La Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón critica la ausencia de informes técnicos enviados a la empresa suministradora del hormigón que se ha retirado del tablero del puente sobre el socavón abierto en diciembre en la N-523, la carretera que une Cáceres y Badajoz. Lamentan que desde el Ministerio de Transportes se hable directamente de «una incidencia en la fabricación del hormigón utilizado en la losa de la estructura», según palabras de la administración central, a pesar de que nadie les ha remitido documentos técnicos que avalen problemas con el material suministrado.
El delegado de la asociación en Extremadura y Andalucía, Fernando Gómez, señala que están sorprendidos con la demolición del tablero del nuevo puente en construcción porque el material se suministró hace 20 o 21 días, pero el hormigón es un producto que corrobora su calidad a los 28 días, «por lo que no se ha podido comprobar su resistencia tal y como especifica el código estructural que edita el propio ministerio, de hecho, antes de los 28 días ya está demolido. Por eso nos parece extraño que el ministerio diga que se han efectuado ensayos conforme a la normativa vigente», critica.
Gómez explica que habitualmente se realizan dos tipos de ensayos cuando se suministra hormigón a una obra. Por un lado, una prueba de consistencia para «ver las características y trazabilidad del producto» que se hace en el momento; y una segunda prueba de resistencia para la que «se saca material en varios moldes cilíndricos que se guardan en la obra a la temperatura adecuada y se rompen a los 28 días para comprobar si tenemos la resistencia solicitada». Y en el caso de esta obra, indica, «el hormigón de las probetas se ha roto a los pocos días, sin esperar a los 28 establecidos que determinan si es adecuado o no». En base a eso, opina, se ha procedido a la demolición sin informar siquiera a la empresa con la documentación técnica acreditativa, solo con una llamada telefónica, dice.
«Desde hace unos días estamos pidiendo que nos expliquen en base a qué se ha demolido esa estructura, pero no nos dan nada», señala Gómez, quien lamenta la «indefensión» en la que se encuentra la empresa. «Nos sorprende esta decisión cuanto menos rápida y la prontitud del ministerio en señalar al culpable», insiste, al tiempo que deja la puerta abierta a otros posibles errores que se hayan cometido ya en la obra con la manipulación y tratamiento del hormigón suministrado.