SE PLANTEÓ EN 2019 PERO LA PANDEMIA PARALIZÓ SU IMPLANTACIÓN

El SES inicia el cribado de cáncer de cérvix con mujeres de 25 a 34 años

Desde este mes unas 22.700 chicas serán citadas por carta para realizarse citologías en su centro de salud. El programa se irá implantando de forma progresiva hasta llegar en 2028 a toda la población femenina menor de 65 años

Tras cinco años de espera, el Servicio Extremeño de Salud (SES) activa el cribado de cáncer de cuello de útero. El programa va dirigido a toda la población femenina mayor de 25 años, pero se implantará de forma progresiva y en esta primera fase se limitará a las chicas de 25 a 34 años: unas 22.700 mujeres que desde este mes de mayo comenzarán a recibir cartas para realizarse una citología en su centro de salud. Se trata de una prueba sencilla, rápida e indolora consistente en la recogida de una muestra de células del cuello del útero para detectar posibles lesiones precursoras del cáncer. 

El cáncer de cuello de útero es el segundo más frecuente en mujeres después del de mama. Es un tumor de crecimiento lento: tarda más de 10 años en desarrollarse, por lo que se dispone de un plazo prolongado para su detección, tratamiento y curación. Al principio no suele producir síntomas, de ahí la importancia del cribado. De hecho, en España se realizan desde hace unos 50 años, pero hasta ahora solo de forma «oportunista», a petición de la mujer o de forma esporádica.

La asociación de matronas extremeñas estima que casi un 20% de mujeres de 25 a 34 años no se ha realizado nunca una citología

No fue hasta el año 2019 cuando, a instancias del Ministerio de Sanidad, se modificó la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) para incluirlos como un programa «organizado» y de carácter universal. Entonces se dio un plazo de cinco años a las comunidades autónomas para implantarlos y otros cinco más para alcanzar la cobertura del cien por cien de la población diana.

Pendiente desde 2019

En Extremadura los preparativos se iniciaron en 2018, pero se paralizaron debido a la irrupción de la pandemia y no fue hasta 2022 que el SES volvió a retomarlos con la idea de iniciar su implantación en 2023. Según confirma la Consejería de Sanidad, el programa se inició el pasado 1 de mayo y en este primer año se centrará en las mujeres de 25 a 34 años, una población diana de 22.705 chicas. El resto, la franja de 35 a 65 años, «continuará con el cribado oportunista vigente hasta ser incluidas progresivamente en el cribado poblacional», indica el SES.

A las mujeres de entre 25 y 34 años se les realizará una citología cada tres años, y a partir de los 35 y hasta los 65, una prueba de detección del VPH que se repetirá cada cinco si es negativa y derivará en una citología si es positiva. Cuando se alcance el cien por cien de cobertura, en el año 2028, se espera llegar a una población diana de 400.000 mujeres.  

Con fines organizativos, desde la Unidad Central de Gestión de la Dirección General de Salud Pública, las participantes en esta primera fase recibirán una carta de invitación donde se les informa que deberán acudir a su centro de salud o Centro de Orientación y Planificación Familiar (COPF) para pedir cita en la semana indicada. Serán los profesionales de COPF o las matronas del centro de salud los encargados de realizar la prueba, una citología líquida, y programar una nueva cita para la recogida de resultados.

¿En qué consiste la prueba?

La citología líquida es una prueba sencilla e indolora, consiste en recoger una muestra de las células que recubren el cérvix o cuello uterino con una espátula o cepillo, para posteriormente ser analizada en el Servicio de Anatomía Patológica de Hospital Universitario de Badajoz. La mayoría de las mujeres tendrán un resultado normal y las que den positivo (si se detecta alguna anomalía en las células) serán derivadas al servicio de Ginecología.  

Según explica la Asociación Profesional de Matronas Extremeñas (Apmex), la decisión de implantar este cribado llegó tras haberse detectado «grandes desigualdades» en la frecuencia de citologías entre autonomías y grupos de población, en unos casos por defecto y en otros muchos también por exceso.

«La última Encuesta Nacional de Salud, por ejemplo, muestra que hay casi un 25% de mujeres de 15 a 24 años que se han realizado una citología hace menos de tres años, pese a que en este grupo de población no está indicada. En paralelo, existe todavía casi un 20% de mujeres de 25 a 34, que sí deberían hacerse citologías cada tres años, que no se han llegado a realizar la prueba nunca y, lo que es más, hasta un 11% de mujeres de 55 a 64 años que siguen sin habérsela hecho nunca», indica el colectivo.

El cáncer de cérvix o cuello de útero

El virus del papiloma humano (VPH), considerada actualmente la infección de transmisión sexual más frecuente, es el responsable de la mayoría de los casos de este tipo de tumor. Cualquier persona sexualmente activa puede contraerla, ya que se transmite durante las relaciones sexuales no protegidas, incluido sexo oral.

La infección no suele presentar síntomas: se estima que en más de un 80% de los casos cursa de forma transitoria y que el virus se elimina espontáneamente, sin dejar ningún tipo de síntoma ni secuela. En cambio, en un 10-15% de los casos la infección se mantiene en el tiempo, llegando a producir cambios en las células del cuello uterino que, a su vez, pueden desencadenar problemas de salud como verrugas genitales, lesiones premalignas, cáncer de cuello uterino, cáncer anogenital e incluso cáncer orofaríngeo (siendo las personas con alteraciones del sistema inmunitario las que mayor probabilidad tienen).

Según indica el SES, la mejor estrategia para la prevención es la vacunación frente al VPH, incluida de forma rutinaria y financiada en el calendario vacunal vigente en Extremadura para niñas y, desde este año, también niños de 12 años; participar en el programa de detección precoz o cribado del cáncer de cérvix y utilizar el preservativo para disminuir el riesgo de contraer la infección durante las relaciones sexuales.

Los últimos datos disponibles, del informe del Sistema de información de cáncer de base poblacional (SICaP) de 2018, arrojan una incidencia de cáncer de cérvix en ese año de 36 casos.

Suscríbete para seguir leyendo