El primer ministro israelí y candidato a la reelección, Benajmín Netanyahu, se dirigió a sus votantes tras conocerse los primeros resultados de las elecciones generales del martes y se mostró confiado de poder formar gobierno.

Pasadas las 02.00 de la mañana (23.00 GMT), el actual jefe del Ejecutivo israelí tomó la palabra en la sede electoral de su partido, el Likud, en la ciudad de Tel Aviv, y se dirigió a los cerca de 300 simpatizantes que se acercaron a ofrecer su apoyo a medida que pasaba la noche.

"Estoy muy entusiasmado por nuestra tremenda victoria", comenzó, tras agradecer una y otra vez a los asistentes, a los miembros de su partido y a su esposa, Sara, a quien besó antes y después del discurso, y quien no se separó de él durante el mismo.

"Siento una emoción muy grande por el apoyo de la gente de Israel, que confió en mí y esta vez más que nunca", agregó Netanyahu, con un tono que indicaba agradecimiento por los buenos números que parece conseguir, según los últimos resultados del escrutinio.

El público, en su mayoría hombres y muchos de ellos religiosos, celebraba cada una de sus palabras, coreaba el nombre de su esposa y hasta se ondeó alguna bandera en apoyo al presidente estadounidense, Donald Trump, al que Netanyahu admira abiertamente y que también pudo verse en algunas imágenes proyectadas durante el acto.

"Es difícil comprender la magnitud de esta victoria, considerando que nos enfrentamos al sesgo negativo de los medios de comunicación", exclamó, subiendo el tono y dando pie a un abucheo generalizado de su público, entre el que hubo quien insultó, en al menos dos ocasiones, a algunos de los periodistas presentes en el acto.

El punto culmen del discurso fue, sin embargo, cuando exclamó con seguridad que el bloque de derechas, liderado por el Likud, dirigirá el gobierno de los próximos cuatro años.

"Esta noche ya comencé a conversar con los líderes de los partidos de derecha, nuestros aliados, y casi todos ya han expresado públicamente que me recomendarán para formar gobierno", dijo, al anunciar que se propone conformar la coalición lo antes posible para construir un gobierno "fuerte y de derechas".

Hacia las 03.00 hora local (00.00 GMT del miércoles), y con cerca del 60 % de los votos escrutados, el Likud contaba con un 27,6 % de los votos, mientras que Azul y Blanco, plataforma de su principal rival en estas elecciones, Beni Gantz, le seguía con un 26 %.

El sistema parlamentario de gobierno en Israel requiere la formación de una coalición de al menos 60 asientos (50 % del parlamento), algo que en estos momentos parecería más fácil de lograr para Netanyahu.

Bibi (apelativo de Netanyahu), que podría avanzar hacia su quinto mandato como primer ministro israelí, tiene más opciones de formar alianzas con partidos de derechas y con los ultraortodoxos, cuyos resultados, sumados, superan los del bloque de centroizquierda que apoyaría un gobierno de su rival.