La construcción extremeña registra su mayor actividad en quince años

Desde que se edificaron las últimas promociones ligadas a la burbuja inmobiliaria, el sector extremeño de la construcción no había experimentado un repunte como el que está viviendo de un tiempo a esta parte. Aunque no tiene nada que ver con el ‘boom del ladrillo’, que difícilmente podría repetirse salvo un cambio drástico de muchos factores --empezando por la financiación bancaria--, lo cierto es que el gremio registra su mayor actividad de los últimos quince años. Así lo estima la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) en Extremadura, y así lo revelan los datos de los colegios oficiales de arquitectos.

Según estos últimos, el sector de la edificación en España cerró 2024 con sus mejores cifras desde 2019. «En sintonía con la evolución positiva del conjunto del país, Extremadura experimentó un incremento del 18,6% en la superficie visada para obra nueva y rehabilitación respecto a 2023», explica el Colegio de Arquitectos de Extremadura (COADE) en un escrito. Este dato, agrega, «sitúa a la comunidad entre las de mayor crecimiento, por encima del 7% registrado a nivel nacional».

En obra nueva, la superficie visada en Extremadura aumentó un 17,44%, evidenciando la tendencia expansiva en el sector. Destaca el segmento residencial, donde la subida alcanzó el 21,57%, situando a la comunidad en línea con la media nacional del 21,5%. «Esta evolución confirma el dinamismo de la construcción en la región y su papel clave en la respuesta a la demanda de vivienda», subraya el COADE.

En cuanto a la superficie visada para rehabilitación en edificios residenciales y no residenciales, también creció un 21%, consolidando la importancia de la mejora del parque edificado en la región. En el ámbito exclusivamente residencial, el incremento fue del 7,42%, en línea con el refuerzo de las políticas de rehabilitación.

Desde la CNC valoran este auge, el mayor en más de una década, pero también reconocen que «veníamos de niveles muy bajos, de construir muy poco, fundamentalmente porque no había suelo disponible». «Al aprobarse diferentes desarrollos y al haberse solventado trabas en varios ámbitos, la evolución es lógicamente distinta. La actividad se vuelve a animar, a ver si cogemos un poco de ritmo», declara Jaime Gridilla, miembro de la directiva de CNC Extremadura.

La fuerte subida de los alquileres ha animado la compra de vivienda nueva, al igualarse la cuota por arriendo con la cuota de la hipoteca en muchos casos. También es cierto que, tras la burbuja inmobiliaria, los bancos redujeron la financiación y ahora el comprador debe aportar un 20% de la entrada del inmueble de forma previa (no lo cubre la hipoteca), más un 10% de gastos iniciales. En este punto, desde la CNC reconocen que el aval suscrito por la Junta de Extremadura y nueve entidades financieras, que permite a los jóvenes de hasta 35 años cumplidos acceder a su primera vivienda con una cobertura hipotecaria de hasta el 95% del precio del inmueble, se está percibiendo en la demanda de inmuebles.

Sin mano de obra pese a los 4.299 parados del sector

Sin embargo, este nuevo aliento de la construcción tiene dos lastres importantes: la fuerte subida de los materiales y, muy especialmente, la falta de mano de obra, «sobre todo de oficiales y de otros profesionales especializados como electricistas, encofradores, fontaneros, aparejadores... La carencia es tremenda», reconoce Jaime Gridilla. La empresas veteranas se cuidan de mantener a su personal, pero otras deben recurrir a subcontratas. Llama la atención que, aún así, la construcción extremeña haya cerrado 2024 con 4.299 parados, eso sí, a mucha distancia de los 18.931 que se contabilizaban en 2012.

Pese al aumento de estos costes, «el precio final de las viviendas no se ha disparado, no se llega a los de 2008 o 2009, ni mucho menos, porque las empresas van contra margen, es decir, asumen la subida a costa de ganar mucho menos. De lo contrario, ahora mismo no podríamos vender pisos», explican desde la CNC. De ahí que la obra nueva siga saliendo más a cuenta que un alquiler en numerosos casos.

Tres habitaciones: 150.000 €

Por ejemplo, en la capital pacense se están vendiendo nuevos inmuebles de tres habitaciones por  150.000 euros, similares a los que en su momento llegaron a costar 300.000. Posiblemente se acabarían comprando por este precio, «pero muy lentamente, porque compensaría menos que un alquiler».

Los que de momento no volverán son los grandes residenciales levantados en un corto espacio de tiempo. «Antes, los bancos financiaban el suelo, la urbanización y la edificación de las viviendas. Ahora solo se financia la edificación y solo cuando tienes el 60% de la promoción vendida. Por tanto, todo es más pausado», aclara Jaime Gridilla.

Sea como sea, el COADE subraya que el crecimiento experimentado en Extremadura pone de relieve la necesidad de mantener el respaldo institucional y los incentivos a la rehabilitación y construcción, para que el sector «continúe siendo un vector de progreso y transformación para la región». 

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