Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le sobró tiempo a finales de enero para reconocer la legitimidad del opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. A la Unión Europea, en cambio, le hicieron falta horas y muchas llamadas de teléfono hasta llegar a una posición común, en una muestra clara de la prudencia y la cautela que dominan cada una de las palabras que pronuncia la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, en nombre de las 28 capitales europeas.

La misma prudencia que mantiene estos días ante el nuevo pulso lanzado por Guaidó a través de la llamada Operación Libertad y que ha llevado a la liberación del también opositor Leopoldo López. La UE ha eludido en los últimos días valorar lo que Nicolás Maduro ha calificado de intento de golpe de estado y ha optado por mantener la máxima cautela e insistir en su defensa de una solución política, pacífica y no violenta a la crisis política venezolana.

EVITAR LA VIOLENCIA

La preocupación entre los diplomáticos europeos sobre la evolución de la situación es, en todo caso, grande. Los embajadores del Comité de Política y Seguridad de la UE (COPS) abordaron el martes la crisis venezolana y lo han vuelto a hacer este jueves durante un debate en el que han intervenido una decena de Estados miembros, entre ellos España, para subrayar la necesidad de proteger la inmunidad de Guaidó y de los miembros de la asamblea nacional de Venezuela, evitar la violencia y cerrar filas con el grupo de contacto internacional, según han explicado fuentes diplomáticas europeas.

Se trata del único interlocutor con acceso a ambas partes en el que participan países europeos como Francia, Italia y España, y latinoamericanos como Uruguay y Ecuador. Representantes de este grupo mantendrán precisamente su tercer encuentro el próximo 6 y 7 de mayo en Costa Rica en un momento de máxima tensión. La crisis está empeorando y se está agravando la ya difícil situación humanitaria de los venezolanos, alertaban este jueves en una declaración conjunta que refleja urgencia, que reclama la celebración de elecciones justas y libres, que condena el uso de la fuerza y que pide máxima restricción a los órganos de seguridad venezolanos.