Más de un centenar de camiones participaron ayer en un simulacro organizado por el Gobierno británico en el sur de Inglaterra para probar la congestión viaria que podría producirse de forma habitual debido al incremento de controles fronterizos que se producirían en el caso de un brexit sin acuerdo con la Unión Europea. La operación Brock, supervisada por el Ministerio de Transporte, es la prueba más importante que ha hecho el Gobierno hasta ahora con el objetivo de prepararse para una salida no pactada de la UE el próximo 29 de marzo. Los camioneros, que recibieron un incentivo económico, se congregaron en el aeropuerto de Manson, en desuso. El recorrido de la caravana de vehículos iba desde Manston hasta Dover, la principal conexión del Reino Unido con la Europa continental. Una portavoz del Ministerio de Transporte aseguró que el Gobierno «no desea ni espera» un salida no negociada de la UE, pero agregó que «es su deber» prepararse «para todas las contingencias» que puedan producirse y para las que hay que estar preparado.

Por su parte, el fabricante de automóviles de lujo Aston Martin comunicó que ha activado planes de contingencia para hacer frente a un brexit sin acuerdo. Los planes incluyen la contratación de un nuevo jefe de cadena de suministro y los preparativos para trasladar componentes en vuelos, así como el uso de otros puertos que no sean Dover.