la ciencia de los números se instala con fuerza en las empresas

Matemáticas vive un ‘boom’

La carrera experimenta en los últimos años una gran demanda de estudiantes y es ya la segunda con mayor nota de corte en la UEx: un 11,2. Su alta tasa de empleabilidad y la diversificación de las salidas profesionales en la era de los datos están detrás de su auge. Las empresas buscan alumnos incluso antes de terminar los estudios

Marina Díaz, Claudia, Pablo y Marina Polo, en una clase de la facultad, en Badajoz.

Marina Díaz, Claudia, Pablo y Marina Polo, en una clase de la facultad, en Badajoz. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

«No me gusta nada estudiar de memoria. Soy una persona que tiene un pensamiento muy lógico, me gusta demostrar las cosas, argumentarlas bien y por eso siempre me han gustado las matemáticas. Porque son como un puzzle en el que todo va encajando», cuenta Marina Díaz Fernández, que no se plantaba hacer otra cosa cuando llegó la hora de irse a la universidad. Su sorpresa fue que acceder a la carrera que deseaba cada vez se iba poniendo más complicado cuando ella estaba estudiando Bachillerato. «La nota de corte siempre había sido un 5 e incluso sobraban plazas, así que nunca me había preocupado. Pero cursando 2º de Bachillerato ya superaba el 10 y yo estaba alucinando», reconoce. 

Vio peligrar su vocación, así que su familia decidió hacer las maletas y dejar Madrid, donde había vivido hasta ahora, e instalarse en Badajoz, cerca de la abuela, para que Marina pudiera optar a tener plaza en la carrera que siempre había deseado estudiar: Matemáticas. «En Madrid ni lo eché porque estaba imposible y en Badajoz pude entrar con un 11,4 en la EBAU pero en la segunda adjudicación de plazas». Ahí respiró tranquila y comenzó a disfrutar de su pasión. Ahora está en cuarto curso, es la delegada del consejo de estudiantes de su facultad y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Estudiantes de Matemáticas, además de una de las organizadoras del Encuentro Nacional de Estudiantes de Matemáticas (Enem). 

Marina tuvo que dejarlo todo en Madrid por seguir su vocación porque a ella le ha tocado vivir el auténtico boom que ha experimentando esta carrera en los últimos años. Hace una década había plazas vacantes en las facultades y no existía nota de corte, ahora es una de las carreras más demandadas. De hecho, el doble grado de Matemáticas y Física que se imparte en pocas universidades del país es el grado más exigente en España, llega al 13,7 de nota en la Complutense de Madrid. En la Universidad de Extremadura el grado de Matemáticas no tenía ni siquiera nota mínima de acceso en el curso 2014-2015 y para el próximo se sitúa en el 11,2 y en el 11,9 el doble grado de Matemáticas y Estadística, la segunda nota de corte más elevada en la universidad extremeña.

Entre ambos ofertan 50 plazas, pero el año pasado se preinscribieron en estos títulos más de 300 alumnos. Y la tendencia se repite en todas las universidades del país desde hace varios años ya. ¿A qué se debe esta elevada demanda?A la alta empleabilidad y la diversificación de las salidas que vive esta profesión, coinciden todas las voces consultadas.

«El incremento de la capacidad computacional asociada al desarrollo de nuevos ordenadores ha conducido a la necesidad de tener que resolver nuevos problemas relacionados con las matemáticas en distintos campos, como el análisis masivo de datos (conocido como big data), el desarrollo de la inteligencia artificial, el análisis de riesgos financieros, la criptografía, el desarrollo de ordenadores cuánticos...», explican Manuel Mota, director del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Extremadura, y Miguel González, coordinador de la Comisión de Calidad del grado de Matemáticas. 

ManuelMota, director del Departamento de Matemáticas de laUEx y Maribel Parra, coordinadora la comisión de calidad  de Estadística.

Manuel Mota, director del Departamento de Matemáticas de laUEx y Maribel Parra, coordinadora la comisión de calidad de Estadística. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Además, consideran que, en clave extremeña, hay detrás un gran esfuerzo por divulgar estos estudios entre los estudiantes extremeños, así como una gran experiencia y calidad en el profesorado que se encarga de la docencia. Para ambos, la clave de que esta carrera esté de moda, y prácticamente no tenga paro en la actualidad, está en que el uso de las Matemáticas se ha generalizado o popularizado en todos los campos de conocimiento, «incluso en aquellos que aparentemente son más lejanos, como puede ser el análisis y reconocimiento de textos literarios o periodísticos».

Porque matemáticas, a pesar de lo que se cree en la calle, no es una carrera de números. «No he hecho casi ninguna cuenta en toda la carrera, de hecho, veo más letras que números. Quien piense eso me gustaría que viera mis apuntes y se sorprendería porque no vería ni un solo número», cuenta Marina Polo, otra estudiante de cuarto de Matemáticas en la UEx, que achaca la alta demanda de las empresas por estos profesionales a la capacidad que tienen para resolver problemas que no te lo hayan dado antes. 

