Albalá se encuentra enclavado en un espacio estratégico, centro del triángulo que forman las ciudades de Cáceres, Mérida y Trujillo. Destacan sus espectaculares dehesas, con ganado pastando y caballos al trote, perfectas para conocer la desbordante naturaleza extremeña, con el castillo de Montánchez en el horizonte. La ganadería es desde tiempos inmemoriales la seña de identidad de Albalá. Prueba de ello es la Feria Nacional de Ganado Selecto que todos los meses de octubre se desarrolla en el mercado de ganados de la localidad, de orígenes centenarios, e incluida en el calendario de la Real Federación de Asociaciones de Ganado Selecto. Ya ha superado 28 ediciones y en la última se incorporó el ovino a la exposición.

El alcalde de Albalá, Juan Rodríguez, insiste en que los visitantes se queden en el municipio para conocerlo a fondo, con sus cielos estrellados, extensas dehesas y el sonido del cencerro del ganado. Por supuesto, que sientan el calor de la hoguera de los quintos y bailen Las Tablas por Navidad. Cada año del 24 al 27 de diciembre se celebra esta festividad cuyos orígenes se remontan al siglo XV para celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Se celebra desde hace ya 150 años.

Sin embargo, este año Albalá quiere poner su acento como destino ecuestre, que no se circunscribe solo a visitar sus espacios naturales a caballo. Cada mes de abril el municipio acoge una Feria del Caballo, con un importantísimo concurso morfológico de caballos de Pura Raza Española (PRE) procedentes de una treintena de ganaderías de todo el país. Tras más de dos décadas de andadura, la Feria del Caballo de Albalá se ha convertido en una de las citas más importantes del mundo del caballo en Extremadura y en España. Acoge dos campeonatos de Doma Clásica, un campeonato de Doma Vaquera regional y el campeonato de Equitación de Trabajo a nivel nacional. La calidad de las instalaciones del mercado de ganados, renovadas constantemente, hace posible la realización de estos certámenes a los que asisten miles de personas.

La localidad durante los días de eventos ecuestres experimenta una explosión de visitantes. Desde el ayuntamiento de Albalá se apoya a este turismo emergente, dotándolo de infraestructuras y ya se trabaja para adecuar alojamientos turísticos para dar respuesta a la demanda de viajeros.