¿Sembrar oxígeno para combatir el calentamiento global? Te explicamos cómo:

Ya es posible calcular y mitigar la huella de carbono de cualquier actividad, empresarial o cotidiana, participando en proyectos de reforestación que permitan absorber dióxido de carbono de la atmósfera. Iniciativas de reforestación planificada, como Motor Verde, facilitan el proceso.

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Con el nuevo año llega también una evidencia climática: cada vez nos queda menos tiempo para alcanzar el reto marcado por la Unión Europea de reducir el 55% de las emisiones de CO2 en 2030 y, más allá de eso, conseguir la neutralidad de carbono en el 2050. Esto significa que ha llegado la hora de acelerar y desplegar todas las herramientas disponibles para conseguirlo. Una de ellas, y que ya estamos poniendo en práctica, es la compensación de emisiones mediante acciones como la reforestación.

Cuando se habla de la imprescindible descarbonización de la sociedad y de la economía, se ponen sobre la mesa medidas como la mejora de la eficiencia energética, las energías renovables o la economía circular. Todas ellas orientadas a la reducción de origen de las emisiones de CO2. Es decir, que no lleguen a generarse. Sin embargo, durante el proceso que nos llevará a la neutralidad ciertas actividades necesarias seguirán emitiendo CO2 y es aquí donde entran en juego los mecanismos de compensación, definidos por el Acuerdo de París como “claves” para afrontar la emergencia climática.

Motor Verde: sembrar oxígeno para la transición energética

La reforestación consiste, al fin y al cabo, en aprovechar una de las ‘tecnologías’ más naturales y eficientes de captura de carbono que nos brinda el planeta: los árboles. A través de la fotosíntesis, absorben el CO2 presente en el aire y lo fijan en sus tejidos. Por lo tanto, la reforestación de superficies quemadas, deterioradas o baldías se ha convertido en una de las fórmulas reconocidas para frenar el calentamiento global.

Más bosques, menos emisiones

La pregunta pertinente es, ¿cómo puede actualmente una empresa, una institución o incluso un ciudadano mitigar su huella de carbono mediante un proyecto de plantación de árboles? Aquí entran en juego iniciativas como Motor Verde, impulsada por Fundación Repsol junto a su participada Grupo Sylvestris bajo el lema de ‘Sembrar futuro para todos’. Se trata de un ambicioso proyecto que busca recuperar tierras quemadas, abandonadas o baldías en España para crear nuevos bosques que permitan absorber el CO2 de la atmósfera y avanzar hacia la neutralidad de carbono.

La reforestación planificada y profesional es, de esta forma, un aliado natural para combatir el calentamiento global y proteger la biodiversidad, actuar contra la desertificación y garantizar la resiliencia de los bosques. Y, al mismo tiempo, crear puestos de trabajo y dar un futuro a los territorios rurales, cada vez más despoblados. “España es el país que más posibilidades tiene para convertirse en un sumidero de CO2 de referencia a nivel europeo. Tenemos una industria forestal avanzada y un buen terreno. De los 25 millones de hectáreas forestales, aproximadamente nueve están deforestadas. Son muchas hectáreas para generar riqueza en entornos rurales y compensar al mismo tiempo emisiones”, explica Enrique Enciso, socio fundador de Grupo Silvestris.

Motor Verde supone así un impulso al emergente mercado voluntario de carbono, un espacio donde las empresas pueden obtener créditos de carbono a cambio de fondos destinados a financiar actuaciones sostenibles. “Cada vez son más las empresas que se comprometen en la lucha contra el cambio climático con objetivos de neutralidad en carbono. Una de las claves para alcanzar estos objetivos es el desarrollo de este tipo de proyectos forestales cualificados y certificados”, señala Luis Casado, director de Repsol Impacto Social, que explica que en España la referencia es el Registro de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC).

Motor Verde está en marcha en diferentes Comunidades Autónomas, como Extremadura, Asturias o Castilla y León y cuenta con el apoyo de Administraciones Públicas, como la Junta de Extremadura o el Gobierno del Principado de Asturias y empresas como Banco Santander, Caja Rural de Zamora, Enagás, Ilunion o Microsoft, entre otras. Motor Verde gestiona todo el proyecto, desde el diseño del bosque con especies autóctonas hasta la monitorización y mantenimiento. Así se ha hecho, por ejemplo, en Caminomorisco (Cáceres) o en Grandas de Salime (Asturias). Y aún habrá más. “Estamos trabajando ya estrechamente con otras comunidades autónomas, ya que nuestra ambición es de escala nacional”, añade Casado. El objetivo es extender Motor Verde a diferentes regiones, fortaleciendo la colaboración público-privada, con la ambición de alcanzar 70.000 hectáreas para compensar 16 millones de toneladas de CO2.

Herramienta digital para los ciudadanos

Pensando en los ciudadanos particulares, o en los autónomos y pymes que también quieran calcular y mitigar su huella de carbono pero no tengan acceso a grandes proyectos de reforestación, Fundación Repsol ha presentado recientemente su herramienta digital Marketplace Motor Verde. Una iniciativa que permite contribuir de forma voluntaria al desarrollo de bosques en España, así como generar oportunidades de formación y empleo.

Los usuarios, a través de la web de Marketplace, podrán calcular su huella de carbono anual a partir de su estilo de vida y hábitos de consumo, o calcular las emisiones de sus actividades del día a día, como reuniones, comidas o viajes. Además, cuenta con un apartado especial para el cómputo de la huella de carbono de eventos profesionales. Una vez realizado el cálculo ‘on line’, los ciudadanos pueden elegir, de forma voluntaria, realizar su contribución y escoger con cuántos árboles quieren mitigar (total o parcialmente) su huella de carbono, seleccionando en qué bosque de España quieren contribuir.

Gracias a ello, la compensación de emisiones de CO2 se erige como una herramienta clave para fortalecer el proceso de transición ecológica que nos debe llevar a una economía descarbonizada.

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