Su compañera madrileña insiste en esa misma idea: «las matemáticas son un lenguaje nuevo, la mayoría con letras y muy pocos números. Consisten en la construcción y demostración de ese lenguaje, algunas cuentas hay de por medio, pero no consiste en eso para nada. Se necesita mucha creatividad y capacidad de deducción, esa es la dificultad que tiene». 

Divertidas y creativas

«A mi me divierten mucho. Las matemáticas son analíticas, lógicas y tremendamente antiintuitivas y creativas. Me encantan los procesos que llevan a entender los conceptos y a resolver problemas y no tienen tanto que ver con los números como la gente cree, son más divertidas que solo cálculo. Tienen que ver con conceptos, con situaciones, y con trabajar sobre ellas y ver qué podemos hacer. Hay mates en nuestra manera de relacionarnos, de revolver problemas o de cocinar aunque no haya números ahí. Y por supuesto también están en todos los cálculos que nos rodean. Al final moldean el mundo tangible», cuenta Claudia Herrero, de León, y estudiante de 3º de Matemáticas de la UEx.

«Siempre se había tenido el prejuicio de que los matemáticos eran personas peculiares y que las matemáticas no servían para nada, solo para profesor de instituto, pero cuando las empresas han empezado a aumentar su interés se han dado cuenta de lo necesarios que los matemáticos son para la resolución de problemas por su mente abierta y su razonamiento lógico», añaden los profesores Mota y González.

Miguel González coordina la Comisión de Calidad del grado de Matemáticas.

Miguel González coordina la Comisión de Calidad del grado de Matemáticas. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

De hecho, aseguran que los matemáticos son profesionales muy valiosos. ¿Por qué? "Desde luego por los conocimientos específicos que adquieren en el grado, pero también por otras capacidades que desarrollan a lo largo de su periodo de estudio, como son la capacidad de trabajo, de aprendizaje, de abstracción, de organización, de análisis crítico que les lleva a tomar las mejores decisiones o la destreza para resolver problemas de cualquier tipo en cualquier ámbito. Todo ello permite a las empresas una mejor organización y una optimización de resultados. De hecho, los matemáticos tienden a ocupar puestos de responsabilidad en las empresas que los contratan», destacan. 

Del sector bancario y la docencia a casi todos los sectores

Coincide con este análisis Maribel Parra, profesora y coordinadora del grado de Estadística, muy ligado al de Matemáticas. De hecho, hay en la UEx un doble grado con ambas titulaciones, «que proporciona una formación integral que permite ampliar el horizonte profesional de los egresados», que ya de por sí es grande. «Por esas habilidades transversales que desarrollan de manera extraordinaria, actualmente los matemáticos pueden acceder a puestos de trabajo que a priori no parecen estar relacionados con los estudios que han cursado. Si antes se concentraban en el sector bancario o financiero y en la docencia principalmente, ahora han pasado a estar presentes en casi todos los sectores, como en laboratorios de investigación médica y farmacéutica, consultoras, bancos, empresas de finanzas, comunicación y marketing, seguridad y logística y educación». 

En todos estos sectores y en plena era de los datos ya no basta con el perfil de un ingeniero de telecomunicaciones o un informático, insiste. «Es imprescindible usar cada vez más herramientas matemáticas y estadísticas para tomar decisiones, hacer predicciones y automatizar procesos. Este cambio se inició en el sector tecnológico, pero ya se ha extendido a casi cualquier tipo de empresa», aduce la profesora.

Y esta alta demanda, que no para de crecer, ha hecho que se disparen las peticiones para cursar estos estudios. Tanto que está haciendo que incluso las empresas acudan directamente a las facultades a buscar trabajadores. «Está siendo cada vez más habitual. Muchos alumnos, antes de terminar su trabajo fin de grado, ya han sido contactados por empresas para poder incorporarlos a sus equipos de trabajo», apuntan Mota y González. Y no parece algo pasajero. «En ningún caso se trata de una moda. Es una tendencia que, al menos al corto plazo, va a continuar creciendo y claramente ha llegado para quedarse», señala la profesora. De hecho, los decanos de Matemáticas del país van a debatir el próximo mes un posible aumento de plazas en las facultades. «Su alta demanda va a continuar en el futuro». 

Pablo, Marina, Claudia y Marina, en la Facultad de Ciencias de la UEx, donde estudian Matemáticas.

Pablo, Marina, Claudia y Marina, en la Facultad de Ciencias de la UEx, donde estudian Matemáticas. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Y eso creen también sus estudiantes. «Con lo que avanza la tecnología y la inteligencia artificial, más matemáticos son necesarios», resume Pablo Chengzu Ye Chen, alumno de la UEx de 2º curso. Este pacense comparte la vocación por las mates con la docencia, por eso su idea de futuro es convertirse en profesor. Su pasión por esta materia viene desde la Primaria y se reforzó en el instituto gracias a un profesor que no solo daba fórmulas y cuentas, sino que «trababa de explicar y hacen entender de donde salían las cosas». Pero aún así Pablo reconoce que las matemáticas de verdad no se empiezan a dar hasta la universidad. «En Bachillerato y Eso yo ni las llamaría Matemáticas, están más cerca de la física. Y sí, son difíciles, aunque no porque se hagan cuentas, sino precisamente porque no se hace ninguna», concluye.

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