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El proyecto industrial avanza

La fábrica de diamantes de Trujillo inicia su producción con 20 reactores

Durante las próximas semanas se mantendrá un periodo de prueba, y a finales de este año, aglutinará a 100 trabajadores

La primera fase funcionará a pleno rendimiento en 2026, cuando los empleados ascenderán a 150

Trujillo

Ya ha comenzado la producción, aunque en periodo de prueba, de la fábrica de diamantes de Trujillo, 'Diamond Foundry'. Con una inversión de 275 millones de euros, esta primera fase cuenta con 42 trabajadores (36 son extremeños) y 20 reactores en funcionamiento.

Convertirse en "los mayores fabricantes de diamantes del mundo". Ese es el objetivo de 'Diamond Foundry', en palabras de su director general para España, Antonio Córdova. Pero para eso habrá que esperar a que las tres fases que componen la instalación de la localidad cacereña se terminen, con una financiación total de 675 millones de euros.

El proceso será paulatino. De momento, la factoría cuenta con una superficie de 6.000 metros cuadrados y está dividida, según ha apuntado el director de las instalaciones de Trujillo, Eugenio de Arriba, en los siguientes departamentos: operaciones, facility, medio ambiente, seguridad, informática, logística y staff.

Durante las próximas semanas, cuando finalizará la fase de prueba, se incrementará el número de reactores, hasta alcanzar el centenar a finales de este año –la fábrica se rige mediante un modelo mixto, pues combinará la producción del diamante con la finalización de las obras-. La misma cifra alcanzarán los trabajadores cuando se dé por terminada la primera fase, en 2026, aunque el presidente de la compañía a nivel nacional asegura que se generarán otros 300 empleos indirectos. 

Uno de los diamantes.

Uno de los diamantes. / Carlos Gil

Durante las primeras etapas, los diamantes estarán orientados a la joyería, pero el objetivo final de ‘Diamond Foundry’, y que también se ejecutará de manera progresiva, es dedicarse al desarrollo tecnológico y a la transición energética; se utilizarán para la fabricación de chips para la inteligencia artificial, supercomputación y, también, el almacenamiento de datos.

El director general en España plantea la posibilidad de fabricar los microchips completos en el futuro pues, por ahora, las previsiones de la compañía residen en vender solo las bases a otras empresas que se encarguen de completarlos.

En este sentido, Córdova ha destacado que el diamante es “el mejor disipador de calor” y que un microchip fabricado con este material “tiene mayor velocidad y más capacidad de procesamiento de datos”.

Dicha meta se alcanzará cuando los 675 millones de financiación se hayan convertido en realidad y la empresa emplee a 300 personas de manera directa.

Valor para Extremadura

Rafael Benjumea, presidente de la compañía en España, ha destacado el compromiso de la fábrica de diamantes con la comunidad. En primer lugar, en materia de creación de empleo. “Muchos extremeños han tenido la oportunidad de regresar por la oferta de trabajo […] Se les da la oportunidad de desarrollar su carrera profesional cerca de su casa”, ha indicado.

En los mismos términos, se ha referido a la participación de cinco empresas en la construcción de las infraestructuras.

Por otra parte, una de las características de las que más se vanagloria la empresa es de utilizar un 100% de energía renovable. El responsable de instalaciones, Daniel Corbacho, ha desglosado los suministros de los que se vale la planta.

Destaca el consumo de metano e hidrógeno, además de la utilización del uso de agua de origen urbano para la refrigeración de los sistemas. No obstante, pretenden utilizar el agua de las depuradoras para no utilizar la red. “Puede que en un año esté en marcha”, ha incidido Córdova.

Por otro lado, se están finalizando los trámites para iniciar la construcción de una planta fotovoltaica.

El proceso de producción

A la rueda de prensa también han acudido Rebeca Brandys, responsable legal de la compañía y Nicolás Orellana, responsable de operaciones, que ha detallado los procesos de elaboración del diamante: ‘Diamond Foundry’ consigue, a través de los reactores, simular las condiciones que se darían en la naturaleza y reproducir en un mes lo que, en circunstancias no alteradas, tardaría 1.000 años.

Se trata de tecnología punta, que consume poca energía y que, según Antonio Córdova, los mantiene alejados de la competencia.

El proceso consiste en la mezcla de gases y la aplicación de la energía sobre una ‘semilla de diamante que se introduce en el reactor.

Dicha semilla es una placa de 20 x 20 mm y 0,2 mm de altura que, al someterse a esa combinación de gases y un proceso de microondas en el que se pueden alcanzar los 1.000 grados, va creciendo hasta alcanzar las dimensiones óptimas para su uso. Ese proceso puede durar 4 semanas. A continuación, se lleva a cabo una fase de limpieza y pulido que permite obtener el producto final. 

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