Se van dando pasos, continúan los trabajos, pero sigue sin concretarse una fecha para el inicio de las pruebas "específicas" de electrificación de la vía extremeña de alta velocidad y menos aún para la puesta en servicio de esta nueva línea, que no deja de acumular demora. La última propuesta del administrador ferroviario es que la infraestructura entraría en servicio a lo largo del verano. Es lo que han sostenido en los últimos meses y lo cierto es que hay margen aun para que sea así (hasta el 23 de septiembre); sin embargo, nadie concreta ese marco temporal.
Desde Adif apuntan que se irá comunicando las novedades cuando haya «algo concreto» y remiten a la última información que dieron la semana pasada a propósito de la puesta en tensión de la catenaria entre Peñas Blancas y Frontera Portuguesa, la operación con la que se ha energizado ya el tramo de 90 kilómetros comprendido entre la subestación de Carmonita (Badajoz) y la salida de la estación de Badajoz, incluyendo las estaciones de Aljucén, Mérida y Badajoz. Entonces se iniciaron las comprobaciones con tensión de los elementos que conforman la catenaria entre Plasencia y Badajoz; y también de la subestación de tracción y las instalaciones de señalización y comunicación. Desde ese momento se han ido realizando otras tareas conducentes a la entrada en servicio de la infraestructura ferroviaria más esperada y demandada en la región, pero las sitúan al margen de las «pruebas específicas» que deberán dar paso al inicio de la alta velocidad en Extremadura. «Pruebas y trabajo hay todos los días», indican sólo en Adif.
¿Cuáles son esas pruebas?
El diputado del PSOE por Cáceres y portavoz de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana en la pasada legislatura, César Ramos, aseguró este lunes en sus redes sociales que al día siguiente (este martes) «empiezan las auscultaciones de la línea extremeña para comprobar la electrificación, rematando las estaciones de Mérida y Badajoz» y adjuntaba una imagen en la estación de Mérida de la máquina que realiza ese test, destinado a comprobar el funcionamiento de la electrificación.
Desde Adif no corroboran el inicio de esos trabajos, aunque Ramos defiende que las pruebas sí se estaban llevando a cabo, tal y como estaba previsto, y añade que se van a mantener en el trazado durante «toda la semana». El diputado socialista insiste además en la trascendencia de ese test, destinado a verificar que la instalación cumple con todas las características antes de trasladar toda la documentación a la Agencia de Seguridad Ferroviaria para solicitar la puesta en marcha del servicio. «Las pruebas que se están llevando a cabo ahora sí son pruebas definitivas», arguye.
La previsión era el mes de julio pero se ha ido retrasando y no hay fecha, a las puertas ya de septiembre
En lo que sí coinciden el administrador ferroviario y el diputado es en mantener la incógnita sobre la verdadera prueba de fuego de la infraestructura: la puesta en servicio. No hay fecha concreta. Lo último que trascendió es que posiblemente a finales de este mes (ya es 29 de agosto) se pondrían por fin en acción las catenarias (los cables aéreos) que permitirán que por la plataforma ferroviaria entre Badajoz y Plasencia circulen locomotoras con electricidad. El paso del primer tren electrificado se sigue ubicando antes de que termine el verano, pero nadie se aventura a dar una fecha para ese momento. La razón que dan es que, aunque esté terminada la obra de la infraestructura y los trabajos de electrificación, la puesta en servicio depende de los resultados de las pruebas de verificación pendientes y del visto bueno posterior de la Agencia de Seguridad Ferroviaria.
La eterna lucha del tren
La alta velocidad ha ido avanzando a una velocidad más bien baja en Extremadura desde que se anunciaran los primeros trabajos hace décadas. El trazado que dio pie a la llegada de los trenes rápidos a Extremadura tuvo su puesta de largo hace poco más de un año (el 18 de julio de 2022) en un acto que contó con la presencia del rey Felipe VI. Entonces el compromiso fue que las catenarias estarían para mediados de julio de 2023, justo un año después del arranque del tren rápido. Esa era la previsión, ya que solo estaba pendiente en ese momento la electrificación de la vía para que la alta velocidad fuera una realidad en Extremadura. Pero eso es lo que se resiste aún, aunque los trabajos hayan seguido avanzando desde entones.
Hace semanas que distintas voces del Ministerio de Transportes, el Gobierno y la operadora Renfe han ido dando como «inminente» la puesta en marcha de la electrificación de la vía del tren en Extremadura con la época estival como horizonte. El mes de septiembre está a las puertas, y la realidad es que sigue sin haber una fecha concreta para la entrada en funcionamiento de una infraestructura tan necesaria, esperada y demandada, que acortará los tiempos de viaje (porque las máquinas podrán ir a una mayor velocidad); y que se espera que reduzca también las incidencias, ya que aunque los trenes rápidos son híbridos (funcionan con diesel y electricidad) lo cierto es que están mejor preparados para operar con catenarias.
Hay que recordar que Extremadura sigue siendo la única comunidad autónoma que no tiene ningún kilómetro de vía electrificada; y que cuando eso suceda, quedará aún por terminar los trabajos en una parte del trazado extremeño (entre Plasencia y Talayuela) y por definir el que discurre por Castilla-La Mancha, que sigue en estudio, para que el trazado hasta Madrid se complete.