La revuelta de los conservadores proeuropeos ha forzado a Theresa May a cambiar su estrategia sobre el brexit. La primera ministra ha ofrecido al Parlamento británico la posibilidad de retrasar la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, May anunció que, el 12 de marzo, someterá a los diputados el acuerdo negociado con la UE, que rechazaron masivamente en enero, con algunas modificaciones. Si no supera la votación, al día siguiente, el Gobierno presentará una moción para que los parlamentarios determinen si el Reino Unido puede dejar la UE sin pacto alguno.

«El Reino Unido solo se marchará sin un acuerdo el 29 de marzo, si existe el consentimiento explícito de esta Cámara», afirmó May. En caso de que el Ejecutivo deje libertad de voto, algo que no se ha aclarado, se cree que solo un pequeño número de conservadores rebeldes votaría por la salida sin acuerdo. El que esa amenaza parezca haberse alejado, momentáneamente al menos, llevó el martes a la mayor subida de la libra esterlina frente al euro, desde mayo del 2017.

EXTENSIÓN CORTA Y LIMITADA / Si los diputados deciden que no es posible el divorcio sin un plan de retirada, May planteará una segunda moción proponiendo extender la fecha oficial de salida. «El Gobierno presentará una moción el 14 de marzo preguntando al Parlamento si quiere una prórroga, corta y limitada, para el artículo 50. De aprobarse, esta Cámara tendrá que aprobar una fecha para esa extensión y preparar la legislación necesaria para esa nueva fecha», señaló. Tampoco en está ocasión se sabe cuál será la disciplina de voto que imponga el Gobierno.

May nunca ha querido la extensión del Artículo 50. Lo ha repetido en infinidad de ocasiones y así lo hizo constar de nuevo en su declaración en los Comunes. «No creo que esa decisión sirva para que sea más fácil llegar a un acuerdo« afirmó. La prolongación sería de un máximo de tres meses porque, «más allá de finales de junio significaría que el Reino Unido debería tomar parte en las elecciones al Parlamento Europeo». «¿Qué tipo de mensaje estaríamos enviando a los votantes?», se preguntó. Esa extensión «sería casi con certeza un único» aplazamiento.

El propósito de May sigue siendo el de llegar a un nuevo acuerdo con Bruselas sobre la controvertida salvaguarda irlandesa, antes del 12 de marzo.

DIMISIÓN Y REBELIÓN / La primera ministra tuvo que rendirse a la presión de los miembros de su Gabinete decididos a evitar un divorcio sin acuerdo. La comparecencia había estado precedida por una agitada reunión de su Gobierno y por la amenaza de dimisión de tres miembros del Ejecutivo desde las páginas del Daily Mail, para «impedir un desastre». El diario contaba hasta 15 miembros del Ejecutivo dispuestos a marcharse para evitar una ruptura brutal. La rebelión presagiaba otra inminente derrota del Gobierno, si hoy los conservadores proeuropeos respaldaban la enmienda de la laborista Yvette Cooper y el tory, Oliver Letwin.

La propuesta quiere dar al Parlamento el poder de forzar un retraso del brexit, justo la puerta que ahora May ha dejado entreabierta. Cooper confirmó que seguirán adelante «para asegurar que la primera ministra confirma su compromiso».

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, acusó a May de haber «escuchado tarde» a los diputados y haber llegado a este punto, a causa «de las caóticas negociaciones» que ha llevado a cabo. La UE vería bien aprobar una breve extensión del brexit, si el Reino Unido lo pide. La petición «sería considerada favorablemente», dijo un alto funcionario.