El Gobierno español ha cambiado de parecer horas después de ofrecer el puerto de Algeciras (Cádiz) para acoger a los 107 migrantes del Open Arms y ha planteado ahora que el buque vaya «al puerto español más cercano». El cambio de postura del Ejecutivo de Pedro Sánchez se produjo después de que la oenegé Proactiva Open Arms rechazara la oferta del Gobierno de recalar en el puerto andaluz, uno de los más lejanos del Mediterráneo. El barco, fondeado desde hace tres días en Lampedusa, lleva 17 días a la espera de un puerto seguro. La organización no ha dado por el momento una respuesta.

El Ejecutivo ha tomado esta decisión, según indicaron a Efe fuentes de la Moncloa, tras la reacción de Open Arms ante su anterior propuesta, ya que tachó de «inviable» llegar a la localidad gaditana en las circunstancias actuales. De ahí que la Marina Mercante haya enviado dos comunicaciones al buque, en las que se le pregunta qué consideran necesario «para que el viaje se realice en condiciones seguras» y se les ofrece el puerto más cercano. El Gobierno indicó que este sería el de Mahón, en Menorca.

Al recibir la primera propuesta del Gobierno, una portavoz de Open Arms declaró: «No aceptamos España como destino. No podemos poner en peligro de todas estas personas y de la tripulación. Necesitan desembarcar ya». «Estamos -añadió esta fuente- en un momento de emergencia humanitaria y no podemos afrontar seis días más de navegación».

El mismo fundador de Open Arms, Óscar Camps, argumentó la negativa de la oenegé con un mensaje directo a Sánchez a través de Twitter: «Después de 26 días de misión, 17 de espera con 134 personas a bordo, una resolución judicial a favor y 6 países dispuestos acoger, ¿quiere que naveguemos 950 millas, unos 5 días más, a Algeciras, el puerto más lejano del Mediterráneo, con una situación insostenible a bordo?».

Tras rechazar la oferta del Ejecutivo español, Open Arms había recibido una orden del centro de coordinación marítimo España de dirigirse al Puerto de Algeciras. Según fuentes de la oenegé, la entidad solicitó confirmación de esta información. «El capitán y nuestros asesores legales están intentando conocer los detalles de la orden e informan al centro de coordinación de la situación en el buque como para emprender la travesía», detalló una portavoz, informa Julia Camacho. La oenegé, lejos de acatar la orden, volvió a enviar una «solicitud urgente» al puerto de Lampedusa para poder desembarcar o, en su defecto, que los migrantes sean transferidos a otro navío que pueda hacer la travesía más rápida y en mejores condiciones. Open Arms considera que las «condiciones psicofísicas y la seguridad» de los migrantes están «en riesgo». «Si sucediera lo peor, Europa y Salvini serán responsables», sentencia.

La decisión del Ejecutivo español había llegado después de la persistente negativa del ministro italiano Matteo Salvini, quien se niega a abrir el puerto de Lampedusa, ante el que se halla fondeada la nave, para desembarcar a las personas rescatadas por la oenegé en aguas del Mediterráneo central.

En una nota difundida por la Moncloa, el Gobierno sostenía que había tomado esa iniciativa ante la «situación de emergencia» que se vive en el barco y la «inconcebible respuesta de las autoridades italianas, y en concreto» de Salvini y las «dificultades expuestas por otros países del Mediterráneo central». «Los puertos españoles no son ni los más cercanos ni los más seguros para el Open Arms, como los propios responsables del buque han repetido estos días, pero en estos momentos España es el único país dispuesto a acogerlo en el marco de una solución europea», añadía el comunicado. Asimismo, el Gobierno ha advertido que está considerando actuar contra Italia «ante la Unión Europea o ante las instituciones garantes de los derechos humanos y del derecho marítimo internacional», rezaba una nota de prensa.