elecciones autonómicas del 28M

Guardiola afila el discurso

La candidata del PP endurece sus palabras hacia Fernández Vara, al que señala como «sumiso» a las decisiones del Gobierno central. En la romería de San Isidro en Azuaga la recibieron al grito de: «¡Presidenta, presidenta!»

María Guardiola, este lunes en Azuaga, reparte saludos y besos a varios niños.

María Guardiola, este lunes en Azuaga, reparte saludos y besos a varios niños. / EL PERIÓDICO

María Guardiola eleva un tono su discurso antiVara y antiSánchez coincidiendo con el cuarto día de campaña y en el marco festivo de la romería de San Isidro en Azuaga. «Vara es un presidente sumiso que no va a alzar la voz y que no va a plantar cara a Sánchez» o «Vara ha decidido atar su destino a Sánchez», le dirigió la candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura

Los reproches al presidente autonómico y candidato socialista a revalidar el cargo han sido recurrentes en los días previos y entran dentro del juego de desgaste, pero sí suena nuevo ese tono más agrio y la continua asociación de la gestión del líder regional al mandato del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Fue el leitmotiv en Badajoz de su líder nacional Alberto Núñez Feijóo, y este lunes lo fue de Guardiola para afear también al dirigente autonómico que «ha callado» en asuntos como la ley del solo sí es sí, la reforma del delito de malversación o el de sedición; y de nuevo Bildu: «Que diga que le causa repugnancia tiene el mismo valor que cuando dijo que se marcharía del PSOE si Sánchez pactaba con ellos. Tiene credibilidad cero», dirigió Guardiola a su oponente ante un foro que remató sus palabras con aplausos y gritos de: «¡Presidenta, presidenta, presidenta...!». Era una romería, sí; pero si no fuera por las mesas de camping bajo las encinas, las neveras, los outfit camperos rematados rosas en el pelo o sombreros de rafia de Caja Rural, y por el repiqueteo de la campana de la ermita que tocaba todo el que pasaba por allí, el momento podría haber pasado por un mitin al uso. 

San Isidro y las elecciones confluyen cada cuatro años y las romerías entran en el circuito de los actos de campaña (este lunes Guardiola pasó también por la de Llerena). Acaban de publicarse varias encuestas (entre ellas la de Ágora Integral para El Periódico Extremadura) que dan alguna opción de gobernar al PP de la mano de Vox, y la lectura que se hace en el entorno de la candidata es que 'hay partido' hasta el 28M, recurriendo al símil futbolístico. Quedan aún 13 jornadas hasta la cita con las urnas y en el seno del PP se ve como un mundo; porque entienden que, al contrario de lo que veían en la campaña de 2019, ahora el viento sopla a favor de sus intereses con un nuevo proyecto regional; y van a desplegar las velas para impulsar el barco de su candidata. El otro barco lo capitanea «el presidente del qué mas da», «el que no pisa la calle sino solo moqueta para ir de su casa a su despacho» y «el presidente agotado», como se refirió también Guardiola a Vara.

Ante la ermita de San Isidro de Azuaga, la candidata popular se dio un baño de simpatizantes e hizo gala del trato cara a cara que dice disfrutar. Repartió besos y abrazos a todos los que se acercaron a ella, un nutrido grupo; hizo carantoñas a los niños; respondió a los gritos de «¡Guapa!» que le dirigían muchas mujeres, devolviendo el piropo; y escuchó a los que se acercaban a ofrecerle su papeleta el 28M con algún consejo a cambio. «Que lo que diga en los mítines lo cumpla. Porque si no, nos encontraremos con lo que hace Pedro Sánchez», fue lo que le dirigió Manuel Gómez, un azuagueño. El presidente del Gobierno, en el centro de la diana. 

Mitin en la romería

Y en el mitin de la romería, Guardiola habló de ayudas a la sequía y de la necesidad de conectar esta zona de la región con Andalucía prolongando la A-81. «El Gobierno de Sánchez ha decidido que se pare en Zafra, pero yo no me voy a callar y voy a exigir que llegue a Córdoba», fue su compromiso. También por petición de los simpatizantes habló del tren y repitió: «El AVE que nos prometieron y que era mentira» será una realidad con ella. Ovación cerrada y más gritos de: «¡Presidenta, presidenta!». 

Azuaga era una plaza cómoda. El PP gobierna desde hace 16 años en la localidad y todo apunta a que Natividad Fuentes revalidará la Alcaldía allí con holgura. Eso no evitó que hubiera también quien afeara a Guardiola su presencia en la fiesta popular, aunque la campaña en San Isidro sea un clásico. «Es que esto es una fiesta del pueblo y aquí hay gente de izquierdas y de derechas. No es el día para venir a hacer campaña, es el día de los vecinos y de la hermandad de San Isidro», le dirigió Alberto Sacristán, miembro de la cofradía, al llegar a la misa romera. Guardiola escuchó, aguantó y luego aplacó la tirantez de la regidora tras el tenso momento: «Que cada cual se exprese como quiera», zanjó. Que de eso también va el juego de la campaña. 

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Era el día del patrón de los agricultores y trabajadores del campo y el epicentro, el corazón de la Campiña Sur, la comarca azotada por la desastrosa campaña de cereal que ha dejado ya la sequía. Ahí Guardiola puso el foco en los problemas del campo, no para hablar de la relación de estos episodios con el cambio climático, sino para anunciar ayudas. Se comprometió a aprobar un «decreto de sequía, que contemple ayudas directas que sean suficientes para agricultores, ganaderos y apicultores», aunque no concretó más allá de «aprovechar los fondos europeos» y recabar la opinión del sector. También habló de «impulsar la construcción de infraestructuras para la captación de agua» y de «incrementar los fondos para asegurar la eficiencia de los regadíos». Según dijo, son «medidas que solucionan de verdad sus problemas» y no «decretos electoralistas» como Feijóo calificó el jueves al plan aprobado por el Gobierno central.

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