la extremadura desconocida

Estos son los pueblos más bonitos para conocer de Cáceres y Badajoz

Extremadura muestra al turista la espectacularidad de sus monumentos y de su naturaleza

A pesar de su belleza y espectacularidad, Extremadura sigue siendo la gran desconocida en España. Es verdad que cada vez menos, pero todavía algunos españoles consideran que esta región forma parte de los arrabales de España. Sin embargo, su espectacularidad ya cautiva a millones de españoles, de extranjeros que la eligen para vivir y concita el interés más allá de nuestras fronteras.

Si quieres tener una primera toma de contacto con Extremadura o, sencillamente, deseas disfrutar de un entorno inigualable, te mostramos los diez pueblos imprescindibles para aproximarte a esta tierra de conquistadores, de naturaleza, de arte y patrimonio.

Provincia de Badajoz:

  • Alburquerque: En plena Sierra de San Pedro, desde su atalaya se contempla Portugal, además de las zonas serranas de Extremadura y las dehesa de encinas. Según relata Extremadura Turismo, su fundación se remonta a época árabe, o incluso anterior, en los años de dominación romana. Pero sus monumentos más característicos se construyeron en la Edad Media: el castillo de Luna, la muralla que rodea el barrio gótico-judío Villa Adentro, la puerta de la villa y la puerta de Valencia. A ellos, se une otras edificaciones como el Santuario de Nuestra Señora de Carrión, la iglesia de San Mateo, la iglesia de San Francisco, el convento de la Madre de Dios y la ermita de Nuestra Señora de la Soledad. A las afueras, se encuentran unas pinturas rupestres de la Edad de Bronce y declaradas monumento nacional en 1942.
  • Fregenal de la Sierra: En los límites de Sierra Morena y lindando con el norte de Huelva y la región portuguesa de Alentejo, Fregenal de la Sierra constituyó en el pasado un punto de encuentro entre pueblos y culturas. En tiempos de los romanos, Fregenal pasó a formar parte de la Beturia Céltica. Muestra de ello es el yacimiento de Nertóbriga. Extremadura Turismo recomienda iniciar la visita en el castillo templario, ya que la Orden del Temple se instaló en Fregenal cuando pertenecía al Renio de Sevilla, después de ser musulmana. En 1883 se incorporó a Extremadura. Junto al castillo, nos encontramos con la iglesia de Santa María. Pero, la iglesia de Santa Ana posee en su retablo mayor un tríptico plateresco atribuido al artista flamenco Roque de Balduque. En la iglesia de Santa Catalina se halla un Cristo del Perdón atribuido a la escuela de Martínez Montañés.
  • Azuaga: Entre sus monumentos destacan el castillo de Miramontes, las iglesias de Nuestra Señora de la Merced y del Cristo del Humilladero la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, el templo más grande de la provincia, tras la Catedral de Badajoz. Bien de Interés Cultural, la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación se levantó a finales del siglo XV, principios del XVI. Responde a los últimos momentos del gótico, con influencias de manuelino y mezcla del incipiente renacimiento.
  • Zafra: Durante el siglo XV se convierte en parte importante del señorío de Feria, se termina la muralla, y se construye el Alcázar. Destaca el papel de los segedanos en el descubrimiento de América, y ya en el XVI, XVII y XVIII la importancia de la localidad crece hasta ser parte del Ducado de Medinaceli. En el siglo XIX se convierte en municipio constitucional de Extremadura. Hoy acoge uno de los encuentros ganaderos más importantes de Europa, la Feria Internacional Ganadera de Zafra, que se celebra desde 1453. Zafra se convirtió en un importante foco comercial, ya que fue punto de encuentro de gremios artesanales e instituciones sociales y religiosas. Toda Zafra es exquisita, pero la plaza Grande, porticada y rodeada de edificios del siglo XV, que se une a la Chica a través del Arquillo del Pan y un pequeño retablo de la Virgen de la Esperancita. No puedes marcharte de Zafra sin pasar por Casa del Ajimez y el monasterio de la Encarnación, del siglo XVI, desde donde se accede a la iglesia de la Candelaria (siglo XVI). En su interior puedes contemplar su órgano, la capilla de la Virgen de la Valvanera, el retablo mayor y el retablo de Zurbarán. También hay que destacar el palacio Conde de la Corte y las casas modernistas, además del alcázar de los Duques de Feria
  • Jerez de los Caballeros: Tanto la Prehistoria con el dolmen de Toriñuelo como el paso de los romanos, fenicios y árabes dejaron huella en este territorio que, tras la reconquista y el asentamiento de la Orden del Temple, se convirtió en una de las más ricas de la comarca. Las calles y callejuelas de Jerez de los Caballeros albergan monumentos religiosos, palacios señoriales y casonas típicas que hay que visitar. La iglesia de San Bartolomé, gótica del siglo XV, y la de Santa María de la Encarnación, son los templos más importantes. Del legado de la Orden del Temple todavía destacan la muralla, que contó con seis puertas, de las que hoy sólo se conservan la Puerta de la Villa y la de Burgos; la Alcazaba y la iglesia de San Bartolomé también son obra de los templarios.

