el lento avance de la movilidad eléctrica

Una de cada cinco ‘electrolineras’ de Extremadura está fuera de servicio

Los puntos de recarga de acceso público activos son 428, pero hay otros 102 que no funcionan. Casi dos tercios de los que están operativos son de 22 kW o menos, que implican un tiempo mínimo de 3 horas para cargar

Una de cada cinco ‘electrolineras’ de la región está fuera de servicio

Una de cada cinco ‘electrolineras’ de la región está fuera de servicio / Antonio Hernández Rios

Ya sea por encontrarse en mal estado, por estar averiados o porque todavía no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica, pero uno de cada cinco puntos de recarga para vehículos eléctricos que se han instalado en Extremadura no se encuentran operativos. Es lo que refleja el último Barómetro de la electromovilidad elaborado por la patronal de fabricantes de automóviles Anfac con datos relativos al primer trimestre de este año.

En concreto, la infraestructura de recarga de acceso público está constituida en la comunidad autónoma por 428 puntos, medio centenar más de los que se contabilizaban en el último trimestre de 2022. Estos son los que están en funcionamiento, si bien además hay otros 102 puntos que, aun habiéndose terminado de instalar, no están operativos por alguna circunstancia.

En todo el país, el número de ‘electrolineras’ que se encuentran en esta misma situación es de 6.475, lo que significa que un 24% de la red de recarga de acceso público construida en España está fuera de servicio, de acuerdo a la información que han proporcionado los propios usuarios que emplean estas instalaciones.

En términos generales, los resultados revelados por el informe de este primer trimestre reflejan «el lento ritmo de España» en lo que a implantación del vehículo eléctrico se refiere y «cómo se aleja en el desarrollo de la electromovilidad con respecto al resto de países de Europa», se apunta desde Anfac.

Eso a pesar de que a lo largo de los primeros tres meses de este ejercicio la red de recarga española ha crecido en 2.115 puntos, hasta sumar 20.243, en el que ha sido uno de los mayores incrementos trimestrales recogidos hasta la fecha en este barómetro. No obstante, el reverso de este aumento es la reducida potencia que ofrecen las nuevas instalaciones, ya que 1.537 de ellas (casi tres de cada cuatro) son de potencia no superior a 22 kilovatios (kW), un lastre que es aplicable al resto de la infraestructura habilitada con anterioridad. «El 79% de los puntos de recarga de acceso público totales son de baja potencia, lo cual implica hablar de tiempos de recarga mínimos de tres horas», se critica.

Una de cada cinco ‘electrolineras’ de la región está fuera de servicio

Una de cada cinco ‘electrolineras’ de la región está fuera de servicio

En el caso de Extremadura, de las 428 localizaciones activas para suministro eléctrico de automóviles, 277 (64,7%) no sobrepasan los mencionados 22 kW. Solo 32 se mueven entre los 150 kW y los 250 kW, cuyo despliegue «es fundamental para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, permitiendo tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos». Son igualmente «esenciales» para el transporte pesado de mercancías y personas, pues los vehículos dedicados a estas labores comienzan a cargar en potencias de 150 kW. 

En cuanto a los que superan los 250 kW, que son los que permiten recargas similares a la experiencia de hacer un repostaje con un vehículo de combustión interna (una duración que oscila entre los 10 y los 15 minutos), solo están habilitados dos en la región y 310 en toda la geografía española. «Las dificultades administrativas asociadas al desarrollo de estos proyectos son una de las barreras más importantes en la actualidad, aspecto que tiene paralizados muchos proyectos», se lamenta desde Anfac.

Extremadura es la segunda región española con un indicador global de electromovilidad más reducido

De la misma forma, el ritmo de crecimiento que está siguiendo la red española de recarga eléctrica queda aún lejos de los objetivos de puntos de suministro que se consideran deseables para cumplir con las metas europeas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, y que llevarían a contar con unos 45.000 al finalizar este ejercicio. La brecha es incluso mayor respecto a los objetivos fijados por el Gobierno en el Plan de recuperación transformación y resiliencia, que estima entre 80.000 y 100.000 los accesos públicos necesarios al acabar 2023. 

Por otro lado, entre enero y marzo pasados el indicador global de electromovilidad (una variable que tiene en cuenta la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público en cada territorio) ha alcanzado una valoración total de 11 puntos en España, tras progresar únicamente 0,6 puntos respecto al anterior estudio, un escaso avance que se hace más ostensible al compararse con la media europea, que se sitúa en un total de 23,8 puntos sobre 100 tras progresar 1,3 en este mismo periodo.

En este punto, la asociación de fabricantes pone como ejemplo a Portugal, donde «gracias a las medidas en materia de incentivos fiscales y de impulso a la infraestructura de recarga de acceso público» se ha experimentado un crecimiento de 1,9 puntos, lo que aleja a este país de los puestos de cola y le acerca a la media europea 

Extremadura queda aun por debajo del promedio español, con 8,3 puntos, el segundo peor valor entre todas las comunidades autónomas, superando únicamente a Andalucía.

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