Las altas temperaturas han provocado la muerte a 73 personas en Extremadura desde el 21 de junio pasado, cuando oficialmente dio comienzo la estación estival. El mayor número de fallecimientos por exceso de calor se contabilizó en agosto, con un total de 54, seguido de julio, con 11, según los datos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que alcanzan hasta el pasado día 13. Estas cifras son inferiores a las del año pasado, cuando se registraron récords de mortalidad por calor en España. En este mismo periodo de 2022 se estimaron en más del doble (182) las defunciones atribuibles a las temperaturas en la comunidad autónoma. En cualquier caso, los datos de 2023 siguen estando muy por encima de lo normal hasta ahora. 70 de los fallecidos sobrepasarían los 65 años de edad y, de ellos, 45 tendrían más de 85 años, conforme a los cálculos efectuados con este modelo.
De acuerdo a los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en el mes de agosto se registraron dos episodios de altas temperaturas que afectaron a la comunidad autónoma. El primero de ellos transcurrió entre los días 6 y 8, y en él se registraron temperaturas máximas superiores a 40 grados centígrados en amplias zonas, alcanzando en su momento álgido, el día 7, los 44,8 en Badajoz y los 44,6 en Mérida. El segundo episodio estuvo comprendido entre los días 20 y 24 de agosto, y aunque de mayor duración, fue de menor intensidad. No obstante, durante el mismo se volvieron a superar en general los 40 grados, alcanzándose los 43,6 en Badajoz (el día 21) y los 43,5 en Mérida (el día 22). Es en torno a esos dos episodios donde se observa una cifra mayor de muertes por calor estimadas en Extremadura.
El número de decesos relacionados con el calor extremo de este año es significativamente más bajo que el del año pasado. El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) refleja que a estas alturas del año se han registrado casi un 60% menos de muertes que en el mismo período de 2023. También ha disminuido notablemente el exceso de mortalidad por todas la causas -la diferencia entre la observada y la estimada-, ya que entre el 21 de junio y el 13 de septiembre pasados ha habido 84 fallecimientos menos de los previstos, frente a los 688 en los que se superaron los pronósticos en 2022.
Modelo matemático
Las cifras del MoMo no reflejan los fallecimientos reales, sino que se trata de una estimación realizada a partir de un modelo matemático que utiliza tres fuentes de datos: la de los registros civiles, que no especifican la causa codificada de defunción; las temperaturas según la Aemet a nivel provincial en el mismo intervalo de tiempo; y la población por grupo de edad, sexo y provincia, extraídos del INE.
A partir de ahí, hace una estimación estadística de excesos de mortalidad para un día determinado comparando series históricas que, además, no se puede considerar consolidada hasta que haya pasado al menos un mes desde su publicación, si bien van dando una idea de la evolución de los excesos de mortalidad en la población española.
En todo el país son 2.906 las muertes atribuibles a las elevadas temperaturas durante este verano. En 2022 fueron 4.137 en igual periodo.