Provincia de Cáceres:

  • Hervás: La madera de castaño, el adobe y el granito caracterizan la arquitectura de esta población de herencia sefardíSu judería, que data del siglo XVes la mejor conservada de España y tiene desde 1969 la declaración de Conjunto Histórico-Artístico.
  • Granadilla: Villa amurallada de origen feudal, que se abandonó en el siglo XX (24 de junio de 1955) por el embalse de Gabriel y Galán, cuyas aguas inundaron parte de su territorio. Actualmente, cuenta con la declaración de Conjunto Histórico-Artístico y su reconstrucción se debe al programa interministerial de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados. Granadilla cuenta con un castillo, una muralla y una iglesia parroquial.
  • San Martín de Trevejo: Dituado en la Sierra de Gata entre Las Hurdes y la frontera portuguesa. En esta zona se libraro batallas sangrientas, como la que protagonizó el rey Alfonso VII al tomar la ciudad de Coria en el 1142. Por su pasado histórico y por la conservación de su arquitectura, San Martín de Trevejo cuenta con el título de bien de interés cultural como conjunto histórico. Entre sus monumentos destacan la iglesia parroquial de San Martín de Tours, la torre campanario de la plaza Mayor, el convento de San Miguel, diversas casas-palacio repartidas por el casco antiguo, la ermita de la Cruz Bendita, la Plaza Mayor porticada y su fuente central, las estelas funerarias que datan del final de la Edad del Bronce, los chozos dispersos por todo el término o la antigua almazara del siglo XII.
  • Cuacos de Yuste: En una ruta por Extremadura no puede faltar una parada en esta villa declarada Conjunto Histórico-Artístico. El extraordinario entorno natural bañado por las aguas del río Tiétar enamoró al emperador Carlos V, que se refugió en su monasterio. Construido a principios del siglo XV, sufrió algunas modificaciones que permitieran el acomodo del monarca cuando se instaló en 1556. Así, hoy se pueden distinguir claramente dos partes en el conjunto arquitectónico: por un lado el monasterio, y por otra la residencia del Emperador. En ellas se entremezclan los estilos gótico y renacentista del monasterio con la sencilla edificación de ladrillo, mampostería y sillería de la vivienda imperial. Todo ello bordeado por unos jardines bien cuidados que, al igual que dieron paz a Carlos V, conseguirán trasmitirte a ti la tranquilidad de esta tierra. La serena belleza que desprende el lugar, así como su relevancia histórica, hacen que hoy el Monasterio de Yuste sea Patrimonio Nacional y Europeo. También merece la pena que te asomes a la Casa de Juan de Austria.
  • Robledillo de Gata: Situado cerca de Las Hurdes y en plena Sierra de Gata. Cuenta con un conjunto histórico declarado de interés cultural en 1994. Sus construcciones trazan un paisaje singular y dispar, en el que los materiales rústicos, la pizarra, el barro, la madera de castaño y roble marcan una tendencia arquitectónica exclusivas de las poblaciones serranas. Estas se hallan enmarcadas en una naturaleza agreste y el agua que rodea la población. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción destaca sobre otras construcciones. Data del siglo XVI. Su singularidad se hallar su atípico planta hexagonal, su gran pórtico de rueda y una sacristía con artesonado mudéjar. Además de este templo, Robledillo cuenta también con tres ermitas: la del Cordero y la del Humilladero, ambas del siglo XVI, y la dedicada a San Miguel, realizada en mampostería a base de pizarra y enlucida.