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Javier Cintas
Ver galería >Su relación con el mundo del textil le viene gracias a su padre. Hace unos cuantos años que Marco Antonio Tovar decidió convertir su pasión y su forma de entender la moda en una profesión. El emeritense creó su propia marca, Weark–Tovar, en el 2016 y gracias al esfuerzo, el trabajo y la constancia de toda la plantilla, la empresa ha ido creciendo con el paso del tiempo hasta posicionarse como diseñador de uniformes de trabajo en diferentes sectores, así como de vestimentas para el Carnaval de Badajoz, la fiesta de Emerita Lvdica, clubes de pádel o equipos de balonmano… apostando por diseños exclusivos y los mejores materiales. Todas las piezas las realizan con esmero desde la fábrica que tienen en el polígono industrial El Prado y en el taller de una tienda física en la céntrica calle Marquesa de Pinares de la capital extremeña.
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Su relación con el mundo del textil le viene gracias a su padre. Hace unos cuantos años que Marco Antonio Tovar decidió convertir su pasión y su forma de entender la moda en una profesión. El emeritense creó su propia marca, Weark–Tovar, en el 2016 y gracias al esfuerzo, el trabajo y la constancia de toda la plantilla, la empresa ha ido creciendo con el paso del tiempo hasta posicionarse como diseñador de uniformes de trabajo en diferentes sectores, así como de vestimentas para el Carnaval de Badajoz, la fiesta de Emerita Lvdica, clubes de pádel o equipos de balonmano… apostando por diseños exclusivos y los mejores materiales. Todas las piezas las realizan con esmero desde la fábrica que tienen en el polígono industrial El Prado y en el taller de una tienda física en la céntrica calle Marquesa de Pinares de la capital extremeña.
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