Esta vez no hubo la clásica imagen de alguno de ellos paseando a su perro, y no precisamente por la lluvia que marcó el día. Simplemente optaron por otras actividades. Los aspirantes a presidir la Junta de Extremadura vivieron su jornada de reflexión de diversas maneras, pero casi todos aprovecharon para pasar un rato con la familia después de dos semanas prácticamente fuera de casa.
El candidato socialista, Guillermo Fernández Vara, que quiere repetir una vez más al frente del Ejecutivo, convocó a los medios de comunicación en Puente Ajuda, un paraje de la Raya, entre España y Portugal, para hacer declaraciones antes de iniciar una ruta senderista con un grupo de amigos y conocidos. «Después de más de 16.000 kilómetros en las dos últimas semanas, hoy he aprovechado la vuelta a la rutina para hacer 12 kilómetros», expresó. Su gran símbolo en esta campaña es que se ha movido sin parar toda Extremadura, y era la última imagen que quería emitir antes de la apertura de los colegios electorales. «El resto del sábado ya con las nietas y con la familia», subrayó.
El candidata del PP, María Guardiola, decidió desayunar en Cáceres con un grupo de amigos y familiares en la churrería de su tía y después subió a visitar la Virgen de la Montaña. «Sin mi familia, nada de esto hubiera sido posible. Ellos son mi apoyo y mi inspiración», dejó escrito en sus redes sociales.
Por su parte, el líder de Cs, Fernando Baselga, aprovechó la jornada de reflexión para hacer algunas compras y comer con algunos de sus hermanos. Y su homóloga de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, disfrutó de una paella en familia.
Por último, el candidato de Vox, Ángel Pelayo Gordillo, decidió para tomar café en Mérida con algunos miembros de su partido y pasear después con ellos.
Ahora ya es el turno de los ciudadanos. Ellos tienen la última palabra.