Concidiendo con la pérdida de popularidad del presidente Vladímir Putin en los últimos sondeos, la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) ha aprobado en tercera y última lectura un paquete legislativo que impone duras multas e incluso penas de prisión a usuarios o periodistas que falten al respeto a las autoridades del país, además de conceder a Roskomnadzor, el ente regulador de las comunicaciones en Rusia, la capacidad de bloquear una publicación. La iniciativa ha generado críticas unánimes entre las oenegés de derechos del hombre y los militantes de la oposición, e incluso ha motivado la convocatoria de una manifestación de protesta en Moscú, prevista para este domingo.

Las medidas puntivas, según el texto legal, se aplicarán a aquellas informaciones "que se expresen de forma indecente" y que "de forma obvia alten el respeto a la sociedad, al Estado, a los símbolos estatales, a la Constitución o a los órganos que detentan el poder en Rusia", según informa TASS. Las penas monetarias contempladas van desde los 30.000 a un millón de rublos (de 400 a 13.500 euros) en el caso de "difusión de noticias falsas con impacto social bajo la apariencia de información correcta", y rondan los 300.000 rublos (unos 4.000 euros) o incluso penas de prisión de 15 días para los reincidentes si se falta el respeto a las autoridades, incluyendo al propio presidente Putin. Cualquier "flagrante falta de respeto" al Gobierno o a la "moral pública" deberá ser borrado de internet en 24 horas, tras recibir un primer aviso.

Examinados por el Consejo de la Federación

Los proyectos de ley serán remitidos al Consejo de la Federación (Senado o Cámara alta), que tiene previsto debatirlos, votarlos y aprobarlos el próximo 13 de marzo -nadie duda que será así- para posteriormente ser promulgados por el jefe del Estado. Serguéi Boyarsky, diputado del partido progubernmental Rusia Unida y vicepresidente de la comisión parlamentaria sobre la política de información, ha esgrimido como justificación que leyes similares existen "por todo el mundo", y ha hecho un llamamiento a "todos aquellos que mantengan acaloradas discusiones en las redes sociales a relacionarse mutuamente de forma respetuosa, a no ofender a nadie y sobre todo a no ofender los símbolos del Estado".

La prensa liberal, en cambio, ha acogido la medida con grandes dosis de escepticismo. El rotativo económico Védomosti titulaba su edición de este jueves con un significativo titular: "Falsa preocupación por la sociedad", mientras que desde 'Kommersant', Georgui Ivanov advertía de las "amenazas" que la iniciativa suponía para muchos profesionales vinculados con los medios de comunicación. Para Elizaveta Golikova, de la publicación 'online' 'RBK', todo ello constituye un "instrumento de presión" sobre la prensa. La vaguedad del enunciado de los textos legales alarma a Golikova, quien sostiene que, ante la "falta de criterios" para definir una información "sin verificar", noticias "importantes o fiables" pueden quedarse en el tintero sin ser publicadas.