Ilusión, reencuentros y mucha magia …Así es la Navidad. Unos días que nos recuerdan lo importante que es compartir nuestro tiempo con quienes amamos. Sentir el calor de los seres queridos que están junto a nosotros, la importancia de recordar a quienes ya no están y la energía que nos inyectan los que están un poquito más lejos.

Si algo hemos aprendido en los últimos tiempos es la importancia de las conexiones. Y la tecnología nos acerca a todos aquellos que significan mucho en nuestras vidas, sin importar el dónde ni el cuándo… y cómo no, sin importar la edad. Gracias a ella sabemos que nuestro mundo se detiene un instante, sigue adelante, como nosotros, como nuestras vidas, como nuestras relaciones.

Compartir emociones

Cuando pensamos en compartir el tiempo lo hacemos pensando en aquellos que están solos, pero sin darnos cuenta también los hacemos con pequeños detalles a nuestro alrededor: un café en la distancia con los amigos o una visita inesperada a través de un “zoom”, o compartir las mejores fotos de esa cena del trabajo a la que alguien no pudo asistir. Gracias a la tecnología podemos hacer arqueología de nosotros mismos y recuperar todas esas emociones que vivimos en aquel viaje tan especial, o el cumpleaños del abuelo o la boda de esa gran amiga, tan atípica pero tan acorde con la nueva normalidad que nos toca vivir.

Compartir es sinónimo de generosidad que llega en forma de mensaje para recordar que no nos olvidamos de esa persona, o ese chiste tan bueno y que nunca falla cuando la ocasión requiere unas cuantas carcajadas. Con la tecnología lo decimos todo. Porque detrás de las grandes innovaciones, no solo hay datos, cables o drones. Al otro lado del Big Data y de la red móvil de última generación hay personas.

Las relaciones humanas, el pilar de nuestra sociedad

En una época en la que nuestros mejores deseos están teñidos de paz y amor, no nos pueden faltar nuestras personas más queridas, allá donde estén. ¿Sabías que para el 81% de los españoles las relaciones personales son fundamentales en su (nuestra) vida? Así es, tal y como revela el estudio ´La importancia de las conexiones humanas’, realizado junto a Kantar y Picnic e impulsado por Fundación Telefónica. También indica que ese alto porcentaje de personas apostamos por las conexiones humanas para mejorar nuestra calidad de vida, ya que alimentan un amplio rango de necesidades relacionadas con las dimensiones fisiológicas, psicológicas y social. Vamos, para seguir siendo nosotros mismo pase lo que pase.

La necesidad de sentirnos conectados con otros es, como la tecnología, un sentimiento universal. Así lo afirma también el psiquiatra Robert Waldinger, que ha dirigido un estudio longitudinal sobre la felicidad, llevado a cabo por la prestigiosa universidad de Harvard en la que es profesor en la Facultad de Medicina. Y dicho estudio dice algo tan bonito como que el ingrediente más importante para la felicidad y la salud son las buenas relaciones interpersonales: familia, amigos y comunidad.

La base de las relaciones personales

Y para que esa felicidad siga creciendo, debe basarse en la confianza. Esta es una de las principales características que más nos condiciona a la hora de construir relaciones más profundas. Esa confianza hace que la magia del amor y de la amistad fluya a pesar del tiempo y la distancia. Para sortear estas barreras ya nos ayudan las nuevas tecnologías, porque una relación de calidad no es aquella que se forja en el día a día, sino aquella que se mantiene en el tiempo y en el espacio, (los astronautas lo saben muy bien).

Precisamente, el despliegue de tecnologías como la red 5G, que alcanza a más del 80% del territorio español, permite conectar a cientos de núcleos de las zonas rurales en España con problemas de cobertura, para impulsar su desarrollo, mejorar sus condiciones de trabajo y calidad de vida y que no queden aisladas. La conectividad también nos ayuda a mejorar nuestra salud y la de nuestros mayores, a diseñar ciudades más habitables y seguras, a gestionar de una forma más eficiente los recursos naturales y proteger así el medioambiente. El reto cero emisiones que plantea Telefónica, es un compromiso con el planeta, y las nuevas tecnologías son la vía para lograrlo, gracias al desarrollo de soluciones innovadoras basadas en la conectividad del Internet de las Cosas, el Cloud Computing y el análisis de datos.

Telefónica lidera ya la transición digital de las empresas, en especial a las pymes y al sector industrial como fuente de progreso para una rápida reactivación económica. Para ello, también será necesario la creación de perfiles tecnológicos en los estudiantes de hoy. Por eso es tan necesario acercar la educación a todos los rincones de nuestro país, para que ningún niño o joven se quede atrás y eliminar así la brecha digital. La apuesta por una educación de calidad debe ir acompañada programas formativos para cubrir los puestos de trabajo de mañana, tan necesarios incluso hoy.

La tecnología nos ayuda a crear un mundo más humano, pero el corazón y la magia de los sentimientos, los ponemos cada uno de nosotros.