Y, carambola... Al final sí es diputado

Se cambió de partido para seguir en política en una formación que le aseguraba mejor porvenir, pero las cuentas no salieron y se quedó justo a las puertas. Fernando Rodríguez, que en la anterior legislatura perteneció a Cs, se pasó al PSOE en las pasadas elecciones autonómicas del 28M. Iba de número 13 por la provincia de Cáceres, pero el PSOE no logró todas las papeletas esperadas: los socialistas solo consiguieron 12 escaños por la circunscripción cacereña. Y Rodríguez se quedó con la miel en los labios.

No obstante, ha habido carambola y al final sí será diputado. La jugada es que el número uno a la Asamblea por Cáceres, Miguel Ángel Morales, deja su escaño tras haber sido nombrado presidente de la Diputación, de manera que la lista corre y entra Rodríguez.

«Motivos personales»

El exdiputado de Cs renunció a su acta en el penúltimo pleno de la legislatura. En ese momento alegó «motivos personales», manifestó que a partir de ese momento su labor en el grupo parlamentario iba a ser «prácticamente nula» por «cuestiones ajenas su voluntad». Dos días después aparecía en las listas del PSOE.

Habría que recordar que Rodríguez se incorporó al grupo parlamentario tras la marcha de Cayetano Polo y su llegada generó gran polémica. La dirección nacional del partido nombró a David Salazar coordinador de Cs y portavoz en la Asamblea. Pero paralelamente Rodríguez se proclamó a sí mismo presidente del grupo parlamentario en un escrito presentado ante la Mesa de la Asamblea en el que también se proponían otros cargos. 

El gesto se consideró un desafío y Cs, desde Madrid, le pidió que entregara el acta «por respeto a los principios éticos y en cumplimiento de lo establecido en los Estatutos y del compromiso asumido en su Carta Ética y Financiera». Él se negó y fue expulsado del partido, pero mantuvo su escaño con la justificación de que como integrante de la lista electoral seguía perteneciendo al grupo parlamentario. La Mesa de la Asamblea así lo ratificó. Y se quedó.

A partir de ahí, el clima en Cs resultó hostil; y así permaneció hasta casi final de legislatura.

Ahora Rodríguez volverá a ocupar asiento en la Asamblea, pero esta vez bajo las siglas socialistas y no con el partido naranja, en vías de extinción.

Suscríbete para seguir leyendo