El 30 de abril es la fecha escogida para que todo el que disfrute escuchando música pueda empezar a deleitarse con ‘Materia mestiza’, el primer disco del dúo hispano-luso La Barca, formado por Mili Vizcaíno (Villanueva de la Serena, 1979) y Rui Filipe (Lisboa, 1970), que han compuesto 12 canciones en castellano con influencias de su música raíz, además de la sonoridad portuguesa y latinoamericana, que hablan del amor puro, el desamor, la violencia de género, los refugiados o las ganas de vivir

‘Materia mestiza’ está producido por Johnny Galvão, con Rui Filipe como coproductor, se han incorporado al proyecto la violinista Cindy Gonçalves, la violonchelista Sandra Martins y la cantante Sofía Álvarez en el tema ‘Pirilampos y luciérnagas’ y ha sido grabado en los estudios Barqueiro de Oz, pero ‘Materia mestiza’ es, sobre todo, un proyecto personal de Mili Vizcaíno y Rui Filipe cuyos caminos se encontraron hace cuatro años para colaborar en varios proyectos hasta que deciden formar La Barca, para dar riendas sueltas a su creatividad, para expresar con música lo que sienten y lo que viven, un dúo en el que ella aporta la voz y él la música. 

Ella, con formación académica, tiene su origen, entre otros, en el jazz y la música portuguesa, en el folclore tradicional indio y en nuestras propias raíces. Él proviene de la música clásica y el fado, con influencias sefardí y el pop, pero también es compositor, pianista, productor y arreglista. Y fruto de esa mezcla bien hecha surge este disco que presentarán el 18 de mayo en ‘streaming’ (www.directamente.es), el 17 de julio en el López de Ayala, el 18 en el castillo de Olivenza y el 24 también de ese mes en el museo Pedrilla (Cáceres). Ellos son dos amigos, dos músicos bien compenetrados que responden al alimón, vía correo electrónico, a las preguntas de este periódico para darse a conocer, y lo que es más importante, dar a conocer a La barca que transporta ‘Materia mestiza’, del que en YouTube ya se puede escuchar y ver el videoclip de ‘Historias de neón’.

¿Por qué deciden embarcarse en este proyecto y por qué ahora?

-Nos conocimos con otro en cuarteto, también en una colaboración hispano-lusa. Rápidamente nos dimos cuenta de nuestra enorme afinidad. Después, fue una larga gestación de 36 meses, nos embarcamos en este proyecto por nuestra complicidad y porque había mucho ánimo y ganas de crear. Y ahora es el momento en que está preparado para nacer, rompimos aguas de adentro para afuera, para poder navegar…

¿Por qué se llaman La Barca?

-Comenzó por una alusión a un libro de José Saramago, ‘Jangada de Pedra’, el cual, pensábamos que representaba el espíritu de esta colaboración ibérica. Pero las letras fueron volando más en dirección al castellano y la Jangada se convirtió en una barca. 

¿Hacia dónde conduce ‘Materia mestiza’ ¿Cuál es su esencia?

-El disco es muy heterogéneo en términos de inspiraciones y alusiones estéticas, ambos tenemos muchas influencias musicales, y a medida que fuimos dándole forma al repertorio, venían los condimentos de nuestros viajes musicales anteriores, que coloreaban y hacían danzar los ritmos, las estructuras, las temáticas, las palabras. Y tenemos un tema en el disco que se llama ‘Mestiza’, el primero que hicimos juntos. 

¿Hasta dónde quieren llegar con La Barca, es una formación pensada para perdurar o solo se han unido para hacer este disco?

-Ahora que estamos lanzando el primer disco, no sentimos ninguna finitud en el horizonte, e incluso ya hay ganas y más materia post-mestiza para un segundo álbum. ‘Materia mestiza’ tardó tres años en ser concebido y vamos a disfrutarlo por el momento y a darlo todo para que también lo disfrute el público. 

Una española y un portugués, dos países y una sola frontera. A la hora de componer los temas ¿qué influencia ha tenido la raya? 

-La música no entiende de fronteras, tiene capacidad para unir, no para desunir. El hecho de que hayamos nacido cada uno a un lado de la raya, le ha dado un acento propio a nuestra música. No deja de ser curioso pensar que somos un proyecto extremeño, pues yo soy de Badajoz (Extremadura) y Rui Filipe de Lisboa (Estremadura), ¡somos de la misma tierra y navegamos en la misma barca!  

En sus temas, sus experiencias, vivencias, creencias, opiniones, o sentimientos ¿tienen mucho peso? O ¿solo son un reflejo de la realidad?

-Creemos que en el acto creativo, hay un poco de todo, nosotros somos muchas veces la propia materia de la creación, aunque solo sea porque somos observadores, luego parte integrante del proceso de la descripción. A veces comenzamos con un cuadro en blanco y vamos atrás del trazo, otras despertamos con palabras e imágenes atrapadas en la garganta. Hay, de hecho, experiencias que imploran ser contadas, unas veces hay habilidad para construirlas y otras veces se quedan esperando. El sentimiento es una combustión fundamental, somos guiados por los sentidos, pero también por el sentir del corazón, tanto para hablar sobre cuestiones que nos perturban como para dejarnos seducir por la fantasía. 

¿Les ha supuesto mucho trabajo editar este disco?

