Como en el resto de España, en Extremadura agosto es generalmente un mes muy cálido y seco, con escasos episodios de lluvias que suelen venir asociados a las tormentas que comienzan a ganar protagonismo conforme se acerca el final de mes. Pero agosto de este año ha sido especialmente árido y caluroso. Fueron 31 días que finalizaron sin que ninguna de las estaciones de registro con las que cuenta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la región recogiese precipitación alguna, según revela el último balance climatológico mensual que esta entidad dio a conocer ayer.
En relación a sus valores de referencia (calculados a partir de las lluvias contabilizadas entre 1991 y 2020) el mes queda caracterizado como ‘muy seco’. Es algo que en la última década ha sucedido en otras tres ocasiones en Extremadura, aunque en todas ellas se tuvo constancia de que la lluvia apareció en el transcurso del mes en al menos uno de los puntos de medición.
Además, en julio pasado la situación fue muy similar, con apenas 0,3 litros de agua por metro cuadrado de media, valor que representa únicamente un 14,3% del de referencia para este mes. De esta forma, en la mayor parte de estaciones extremeñas se sucedieron como mínimo dos meses sin que se recopilase una sola gota.
Antonio Manzano, meteorólogo de la Delegación Territorial de la Aemet en Extremadura, enmarca estos datos en la «situación de sequía generalizada» que se ha atravesado en los últimos meses, si bien incide también en que la aportación de agua que se recibe en este mes acostumbra a representar una proporción bastante reducida del acumulado del año. «Hay que tener en cuenta que la referencia está en el entorno de los 4,5 milímetros, que no es muy alta», aduce.
Entre enero a agosto se llevan registrados para la región 164 milímetros de agua (equivalentes a litros por metro cuadrado), cantidad que apenas supone un 53,8% de su valor de referencia a estas alturas del año, por lo que el periodo entra también en la categoría de ‘muy seco’. El balance de precipitación acumulada para el año hidrológico (que arranca en octubre) es, sin embargo, bien diferente, ya que se suma un 99,2% de lo que sería esperable. Algo que, incide Manzano, se debe fundamentalmente a las «copiosas lluvias de diciembre», cuando multiplicaron casi por cinco el valor de referencia. De esta forma, a falta solo de septiembre y tras las precipitaciones del pasado fin de semana, todo apunta a que el ejercicio hidrológico acabará con unas precipitaciones acumuladas muy similares a las del anterior, aunque concentradas en episodios mucho más intensos, una de las tendencias que se achacan al cambio climático.
La temperatura media en la región fue el mes pasado de 27,9 grados centígrados
En cuanto a las temperaturas, agosto pasado fue «un mes muy cálido con unas anomalías de temperatura muy importantes», resume Manzano. En términos globales, la media fue de 27,9 grados centígrados, lo que superó en 1,7 grados el valor de referencia. En tres de las estaciones que aparecen en el informe (Don Benito, Fregenal de la Sierra y Zafra) se marcaron cifras récord. Mayor fue la anomalía en el caso de las máximas, con una media de 36,3 grados, 2,1 más de lo normal, mientras que las mínimas promediaron 19,4 grados, sobrepasando en 1,2 grados la de referencia.
La Aemet resalta los dos episodios de altas temperaturas que afectaron a Extremadura este último mes. El primero de ellos, comprendido entre los días 6 y 8, con máximas superiores a 40 grados en amplias zonas de la región, alcanzando los 44,8 grados en Badajoz y los 44,6 en Mérida en su punto álgido, que se produjo el 7 de agosto. El segundo, de mayor duración y menor intensidad, se desarrolló entre los días 20 y 24, y en él volvieron a superar en general los 40 grados, llegándose a los 43,6 en Badajoz y 43,5 en Mérida.
Durante estos periodos se sucedieron noches de carácter tropical de forma generalizada (mínimas pasando de 20 grados) e incluso localmente tórridas (más de 25 grados).En este punto se destacan los registros por encima de 28 grados en Castuera, Zorita, Hoyos, Plasencia, Cañamero y Coria o los 29,4 alcanzados en Cañaveral.
Por otro lado, en cuanto a la previsión para los próximos días, a partir de mañana jueves «podríamos volver a tener chubascos tormentosos más o menos dispersos, principalmente en la mitad norte» de la región, avanza este experto.
Las lluvias de la última semana no frenan la caída de los embalses extremeños
Las lluvias de la última semana no han frenado de momento la caída de las reservas de agua de los embalses extremeños. De acuerdo a la información publicada ayer por la web especializada embalses.net, a fecha del pasado lunes estas infraestructuras se encontraban al 39,4% de su capacidad, con un total de 5.702 hectómetros cúbicos de agua almacenados de un total de 14.456 posibles. Son 66 hectómetros cúbicos menos (-0,46%) de los que se albergaban hace una semana.
La situación actual es mejor que la de hace un año, cuando los pantanos extremeños estaban al 30,2%, pero bastante peor que la media de los últimos diez, que es del 51,4%. Por provincias, en la de Badajoz los embalses están el 23,8% de su capacidad, mientras que los de la de Cáceres alcanzan el 57,3%.