Las tres universidades públicas de Arizona aprobaron dar matrículas reducidas a estudiantes indocumentados, que se gradúan de escuelas secundarias locales y que no pueden aplicar a la Acción Diferida (DACA) después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, cerrara el programa.

"Todo esto es sobre el futuro de nuestro estado. Tenemos una responsabilidad con estudiantes que han cursado desde kinder (jardín de infancia) hasta el duodécimo grado en nuestras escuelas y ahora quieren seguir su educación en nuestras universidades", dijo Larry E. Penley, presidente de la Junta de Regentes.

En 2015 las universidades públicas implementaron un programa para otorgar matrículas reducidas a estudiantes protegidos bajo el programa de DACA y que tuvieran una "presencia legal" en los Estados Unidos. La resolución aprobada ahora unánimemente, y que entra en vigor inmediatamente, elimina ambos requisitos.

LAS COMPLICACIONES LEGALES

Esto debido a que los nuevos estudiantes que se están graduando de escuelas secundarias, no pueden aplicar a DACA ya que la Administración Trump cerró el programa en el 2017, lo que inició una batalla que llegará a finales de año a la Corte Suprema federal.

Bajo la nueva regulación, para poder obtener colegiaturas los estudiantes sin estatus legal deberán haberse graduado de una escuela secundaria en Arizona y haber cursado por lo menos tres años de escuela en este estado.

De esta forma se evita que tengan que pagar colegiaturas como estudiantes extranjeros, para quienes en promedio el semestre les supone unos 30.000 dólares. En cambio, un estudiante de una universidad en Arizona paga como residente unos 12.000 dólares por semestre, mientras que para los indocumentados con colegiatura reducida el desembolso para el mismo periodo asciende a 18.000 dólares.

Esa cifra reducida y no como residente, se debe a que en 2006 los votantes aprobaron una ley estatal que prohíbe a los indocumentados pagar colegiaturas universitarias como residentes, sin importar que se hayan graduado de escuelas secundarias locales o los años que tengan viviendo en Arizona.

CONTRIBUIR AL FUTURO DE ARIZONA

Penley indicó que los regentes reconocen la inversión que se ha hecho en estos jóvenes y esperan que puedan seguir sus estudios universitarios en este estado y contribuir a la economía local. Los cambios establecidos serán permanentes hasta que la ley estatal o federal cambie, indicaron los regentes.

De acuerdo al Centro de Investigación Pew, hasta 2016 se estima que aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados residen en los Estados Unidos, incluyendo a 700.000 personas protegidas bajo el programa de DACA. Karina Ruiz, presidente de la Coalición del DREAM ACT, calificó este cambio como un "primer paso positivo".

"Lo ideal es que redujeran las colegiaturas en un 100 %, pero sabemos que hay una ley estatal que no lo permite, pero es importante que las universidades busquen ayudar a estos estudiantes que se están quedando por fuera debido a que la administración Trump cerró DACA", dijo Ruiz a Efe.

Actualmente 12 estados ofrecen algún tipo de asistencia financiera a estudiantes sin estatus migratorio para que puedan seguir sus estudios universitarios, esto incluye ayuda financiera o bajas colegiaturas, entre ellos los estados vecinos de California y Nuevo México.

LA LUCHA POR SEGUIR ESTUDIANDO

Ruiz recordó que los jóvenes estudiantes indocumentados, incluso aunque estén amparados bajo DACA, no son elegibles para recibir becas otorgadas por el Gobierno federal o estatal para pagar sus estudios universitarios. Se estima que alrededor de 2.000 estudiantes actualmente se encuentran inscritos en las universidades en Arizona y son elegibles para pagar colegiaturas reducidas.

Por años, los estudiantes indocumentados han luchado por tener una oportunidad de seguir sus estudios en Arizona, sin embargo algunos han optado por buscar mejores oportunidades en otros estados donde les ofrecen más facilidades de pago o inclusive otros han regresado a sus países de origen.

Situación que enfrentan estudiantes como Rosa Fuentes, quien el pasado mes de mayo se graduó de una escuela secundaria en Tucson. "Toqué muchas puertas, pero la ayuda para estudiantes que no tenemos un número de Seguro Social, es muy, muy poca", dijo a Efe.