En los últimos años, el número de escuelas de baile de Pole Dance, un deporte acrobático, actualmente preolímpico, ha crecido exponencialmente en Extremadura. La primera escuela de la región en introducir este deporte se encuentra en Badajoz y se llama ‘Be A Rainbow’. Está dirigida por la bailarina Beatriz Zamora Rodríguez (Badajoz, 1981) y es la escuela extremeña en la que más disciplinas se pueden practicar, desde bailes latinos, hasta flamenco, twerk, pilates, defensa personal, danza urbana, bungee y muchos más. Esta escuela fue pionera en introducir el pole en la comunidad creando la marca ‘Pole Dance Extremadura’ en el año 2014. Ya son más de mil alumnos los que han pasado por la escuela y actualmente cuenta con unos 250 usuarios en sus instalaciones, de las más grandes en la región.
Bea, como la conocen en su escuela, se formó en Nueva York sobre esta disciplina en barra, consiguiendo la certificación oficial por la Federación Internacional de Pole Dance. Actualmente, posee más de 100 premios internacionales, siendo subcampeona europea. Lo curioso es que empezó esta disciplina porque «estaba cansada de los bailes en pareja en los que siempre tenía que depender de una pareja y me apetecía probar un baile deportivo sola» . Tras descubrir que el pole mezclaba baile y deporte, decidió estudiarlo y conventirse en la fundadora de la primera academia de pole en Extremadura.
La bailarina profesional reconoce que, hoy día, hay muchos prejuicios a la hora de practicar este deporte. «La gente se empeña en decir que no está hecho para ello sin probarlo», comenta. Además el baile sobre la barra vertical está sexualizado porque la población lo liga con su práctica en clubes nocturnos. «La gente cree que el pole está relacionado con los striptease porque en Badajoz no hay cultura deportiva», lamenta.
Lo cierto es que antes de sexualizarlo, el pole ya existía puesto que este deporte es una evolución del palo chino que se practicaba ya en el siglo XII en la zona de Oriente y es uno de los espectáculos fijos actualmente en el Circo del Sol. Esta es la historia ligada a la disciplina fitness del Pole Dance. La otra disciplina, llamada ‘Exotic Pole’, es la que aparece en Estados Unidos.
Se baila con tacones muy altos mezclando el baile erótico y las acrobacias.
Estigmas
La directora de Pole Dance Extremadura lamenta que existan tantos mitos sobre este deporte y los desmantela todos: «El primero es pensar que somos stripers porque enseñamos mucha piel», explica. «Vestimos ligeras de ropa porque necesitamos el contacto del cuerpo con la barra», aclara. Al ser un deporte en el que se trabaja con barras de acero inoxidable, la tela resbala y podrían lesionarse en una caída. Cierto es que resulta anecdótico tener que explicarlo para este deporte y no para otros como el boxeo. «A día de hoy sigue escandalizando ver el cuerpo de las mujeres al natural», así lo expresa la profesora de pole.
Otro mito es creer que es un deporte muy complicado y que hay que estar en forma para practicarlo. «Yo tengo alumnas desde los tres años hasta los 60», afirma. Como cualquier deporte, tiene distintos grados de intensidad, pero se empieza desde cero. «Da igual la edad, el sexo y la condición física, el pole es un deporte para todo el mundo», asegura. La directora de ‘Be A Rinbow’ afirma que «se consiguen grandes resultados físicos en poco tiempo». Ella no es la única profesional en reconocer que una vez que aprendes a agarrarte y a cómo caer bien para no lastimarte, consigues hacer giros, escalada e incluso inversiones sobre la barra en muy poco tiempo.
El tercer prejuicio sobre este deporte es considerar que solo es para chicas. El pole es una disciplina relacionada con la calistenia, de hecho, también se practica con una barra solo que la del pole es vertical y esta, horizontal. «Nosotros tenemos muchos alumnos en pole, sobre todo en la modalidad fitness. Sorprendería ver cómo bailan los chicos y cómo se mantienen en el aire las chicas demostrando que no hay sexos en este deporte», comenta la fundadora de Pole Dance Extremadura.
Lejos de todos los estigmas que rodean a esta disciplina, el pole ayuda al bienestar mental y físico de las personas. Y estos son los dos beneficios que destaca la bailarina: «Mejoras tu fuerza, tu flexibilidad y tu resistencia, por lo que en tres semanas notarás cambios físicos, y lo mejor de todo, es que mejora tu autoestima, te ves más sexy, segregas dopamina y te encuentras mejor mentalmente». Además, explica que aunque sea un deporte individual, se practica en grupos. «Siempre tienes a un compañero que te ayuda a hacer las figuras y en las clases se crea un ambiente tan positivo que hay días que has estado mal en el trabajo y sales de la clase y lo has olvidado todo», asegura.
Este deporte está de moda en Extremadura. De hecho, según la bailarina, ha pasado de ser una práctica mal vista a que «los padres quieran apuntarse a las clases de pole». Este cambio se debe a que aunque se siga practicando en clubes de noche, cada vez es más la población que lo practica por diversión y por hacer deporte.
Incluir esta disciplina como deporte preolímpico e incluirlo en espectáculos familares como el del Circo del Sol también ha ayudado a romper los estigmas marcados por la sociedad a este baile. A pesar de todos los avances, los artistas piden más visibilidad al pole para que deje de ser sexualizado. «Esto no es un deporte de putas, sino arte», concreta Beatriz Zamora. Esta es, defiende, la única perspectiva a tener en cuenta sobre el Pole Dance.