Desde este martes la región recuperará las pruebas de PET-TAC, imprescindibles para el diagnóstico y seguimiento del cáncer. Extremadura ha estado casi dos semanas sin poder utilizar el único equipo de estas características de la comunidad, instalado en el Hospital Universitario de Badajoz, por una avería. Tras las reparaciones pertinentes, según confirman desde la Consejería de Salud y Servicios Sociales, este martes volverá a ponerse en funcionamiento. Las mismas fuentes aseguran que ya se han reprogramado las citas de todos los pacientes afectados, que podrán someterse a la prueba en los próximos días.
Su arreglo era una prioridad. Al menos así lo trasladaron desde los colectivos de enfermos de cáncer: «Es una necesidad imperiosa que esta máquina esté funcionando lo antes posible. Es fundamental para iniciar un tratamiento o para conocer la evolución y la extensión de la enfermedad», afirmaron a este diario desde la Asociación Española Contra el Cáncer, después de recibir quejas de pacientes afectados.
Se trata de equipos que utilizan la medicina nuclear para el diagnóstico principalmente de tumores, ya que esta máquina permite diagnosticarlos antes que otras pruebas. Pero también supone un avance para enfermedades del corazón, trastornos gastrointestinales, endocrinos o neurológicos. Utiliza pequeñas cantidades de materiales radioactivos llamados radiosondas o radiofármacos, una cámara especial y una computadora para evaluar las funciones de tejidos y órganos. Mediante la identificación de cambios a nivel celular puede detectar las manifestaciones tempranas de enfermedades antes que otros exámenes por imágenes.
Hay otro en Cáceres, pero no funciona
La necesidad de su puesta en marcha es mayor si cabe porque el PET-TAC que se averió es el único equipamiento de estas características disponible en la región. Hay otro ya instalado desde hace un año en el Hospital Universitario de Cáceres, en la zona del Hospital de Día de Radioterapia y los servicios de Radiofísica y Oncología Radioterápica. Fue necesario incluso adaptar las dependencias para poder albergar la máquina, que costó 1,6 millones de euros, financiados a través del programa Inveat de renovación y ampliación de capacidades del Sistema Nacional de Salud, incluido en el programa de Recuperación, Renovación y Resiliencia. Pero a día de hoy todavía no funciona y tampoco existe una estimación de cuándo podría ponerse en marcha. «No hay nada al respecto», informaron desde la Consejería de Salud.
Su instalación es una de las demandas históricas de la delegación cacereña de la Asociación Española Contra el Cáncer pues actualmente todos los enfermos de la provincia tienen que trasladarse hasta Badajoz cuando tienen que someterse a esta prueba. De momento seguirán teniendo que viajar hasta la capital pacense, lo que supone en muchos casos más de tres horas de trayecto. Solo de ida.
El de Badajoz que ha estado casi dos semanas averiado era además relativamente nuevo. Se instaló en el Hospital Universitario en el verano del año 2021, para sustituir al anterior que comenzó a funcionar en 2006. Costó 2,37 millones de euros sufragados con fondos de la Junta de Extremadura e incorporaba una mayor precisión en el diagnóstico.