Vestige Collection, propiedad del médico y empresario asturiano Víctor Madera, fundador y primer ejecutivo de Quirón Salud, y su esposa, María Obdulia Fernández, profesora de Arte y directora ejecutiva de Estudio de Arquitectura e Interiorismo, abrirá próximamente al público cuatro propiedades en las Baleares: Santa Ana, Son Verí, Son Ermitá-Binideufá y Miramar. Y tiene en desarrollo otras 15 más (incluidas las asturianas Villa Excélsior, El Cercáu y Duque de Estrada) en diferentes puntos de España, incluida Extremadura, donde rehabilitarán un castillo en Alburquerque y una finca con vivienda en pleno parque nacional de Monfragüe.

«Somos los custodios de castillos antiguos, impresionantes edificios modernistas y otras valiosas propiedades. No importa la época y el estilo, nuestros proyectos de modernización siempre respetan la autenticidad de los edificios para adaptarlos de manera armoniosa a un turismo más contemporáneo y sofisticado». El mensaje explica el objetivo que se ha marcado Vestige Collection, una empresa asturiana, empeñada en rescatar joyas arquitectónicas del abandono y la ruina, devolverles el esplendor perdido y darles una segunda oportunidad, rehabilitándolas, poniéndolas a disposición de los viajeros y custodiándolas para dejarlas como legado de riqueza cultural y ambiental para el futuro.

Los responsables de la empresa buscan propiedades excepcionales, situadas en entornos naturales fuera de lo normal y enmarcadas en escenarios históricos, culturales y paisajísticos extraordinarios. Pretenden con la recuperación de todos estos activos brindar a sus huéspedes «experiencias memorables», siempre «con un compromiso absoluto y un profundo respeto por nuestro papel en la protección del patrimonio natural y cultural».

Entre lo que los responsables de Vestige Collection denominan «valores de marca» incluyen la «simplicidad enriquecida», que explican del siguiente modo: «Las vidas de nuestros huéspedes se enriquecen a través de la exploración del alma, la conexión con la tierra y los fundamentos de nuestra humanidad, rodeados de lo que nosotros llamamos ‘armonía molecular’». Prometen asimismo una «atención plena», buscando no sólo «el enfoque de rehabilitación y sostenibilidad sobre la tierra», sino también «potenciando la atención y animando a los huéspedes a estar presentes, centrados en su entorno, reflexivos y con intención plena».

Parajes y casas de lujo

Santa Ana es una impresionante casa de campo situada en Ciutadella, Menorca, con 585 metros cuadrados construidos sobre una finca de más de 230 hectáreas. Está ubicada en las inmediaciones de Cala Mararella, considerada la mejor playa de la isla. La casa está rodeada de un bosque de pinos. Son Verí está en Valldemossa, Mallorca, en plena sierra Tramontana, y es una casa payesa de 1.500 metros cuadrados articulada en torno a un patio central.

Son Ermitá y Binideufá, situadas en Ferreries, Menorca, son dos fincas tradicionales que Vestige ha decidido unir para formar un único hotel de lujo. Son Ermitá, con 1.700 metros cuadrados, cuenta con una vivienda principal, que se complementa con la casa payesa y varias edificaciones agropecuarias de Binideufá (quesería, boyeras, establos, lechería y varios almacenes), que suman 1.500 metros cuadrados. La idea es abrir una explicación agropecuaria, con huertos ecológicos de autoabastecimiento y una piara de cerdos y un grupo de cabras para agroturismo, así como una posible cría caballar para excursiones entre las diferentes fincas y ganado vacuno de aprovechamiento para la explotación de lechería preexistente. Existirá asimismo una explotación de queso artesano de la región.

El complejo Son Ermitá-Binideufá contará con sistemas de energías renovables y de aprovechamiento de recursos, que compaginará la actividad rural con una urbanización que permita cubrir las necesidades del conjunto de una manera ecológica, basada en paneles fotovoltaicos, huertos ecológicos y fitodepuración. Miramar, finalmente, es una propiedad situada junto a la catedral de Palma de Mallorca, con vistas al mar, que se convertirá en hotel de lujo.

Estancia del palacio de las Torres de Donlebún (Figueras). Alejandro Braña

Pero la colección de Vestige es mucho más larga. Incluye siete propiedades en las Baleares, dos en Extremadura, una en San Sebastián, una en Almería y otra en Ribadeo (Lugo). Destaca la isla de Colom, que con 590.000 metros cuadrados es la mayor de cuantas rodean a la de Menorca. Forma parte del parque natural de la Albufera del Grao y tiene dos playas paradisíacas, els Tamarells y el Arenal d’en Moro. Alberga los restos de una basílica paleocristiana y dos casas, así como varias construcciones agrícolas.

El castillo de San Ramón, situado en el cabo de Gata, en Almería, es bien de interés cultural (BIC) y comenzó a construirse en 1764 como protección contra las invasiones de piratas. Suma 740 metros cuadrados construidos y está situado en un lugar con vistas impresionantes, en pleno parque natural del cabo de Gata-Níjar. Tiene dos plantas y dispone de dos salones, uno de ellos con acceso a la cocinay el otro con acceso a la zona de la piscina interior, siete dormitorios, un antiguo almacén, cinco baños, aljibe árabe, terraza, jardín, plaza de garaje y una parcela de más de 33.000 metros cuadrados.

El palacio menorquín conocido como Casa Squella está situado en el corazón de Ciudatella y fechado entre los siglos XVIII y XIX, aunque el núcleo de la edificación podría ser anterior al siglo XVI. La Torre de los Moreno, en Ribadeo (Lugo), es una casona de indianos diseñada en 1915, con cuatro plantas y un ático y catalogada como BIC.

En Extremadura 

El castillo de Azagala, una de las últimas propiedades adquiridas por Vestige Collection, en 2020, es una fortaleza del siglo XIII en mampostería y sillarejo. Situado en Alburquerque (Badajoz), estaba abandonado y había sufrido un derrumbe hace diez años. En la actualidad está en fase de rehabilitación para convertirse en hotel.

En Cáceres, Vestige Collection tiene en desarrollo para abrir un hotel la finca Valero, que forma parte del parque nacional de Monfragüe, Reserva de la Biosfera, donde confluyen cuatro ecosistemas: la dehesa, el bosque mediterráneo, los roquedos y la cuenca del Tajo.

El palacio de Satrústegui, en San Sebastián, también será un hotel. Está situado en la ladera Este del monte Igueldo, con vistas a la bahía de la Concha y la playa de Ondarreta. El conjunto, con 2.000 metros cuadrados y finalizado en 1884, tiene un estilo ecléctico de marcado corte historicista del Renacimiento inglés de los siglos XVI y XVII.