John Walker Lindh, el estadounidense que a comienzos de siglo copó las portadas de medio mundo tras ser capturado en Afganistán por formar parte de los talibanes, fue puesto ayer en libertad tras pasar 17 años en prisión, una decisión que ha generado gran polémica. Lindh, conocido como el talibán estadounidense, fue condenado en el 2002 a 20 años de prisión tras declararse culpable de colaborar con el grupo insurgente y manejo de explosivos.

Tras cumplir los últimos años de su condena en la prisión de alta seguridad de Terre Haute, en Indiana, Lindh ha visto reducida su pena en tres años por buena conducta. Su liberación es «inexplicable y está fuera de toda lógica», declaró el secretario de Estado y exjefe de la CIA, Mike Pompeo durante una entrevista en el canal Fox News. «Por lo que yo sé, todavía amenaza a EEUU y cree en la yihad», añadió.