plataforma solo está activa en el trayecto entre Badajoz y Plasencia, pero aún falta que se pongan en marcha las catenarias para que los trenes dejen de ser diésel.

Ese paso, que será un hito en el transporte ferroviario de Extremadura, tendrá lugar a principios de este próximo verano. O al menos esa es la promesa del Gobierno.

El compromiso: que a mediados de julio, a más tardar, la vía entre Badajoz y Plasencia ya esté electrificada. Entonces sí se podrá hablar de alta velocidad (ahora mismo el eufemismo usado es ‘tren rápido’).

¿En qué punto están los trabajos? Desde Adif no cuentan con informes actualizados al respecto pero lo cierto es que ya en el mes de febrero se llevaron a cabo las primeras pruebas de electrificación de la alta velocidad con un tren laboratorio que recorrió la vía entre Badajoz y Plasencia (125 kilómetros) para comprobar el estado de las catenarias.

Más avances

Además, esta misma semana, el operador ferroviario ha puesto en marcha las subestaciones eléctricas de tracción de Carmonita y Cañaveral, necesarias para que haya electrificación. 

De este modo, todo apunta a que esta vez se cumplirá lo acordado, aunque la realidad es que las obras han avanzado a ritmo muy pausado. Adif instaló los primeros postes y todo el cableado para electrificar la plataforma del tren en diciembre de 2019 (arrancó en el tramo comprendido entre Cáceres y Mérida, concretamente a la altura de Carmonita). El paisaje ferroviario extremeño empezó a cambiar en ese momento. Este verano, tres años y medio después, se estrenarán las catenarias. 

Significará, entonces, que los convoys podrían alcanzar una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora en algunas partes del trayecto, lo que se traduce en más ahorro en el tiempo de viaje. 

Ahora mismo el recorrido entre Badajoz y Plasencia se puede completar -si no hay incidencias- en 2 horas y 14 minutos (en coche se tarda algo menos de dos horas); entre Badajoz y Cáceres, en hora y media (en vehículo, con el socavón incluido, supone en torno a una hora y 20 minutos); y entre Badajoz y Mérida se puede hacer en una media hora (algo menos que en coche). De este modo, el servicio ferroviario ya se ha vuelto competitivo en la región. A partir de julio lo será aún más. Pero no ocurre lo mismo más allá de la capital de Jerte.

Cuando el tren sale de Plasencia ha de volver a la antigua vía. Habría que recordar que el proyecto de la línea de alta velocidad entre Extremadura y Madrid se divide en tres secciones: Badajoz-Plasencia, Plasencia-Talayuela y Talayuela-Madrid. Esas dos últimas fases siguen a la espera.

Entre Plasencia y Talayuela, de los siete subtramos en que se divide el trazado, dos están acabados y los otros cinco permanecen en obras. Esto es, de los 68 kilómetros que completan el recorrido solo están listos 19.

El túnel

En el mes de febrero desde Adif aseguraban que se avanzaba a buen ritmo en esta segunda fase y destacaban la actuación en el túnel de la Dehesa del Terzuelo, de 1,5 kilómetros, uno de los que tendrá mayor longitud y una de las estructuras más singulares de todo el proyecto. Forma parte del subtramo Malpartida de Plasencia-Estación de Plasencia/Fuentidueñas. Pero de momento no hay fechas concretas de finalización de los trabajos.

Y entre Talayuela y Madrid no existe aún redacción del estudio informativo de por dónde circularía la plataforma del AVE, pues desde Toledo se han presentado alegaciones y hay dudas acerca de dónde colocar la estación. A sabiendas de que los trámites se alargan, desde el Ministerio de Transportes se optó por un plan B, esto es, electrificar la actual plataforma, de momento, entre Talayuela y Toledo. Pero una vez más los plazos se alargan porque hasta 2026 no estará la redacción del proyecto. 

¿Y Portugal?

En la zona lusa se espera que a lo largo de este 2023 se termine la obra de lo que será el primer tramo de alta velocidad en el país luso, entre Elvas y Évora (90 kilómetros).Además, existe el compromiso del actual primer ministro portugués, António Costa, de que en 2024 habrá un ‘tren rápido’ que unirá Lisboa y Badajoz. Al menos, esas fueron sus declaraciones en la última cumbre hispanolusa, celebrada este año en Lanzarote.

Más allá de las palabras, los hechos evidencian que, 20 años después, ese renombrado AVE entre Lisboa y Madrid, pasando por Extremadura, aún camina a paso lento.

Eso sí, la región, este verano, dos décadas más tarde, tendrá su primer tren electrificado. Empieza la cuenta atrás para que el servicio ferroviario extremeño entre en el siglo XXI.

La ministra de Transportes: «He cumplido todos los compromisos»

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, reafirmó esta misma semana que el actual Gobierno «ha cumplido todos y cada uno de los compromisos» que se adquirieron en el Pacto Político y Social por el Ferrocarril en Extremadura del año 2018. En ese sentido, aseveró que el Gobierno se toma «muy serio» el ferrocarril y el resto de infraestructuras en la región, «a diferencia de lo que hacía el anterior gobierno del PP». «Tenemos una nutrida hemeroteca llena de promesas incumplidas». Sánchez se pronunció de esta forma el pasado miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados en respuesta a una pregunta del diputado del PP por Badajoz Víctor Píriz sobre si «consideraba adecuado el servicio ferroviario que reciben los españoles».

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