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Fiesta de Interés Turístico Regional

El misterioso Pero Palo vuelve a ser ajusticiado en Villanueva de la Vera

Quien no ha vivido el Carnaval del Pero Palo en Villanueva de la Vera no conoce la fiesta más ancestral y auténtica de la provincia de Cáceres. A lo largo de varios días un pelele encarna a un malhechor sometido a juicio en un complejo ritual popular

Pero Palo, acompañado por los peropaleros, por las calles de Villanueva de la Vera en medio del clamor popular.

Pero Palo, acompañado por los peropaleros, por las calles de Villanueva de la Vera en medio del clamor popular. / Toni Gudiel

El Periódico Extremadura

El Periódico Extremadura

Villanueva de la Vera

Pocos carnavales son tan tradicionales, auténticos y misteriosos como el Carnaval del Pero Palo de Villanueva de la Vera. La fiesta, un ritual atávico y sorprendente, simula el juicio a un malhechor, representado por un muñeco de paja, a lo largo de varios días. El Pero Palo preside la plaza Mayor estos días en los que suenan los tambores y se entonan jotas tradicionales. Villanueva de la Vera espera duplicar o triplicar su población, fijada en unos 2.000 habitantes, el Martes de Carnaval. También es un momento perfecto para conocer el casco histórico de Villanueva de la Vera, declarado conjunto histórico artístico. Los partochos y partochas viven esta fiesta intensamente en estos días en los que se suceden rituales mágicos, recreaciones de ajusticiamientos y se bailan las jotas típicas.

La compleja liturgia de esta Fiesta de Interés Turístico Regional la revisten de un poderoso atractivo. Las teorías sobre el origen de Pero Palo son muchas. Algunas apuntan a que podría tratarse de un guerrillero de la época de la Reconquista que fue hecho prisionero y ajusticiado después. Otras versiones se centran en el hecho de que podría ser un malhechor que se refugiara en la Sierra de Gredos y que al merodear por Villanueva de la Vera fue capturado y condenado a muerte por la Inquisición.

Sea como fuera ningún espectador permanece impasible ante esta compleja representación de un juicio del Santo Oficio a un reo. Los prolegómenos de la fiesta comenzaron la semana pasada como el llamado Domingo de la Cabeza. Ese día la cabeza –o turra- de Pero Palo que custodia la familia Salinero se saca con su sombrero y pañuelo por el pueblo mientras los mozos tratan de hacerse con ella y los tambores nos avisan de que la fiesta se aproxima.

El sábado 1 de marzo a la media noche es el momento de la confección del Pero Palo, para algunos es el momento más misterioso de la fiesta, pues se realiza bajo el máximo secreto y es un ritual al que solo unos pocos privilegiados asisten. Un traje de paño se rellena con heno y se cose de tal manera que no se salga. Así Pero Palo va cobrando forma y vida. Mientras suena el tamboril los peropaleros entonan unas misteriosas murmuraciones. El cuerpo se atraviesa con un palo en el que por un extremo se coloca la turra y por otro tiene un asidero. Pero Palo muestra un aspecto fiero gracias a una barba y bigotes junto con su mirada perdida.

Pero Palo se lleva a la aguja, su lugar en la plaza donde se expone mientras se bailan jotas ante él. Allí, en la aguja, pasará gran parte del tiempo.

La Judiá

El domingo 2 de marzo el ritual tiene como nombre la judiá. Se trata de representar dos bandos. Unos apoyan y otros atacan al Pero Palo. La Judiá se levanta y se bajar al pelele, inclinándolo hacia el suelo mientras la gente grita y se burla del muñeco y varios grupos de personas se entrecruzan varias veces. Con el tambor a toque de diana se dan varias vueltas alrededor de la aguja, se entrega el Pero Palo a un peropalero, que lo coloca en la aguja.

A lo largo del día se repite varias veces el ritual del paseo del Pero Palo con origen y destino en la aguja, se lleva a cabo la judiá y se le vuelve a colocar. 

El Lunes de Carnaval, 3 de marzo, se repite el ritual, pero cada día el muñeco se orienta a una dirección distinta.

El Martes de Carnaval, 4 de marzo, por la mañana se condena a muerte a Pero Palo. Un jinete comunica al pueblo la sentencia. Va a lomos de un burro, en medio de los disparos de salvas de los escopeteros. Esta persona representa al condenado y recibe las burlas de la gente.

Por la tarde, los portales de la plaza se llenan de color. Mujeres y hombres vestidos con los trajes típicos de la zona. Se trata del Paseo de los Capitanes. El capitán lleva una bandera y la capitana un chorizo atado a una zarza. Es el símbolo para algunos de la castración de Pero Palo. Es una procesión muy colorida.

Ofertorio de las Calabezas

No menos singular es el Ofertorio de las Calabazas. Los participantes entregan sus aportaciones económicas a la fiesta, tanto vecinos como visitantes. Todos reciben aporreos de ristras de calabazas que llevan los calabaceros, que llevan las caras tiznadas y unos extraños ropajes. Se colocan formando un pasillo por el que pasarán los oferentes durante el ofertorio y recibirán sus aporreos en la espalda.

El ritual finaliza con la llamada jura de bandera. Se realiza con la insignia de la fiesta formando un gran redondel humano en la Plaza Mayor. A última hora se mantea al Pero Palo (al que se le ha quitado la cabeza), se quema su cuerpo de paja y se esparcen sus cenizas, todo ello en medio de las jotas de los tamborileros.

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