-¡Sí! Hicimos cerca de 40 canciones para escoger apenas 12. Hubo canciones que cambiaron de letra tres o cuatro veces. Los arreglos también se fueron transformando a lo largo del proceso de constatación de la estética del disco. Pasamos por dos etapas importantes que hicieron que La Barca cambiase el rumbo. Una fue el hecho de asumir el repertorio en español y un sentir ibérico. Otra fue trabajar con nuestro productor Johnny Galvão, el cual nos permitió mirarnos desde fuera un poco mejor y subir el grado de exigencia. 

También hay otro lado, fuera del proceso musical, que envuelve muchas competencias y el trabajo de muchas personas hasta tener el disco hecho y preparado para ser divulgado. Claro que hoy en día es fundamental el componente visual, y si hay algo nuevo, lo quieres buscar inmediatamente en YouTube. Todo esto es otra parte del proceso de inversión que es inherente al disco. 

¿El jazz, el fado o la bossa nova son los mejores estilos musicales para expresar sentimiento, dolor, frustración... y alguna que otra alegría?

-Es curioso que pregunten eso porque comenzamos nuestras primeras experiencias precisamente con un repertorio más dentro de esos estilos. Había razones para ello, pues estábamos los dos en Lisboa en esa altura, y no solamente por formación académica sino también por gusto, nos dejamos llevar por esas latitudes. ¡Fue una época interesante! Toda la música de raíz nos encanta, por su riqueza, por el legado que expresa. Estos estilos en particular son muy ricos bajo el punto de vista social, poético y musical. Es toda una escuela, y es fascinante. Se suele decir que al adquirir nuevos lenguajes es como si se abriesen patrias dentro de nosotros. 

Mili Vizcaíno ¿Canta sobre todo jazz por qué es el mejor estilo que se acopla con su voz, o simplemente porque le gusta? 

-Mi relación con el jazz viene ya de muy lejos, primero en los bares y después en los festivales y en las universidades. Siempre sentí una fuerte atracción por la improvisación y anduve (y ando) trás de ella jugando, estudiando, viajando, compartiendo, aprendiendo y desaprendiendo… pero nunca me dediqué a cantar jazz exclusivamente, y es que yo amo la música más que a las etiquetas que se le puedan poner y que a veces suponen una frontera más. 

¿Cómo se conocieron? ¿En qué momento se cruzaron sus caminos?

-Podría haber sido perfectamente en vidas pasadas jajaja. ¿Quién sabe? Hace 4 años nos propusieron hacer un proyecto para un evento en el que querían juntar a artistas españoles y portugueses. En realidad, ya habíamos coincidido en uno o dos encuentros de amigos, pero fue con ese proyecto con el que nos dimos a conocer el uno al otro musicalmente y la conexión fue inmediata, magnética. 

¿La música es la mejor forma de expresión?

¡La palabra musicalizada tiene mucho poder! El ritual del canto colectivo siempre fue una forma de crear unidad y tranquilizarnos cuando estamos más inquietos, también cuando se canta una nana a un bebé o el cumpleaños feliz a un ser querido. También hay otro lado de ese poder, el de la manipulación… o del marketing. ¿Qué sería de las películas sin banda sonora? ¿Estaríamos cuatro horas asistiendo a una ópera sin música? ¡Y qué bien sienta bailar! La flauta y el tambor son nuestros compañeros desde hace miles de años, y fueron fundamentales para ayudar en las diferentes labores y en muchas de las formas de expresión más relevantes. 

Los temas son todos originales, pero ¿quién o quiénes los han compuesto?

El trabajo de composición es colectivo entre nosotros dos, yo hago más la parte musical y Mili trabaja más en las letras, pero hay mucha ósmosis entre las dos áreas y las participaciones son siempre activas y generadoras de cambios. También contamos con la ayuda de nuestro productor Johnny Galvão, con las letras. 

-¿Cuándo se sabe que un tema está listo (letra y música), cuándo se sabe que uno está preparado para publicar y lanzarse a la promoción de un trabajo y enfrentarse al público?

-¡Es difícil ser exacto en la respuesta! ¡Entre la duda y el entusiasmo hay que dar tiempo! A veces erramos mejor y otras acertamos peor… Por muy exigentes que seamos, sabemos que hay un momento en que tenemos que soltar amarras y entregar nuestro trabajo. Hasta ahí, hay que apurar lo máximo posible y percibir la dirección de lo que se está haciendo. Cuando el mensajero entiende el mensaje y lo interioriza, está preparado para anunciarlo. 

¿La música lo es todo?

-La música es una parte importante, pero la vida lo es todo, el amor lo es todo, y de eso se alimenta la música. El artista se alimenta del retorno de su esfuerzo, el cual, no siéndolo todo, es vital.

¿Con ‘Materia mestiza’ han conseguido su objetivo, se sienten satisfechos? ¿Les queda mucho camino por recorrer?

-Por un lado esperamos que sí, que nos queden muchos más caminos por recorrer, eso anima. Por otro, esperamos haber iniciado con esta ‘Materia mestiza’ el camino que cumpla con nuestras expectativas. Terminar y editar el disco después de tres años de trabajo ya es conseguir un objetivo, juntar todas las piezas creativas en este propósito tan deseado. Un conjunto de otros objetivos son consecuencia del primero, que paso a paso podrán hacer crecer nuestra satisfacción. 

¿Por qué no hay temas en portugués?

-En el disco hay solamente dos versos en portugués, en el tema ‘Mestiza’.. Como Mili es española, creímos que era más natural que cantase en su lengua materna, y, además, la propia energía de las canciones nos acabó guiando en esa dirección. El discurso del disco está dirigido a una audiencia hispanohablante. Pero tal vez en concierto podamos traer algunas sorpresas…